Capítulo 1

290 17 1
                                    

Un rayo de luz traspasó por las nubes del inmenso cielo, captando la atención de todos los seres que se encontraban volando en los alrededores, pues ese pequeño fenómeno que se presentaba en el lugar de la felicidad eterna, solo significaba una cosa y era que, un nuevo ángel había nacido.

Cada cierto tiempo estos seres espirituales esperaban la llegada de un nuevo miembro y esta vez no fue la excepción, pues la luz que emitió el cielo de aquella tarde dió inicio a una nueva vida que se aproximaba. El arcángel mayor, Kim Namjoon, reunió a toda la tribu de ángeles para dar el anuncio oficial de la nueva criatura que se uniría a su reino.

Todos se encontraban en la plaza del castillo de diamantes, siendo testigos de la presencia del pequeño que yacía bajo la suavidad de una nube. Su piel era pálida como la nieve y sus ojos brillaban como las estrellas del universo, como si la galaxia misma estuviera plasmada en ese par de luceros.

Al verlo, Kim Namjoon no pudo evitar sonreír, parecía curioso y es que hace mucho que no recordaba el haber visto un ángel tan hermoso como ese. Aquel pequeño tenía una belleza bastante particular y fue un hecho que todos los demás ángeles afirmaron. Todos lo miraban con atención, observando como el pequeño ser se levantaba con cautela del regazo de la nube que lo cubría.

—No temas, pequeño. — fue lo primero que el arcángel le dijo, al notar como el ángel empezaba a observar todo el lugar, sintiéndose extraño de cierto modo.

—¿Qué es esto? — cuestionó el ser de cabellos dorados, observando detenidamente el entorno. Namjoon sonrió tranquilo, pues la bienvenida de los ángeles siempre era igual. Cuando un ángel nacía era como si despertara de un profundo sueño.

No eran un bebé como tal, pues estos ya nacían hablando y con un físico bastante desarrollado, parecido al cuerpo de un adolescente, tal como los que habitaban en el planeta Tierra.

Sin embargo, a pesar de presentar estas características, los ángeles recién nacidos mantenían la inocencia de un infante, pues el hecho de no saber nada de lo que pasaba los volvía muy vulnerables. Y era ahí, donde el arcángel Kim Namjoon empezaba su tarea, enseñándole todo lo necesario a los nuevos seres sobre cómo ser un ángel y cumplir con sus mandatos.

—Eres un ángel, pequeño.

El menor asintió levemente, un poco desconcertado ante aquella afirmación, pero en la divinidad de las alturas no existía más poder sobrenatural, que el de aquellos seres mitológicos. Pues a pesar de presentar cierta confusión, los ángeles no temían en lo absoluto, muy dentro de sus almas estaban conscientes sobre su destino.

Esa razón fue la que hizo que el pequeño ángel de dorados cabellos se sintiera más tranquilo ante la presencia de todos y una pequeña sonrisa escapó de sus labios, provocando cierta ternura en todos los presentes.

Uno de los ángeles que se encontraban en el lugar, se acercó a Namjoon, tras notar como éste no dejaba de sentirse curioso por el menor que sonreía en el centro del gran salón.

—Namjoon. — le llamó, al mismo tiempo que colocaba una mano sobre sus hombros.

—¿Qué sucede, Seokjin?

—¿Cómo se llamará este nuevo ángel? — inquirió el castaño, acariciando los suaves cabellos del menor, quien empezó a reír por las cosquillas que le causaba aquel roce.

Kim Namjoon lo observó un poco más, empezando a caminar alrededor del pequeño ángel como si estuviera pensando y aclarando un poco su garganta, se detuvo en el centro del salón, permitiéndole un buen lugar para captar la atención de todos.

—Ángeles del reino de la divinidad, démosle la grata bienvenida a nuestro nuevo hermano del clan, Jeon Jungkook. — vociferó y todos empezaron a aplaudir, dando gritos de júbilo y regocijo.

Kim Seokjin sonrió admirado, luciendo sorprendido ante el nuevo nombre del ángel.

—¿Jeon Jungkook? — ladeo la cabeza.

—Sí, es un hermoso nombre, ¿No lo crees? — replicó el rubio, aplaudiendo y dejando que cada ángel del reino se acercara para darle la bienvenida a Jungkook.

—Curioso, pero igual me gusta. — sonrió el castaño, acariciando nuevamente al menor que lo miraba sonriente.

—Creo que Jungkook lo es, hay algo en él que me causa curiosidad.

—¿Por qué lo dices? — le miró confundido, pues no entendía muy bien a lo que Namjoon se refería, Jungkook parecía normal como los demás.

—Solo sé que lo siento, aquí, muy dentro de mí. — afirmó el mayor y señalando su corazón, volvió la mirada al castaño quien lucía perplejo por lo que le decía. —Seokjin, debes prometerme que lo cuidarás, pase lo que pase.

—¿Yo? ¿Por qué? — musitó el castaño, mirando a Namjoon como si lo que dijo fuese el peor de los disparates y no era para menos, pues Seokjin a pesar de ser el ángel más dulce de todos, era demasiado distraído y muchas tareas que Namjoon le asignó en diversas ocasiones, terminaron en desastre debido a eso.

Por tal razón, aquella petición del mayor le resultaba incoherente y no pudo evitar fruncir el ceño en respuesta.

—Prometelo. — insistió el arcángel una vez más.

Seokjin se sentía confundido y mientras observaba con atención a Jungkook, éste empezó a sonrojarse, sintiéndose tímido ante la mirada que el mayor le daba. El castaño suspiró profundo, pues aquel menor lucía tan puro, que en esos momentos pensó en todas las maldades del universo que le rodeaban y algo dentro sí le hizo cambiar de parecer.

—Descuida pequeño, prometo cuidarte siempre. — susurró Seokjin, guardando esa promesa en lo más profundo de su corazón, haciendo que el mayor se sintiera mucho más tranquilo por su respuesta.

Ese mismo día Kim Namjoon le indicó a Seokjin que debían cuidar mucho a Jungkook, pues éste no descartaba la teoría de que el menor no era un ángel ordinario como los demás, él estaba seguro de que algo dentro de Jungkook era diferente, tenía algo especial, pero aún no estaba muy seguro sobre lo que era.

Solo debían esperar que el menor se desarrollara para averiguarlo y desde entonces, las observaciones y el cuidado por parte del arcángel Kim Namjoon y Seokjin empezaron.

Solo debían esperar que el menor se desarrollara para averiguarlo y desde entonces, las observaciones y el cuidado por parte del arcángel Kim Namjoon y Seokjin empezaron

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Angel or Devil | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora