3. Tres más uno

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—¿De verdad no tienes hambre?

—Me dan náuseas.

—Aun así deberías intentar.

Loid terminaba de alimentar a Bond verificando de paso la bolsa de croquetas casi vacía, añadiendo así el producto a la lista de víveres que necesitaría comprar más tarde.

Leche, huevos, azúcar, café provisiones de maní, algunas verduras y la comida de Bond. Y al paso que iba empezaba a inquietarle que tal vez Yor necesitaría una dieta.

Corrección, ya estaba mas inquieto desde que se enteró que sería padre, y el doble al encontrar las botellas de vino con ascendencia deshonesta.

—¿Te gustaría algo en específico?

—No la verdad. Es todo en conjunto lo que genera náuseas.

Loid ya conocía el desarrollo hormonal de las embarazadas al derecho y al revés; sabía que eso no era nada–A pesar de que ayer la noticia lo estrelló tanto que ni fue capaz de decir Mu–  y dentro de poco se vendría el porrazo duro.

Por ejemplo, más tarde debía comunicarse con su supervisora, y todavía dudaba si era necesario o si era mejor esperar un poco para dar las no tan buena nuevas notificaciones. Temía a las eventuales respuestas. Muchos agentes por voluntad propia salieron de la organización después de conseguir esposa e hijos, para dedicarse a sus familias con una vida más asentada y pacífica.

Irse era una locura, pero al paso que iba perdía la calma ante las consecuencias de la llegada de un hijo biológico, al cual se le responsabilizará como alguien corriente, no como Anya que todos sus gastos corrían de parte de Wise.

—Entiendo, abasteceremos una alimentación más balanceada para ambos.

—No creo que sea algo tan exigido.

—Lo es si interrumpe tu apetito. —Precisó —A ninguno de los dos le hará falta nada mientras viva. Cualquier cosa.

Su plan fue esfumarse después de cerrar con el plan, pero la unión con Yor aplicaba un derrocamiento hacia arriba. ¿Entonces Anya sería la única abandonada? Era injusto. Eniquidad criticable de la que no quería debatir ahora.

Pensó en otra alternativa un poco más egoísta. Podría seguir emprendiendo en lo mismo de toda su vida después de destruir su familia... No, eso sonaba vil y horroroso.

Después de dividir su familia, esperando también que Yor se quedara con Anya. Pese a no ser herencia de su genética, se había prometido asegurarse dejarla viviendo en una buena vida.

<<Pero también te seguiría diciendo papá>>

Y ahí surgían de nuevo sus incoherencias. Su carrera se guío a base de su mínimo apego por las personas, más si por las sonrisas de los niños. Pero..... Ya estaba apegado, y existirían dos niños los cuales no sonreirian como de lugar si decidía perseverar en el mismo servicio que comenzaban a convertirse en un círculo obstinado cuyo mismo le ha aspirado las últimas gotas de sudor a causa de la falta de activos laborales.

Que dolor de cabeza.

Momento, momento. Había una posible guerra enmedio, eso era suficiente para motivar sus fundamentos, si.

—Por favor no me metas a mi. Suena como si fuera una mantenida. —Suspiró jugueteando con la taza—Si no ayudo mucho en los gastos de la casa es porque no me lo permites. Gano suficiente para mantenerme, siempre lo he hecho.

—Lo sé. Y me alivia saber que lo cuidaras tan bien como lo hiciste con tu hermano. Tal vez mejor ahora que eres una adulta.—Sonrió.

Durmió tanto hasta que sus ojos se hincharon. Loid se preguntaba si era eso o estuvo llorando después de acostarla en la cama.

Falso ilegítimo - Spyxfamily Donde viven las historias. Descúbrelo ahora