꙳Narradora꙳
El silencio reinaba en aquel lugar, la mañana recién había llegado, un chico de cabello castaño se movía en la cama por la incomodidad de los rayos del sol en su cara. Se levantó con pereza y se dirigió aun adormilado al baño para disponerse a hacer sus necesidades.
Yoon San-Ha es el nombre de aquel chico castaño, un chico que cualquiera envidiaría, pues aun que era un chico muy reservado, para nadie era secreto que ese chico era el único hijo de los Yoon, que aun que nadie se atrevía a decirlo, todos sabían que el señor Yoon, el padre de San-Ha, era un empresario que tenía negocios fuera de la ley, pero su poder era tanto que nadie se atrevía a enfrentarlo. San-Ha sabía que todos en el lugar creían que era solo un niño mimado que obtuvo todo.
Pero solo sus personas más cercanas sabían que no era así.Una mujer de mediana edad camino hasta la habitación del chico, pues se le haría tarde para asistir a sus clases de la universidad y no le gustaba que se fuera sin desayunar.
—Sanhie—habló la mujer con dulzura mientras tocaba la puerta, la puerta fue abierta segundos después por SanHa. —ya está listo el desayuno, baja para que no te vayas en ayunas.
—Voy Nana, estoy terminando de arreglarme—habló SanHa mientras colocaba en su cabello aquellos broches color rosa dorado que su mejor amigo le había regalado. —¿qué tal me veo nana? —pregunto San-Ha mientras se daba una vuelta lentamente para que su nana lo viera.
Su nana era aquella mujer que había estado con el desde que su madre había fallecido cuando el tenía 4 años, lo ha cuidado desde entonces y para San-Ha esa mujer es como una madre para el.
—Te ves muy lindo Sanhie, como siempre—habló la mujer, pues San-Ha vestía unos pantalones de mezclilla ajustados que se amoldaban a sus piernas, un suéter que era un poco grande color azul pastel. San-Ha es un chico que es demasiado tierno, pero es inteligente y tal vez ya no sea tan inocente como muchos pensaban.
—Gracias Nana—dijo San-Ha, dio un abrazo a la mujer y luego de que San-Ha tomará su mochila ambos bajaron a tomar el desayuno.
Ambos bajaban las escaleras, cuando llegaron al piso de abajo se encontraron con el señor Yoon, el padre de San-Ha, quien había terminado de hablar por teléfono. El hombre le dio una mirada a su hijo, y luego sonrió.
—Buenos días papá, ¿vas a salir de viaje otra vez? —habló San-Ha, mientras se acercaba a su padre, el hombre sonrió ante el puchero de su hijo.
—Solo serán dos días, pero antes de irme tengo tiempo de llevarte a la universidad—habló el hombre, aunque el padre de San-Ha no era muy cariñoso si amaba a su hijo, lo cuidaba y se preocupaba por su bienestar.
—¡Genial papá! —habló San-Ha mientras arrastraba a su padre al comedor y así tomar el desayuno juntos.
Pronto habían llegado al lugar, las maletas del hombre estaban en los asientos de atrás, nadie se sorprendía por la llegada de aquel lujoso auto, pues en aquella universidad privada era normal que se vieran autos lujosos, aun que claro el padre de San-Ha era más importante que la mayoría de ahí.
—Me voy hijo, solo serán dos días—habló el señor Yoon antes de que San-Ha bajara del auto—y recuerda, si invitas a tus amigos no se duerman muy tarde y no beban demaciado—después de eso San-Ha dio un abrazo a su padre y bajo del auto.
Era algo muy común que San-Ha fuera llevado por su padre, así como a la salida de su última clase siempre estaba el chofer y mano derecha de su padre esperándolo.
—¡¡San-Ha!! —un grito de emoción se escuchó una vez que entró al lugar, aunque San-Ha siempre era observado por muchos, nadie se atrevía a ligarlo o intentar algo con el, pues sabían que si hacían llorar al castaño podrían poner en riesgo su vida.
—Eun Woo hyung... me sofoca—habló intentando respirar por el fuerte agarre que uno de sus mejores amigos le dió.
—Basta Eun Woo, harás que San-Ha se desmaye por la falta de aire—habló su otro mejor amigo, Myung Jun.
—Lo siento, es que tengo mucho que contarles—habló Eun Woo apenado.
Los tres chicos comenzaron a caminar hacia las aulas, pasando por la cancha de fútbol cuando un balonazo se estrelló en la espalda de Eun Woo. Los tres se giraron inmediatamente encontrándose con el equipó de fútbol observando.
—¡Bonito, ¿puedes pasarme el balón?! —habló un chico, todos sabían quien era.
—Idiota—murmuro Eun Woo, pues aquel chico era quien le sacaba de sus casillas todos los días, Eun Woo estaba apuntó de lanzar el balón cuando el chico ya estaba delante de el.
—Además del balón, ¿podrías darme tu número también? —habló.
—¡En tus sueños Moon! —dicho eso le estrelló con fuerza el balón en el estómago sacándole el aire a Moon Bin.
San-Ha miro la hora y supo que faltaban unos minutos para que su primera clase empezará, así que se despidió de sus hyungs, bueno de Myung Jun específicamente y salió corriendo. Su cuerpo se terminó estrellando cuando estaba apuntó de llegar al salon.
—L-lo siento—se disculpó rápidamente, el chico hizo una seña de que no pasaba nada, San-Ha no le tomó importancia y se dispuso a continuar con su camino, o bueno eso era hasta que un agarre le detuvo.
—¿Sabes donde está el aula con el profesor Kim Seok Jin? — preguntó, el chico con el que había chocado, su voz provocó en San-Ha un escalofrío y aquella mirada hizo que se le erizará la piel, y que su corazón se detuviera por un microsegundo.
—S-si, justamente voy para allá—dijo San-Ha, cuando San-Ha le indicó que le siguiera, el chico simplemente lo siguió sin decir nada.
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Amantes Prohibidos (RockSan) (Cancelada)
Fanfic¿Qué pasa cuando todo está en tu contra?. Clichés y más clichés. Polos opuestos, de clanes enemigos y con un 50% de probabilidad de qué todo termine mal. -Estamos jugando con fuego San-Ha. -Si es contigo, no me importa quemarme. Inició de la hi...