Capitulo 10

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Esa noches se fue a dormir cuando recordó que no le había dicho a Miguel que ahora tenía novio, Blacky se subió con el a su cama, acurrucándose, la bolita de pelos como a él le gustaba llamarle por lo suave que era ahora dormía tranquilo, agarro su teléfono y busco el contacto de Díaz

Quería decirte algo...

No mejor no [borrar]

Ahora esperaba a Miguel con Blacky durmiendo, probablemente le diría lo de Xander

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Ahora esperaba a Miguel con Blacky durmiendo, probablemente le diría lo de Xander...

A los cinco minutos escucho el sonido de su ventana siendo golpeada, la abrió dejando entrar al moreno, venía con su pijama y teléfono en mano

Hola—Dijo dándole una sonrisa, como si estuviera en su casa se fue a meter a su cama, bueno, en la orilla tratando de no despertar a Blacky

El también se acostó en el lado de la pared con el pequeño cachorro en medio de ambos.


—Es adorable—Susurro Miguel viendo a la bola de pelos en la cama

—Lo es—Robby tendría que estar mirando al cachorro, en cambio estaba viendo a Miguel sonreír mientras acariciaba al perrito

A su mente vino Xander y olvido el pensamiento de Miguel

—Me vas a tener que prestar ropa, no traje—Comenta Miguel mirándolo, Robby parpadea por la interrupción de sus pensamientos

—¿Te quedara? Tu complexión es diferente a ala mía—Pregunta dándole un vistazo rápido de pies a cabeza a Miguel

—No lo sé, ¿Y si vamos en pijamas?—Da la idea divertido, Robby sonríe y asiente

—Me encantaría hacer eso—La propuesta era divertida y el quería hacerlo, aparto un poco a Blacky dejándolo a la orilla quedando dónde el cachorro había estado durmiendo, y se acostó alado de Miguel, quedan frente a frente mirándose

Robby baja la mirada viendo que Miguel aún tiene puesta la pulcera y el también la tiene, es algo que le recordaba a él.

Miguel se atreve y se acerca más al otro chico, sus miradas se encuentran y Robby está nervioso por la cercanía del moreno

Díaz extiende su brazo para que el castaño pueda recargar su cabeza sobre el, eso es justo lo que pasa, ambos sin límite de espacio personal se abrazan y se quedan dormidos

Robby siente que ese momento es muy íntimo y le gusta, no lo puede negar, la cercanía del cuerpo de Miguel con el suyo hace que se sienta nervioso, la respiración lenta le indica que Miguel ya se ha dormido probablemente

Blacky ni siquiera ocupa un cuarto de cama, pero ahí están ellos en una orilla de la cama abrazados, como si no tuvieran espacio para poder descansar bien

—¿Encerio si iremos en pijamas?—Pregunta Miguel derrepente sacándolo de sus pensamientos, el alza la cabeza y el moreno a agacha para poder verse bien, luego suelta una risilla al notar la papada del estudiante de su padre y el también ríe

—Te ves enano desde mi perspectiva—Exclama Miguel divertido

—Me lo has dicho muchas veces, Pero, respondiendo tu pregunta, Si, si iremos en pijama—Seria divertido, harían cosas raras juntos

Te quiero Robby—Solo derrepente Miguel, sus pulceras estaban juntas y la luna iluminaba la habitación

El castaño sorprendido por las palabras no sabía que decir, esas tres palabritas hizo que su corazón se acelerara y sus mejillas se pusieron rojas, debía ser porque un amigo nunca le había dicho eso.

Yo también te quiero Miguel—Susurro enterrando su rostro en el pecho del mencionado contento por tener al moreno con él.

Porque los amigos también se podían decir 'Te quiero'.

Si no fuera porque uno estaba enamorado del otro, y el otro estaba en una relación.

Rivales por Robby KeeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora