"Té de canela"

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Un nuevo día comenzaba en la ciudad de Obwalden.

-Arriba niña. Se te hará tarde!- Se escucho detrás de la puerta

Elizabeth -¡Ya voy nana!-

Ella termino de prepararse para ir a desayunar. Estaba realmente agotada, ese fin de semana en casa de sus padres fue extremadamente raro pero no se le notaba. Bajo las escaleras y se dirigió a la cocina. Allí la esperaba la persona que la acompaño desde el momento primero a su decisión de vivir sola.

Elizabeth -¡Nana!, aquí llego la alegría de este hogar- dojo sonriente

Nana -Hija! Por fin, pensé que te habías quedado dormida!-

Elizabeth -Ojala, pero no. Ya estoy despierta desde temprano.-

Nana -Aquí te dejo tu té de canela y torta de moras-

Elizabeth -Se ve delicioso! Muchas gracias-

Nana -Te preparare la comida para llevar-

Elizabeth recordó que los lunes eran complicados y largos. Así que no se opuso a que su nana la ayude con el almuerzo.

-Gracias- dijo

Ella salió de su casa para ir a su trabajo que era una tarea difícil, aunque era un día hermoso. Suiza tenia un paisaje poético que la dejaba admirada y perdida en su caminar.

Una vez de la "odisea", de llegar al trabajo. Saludo a sus compañeros y se puso a entregar las notificaciones de las reuniones de la semana a su jefe.

Elizabeth -Hola chicos-

Zoë -Hola Elizabeth, ¿Cómo has estado?-

Elizabeth -Bien. ¿Y tu?-

Zoë -Tengo algo importante que contarte.-

Elizabeth -Podemos ponernos al día en el almuerzo, ¿Qué te parece?-

Zoë -Claro-

Elizabeth -Ahora iré a entregarle esto al jefe, antes de que me mate-

(Se ríen y ella se va)

Todo venia bien hasta que en ese momento la ve a ella... la persona que desde siempre quiso arruinarle la vida, su nombre era Ariela.

Ariela -Hola Elizabeth- Se escucho con ironía

Elizabeth -Hola-

Ariela -¿Como estas?

Elizabeth -Como si te importara ¿no? Tengo trabajo, no tengo ganas de perder tiempo contigo

Ariela -¿Qué modales son esos? Sonrío con malicia

Elizabeth -Si tanto te interesa, estoy bien. Ahora permiso

Ariela - Espero que sigas así bella- dijo con sarcasmo

Elizabeth siguió camino a la oficina de su jefe intentando olvidar ese momento incomodo que acababa de vivir. No soportaba verla por que recordaba la infancia que tuvo que pasar por culpa de ella. Queriendo siempre ser la mejor, Ariela lograba humillar al extremo a Eli.

Su jefe aun no había llegado así que dejo los papeles en el escritorio y se marcho.

Luego de unas horas de trabajo, llego el tan esperado momento de descanso y almuerzo.

Zoë -Hola Eli-

Elizabeth -Zoë! Ven siéntate aquí. Cuéntame como estuvo tu fin de semana?Ayer pense verte en lo de mis padres-

Zoë -¡EXPECTACULAR!- Vociferó

Elizabeth -Oye baja la voz. ¿Qué paso?-

Zoë -Perdón amiga es que estoy tan feliz. ¿Recuerdas al chico que conocí en el baile? por eso ayer no fui...-

Elizabeth -Si, me hablas mucho de él. Lo conozco sin conocerlo básicamente.

(Se ríen)

Zoë -Si! Nos encontramos de nuevo en el baile y quedamos en salir juntos a cenar.-

Elizabeth -¡Que bien!- En ese momento Elizabeth recordó que esa misma semana tendría que ir a cenar a lo de sus padres para conocer a la persona que invertirá en la investigación de sus padres.

Zoë - Eli ¿Estás bien?

No se había dado cuenta que de repente ella se puso seria y pensativa

Elizabeth -Si- Dijo en un tono perdido

Zoë -Me preocupas. ¿Qué sucede? Te conozco y tu no eres así.

Elizabeth volvió en si de repente al escuchar a su amiga.

Elizabeth -Lo lamento Zoë. Estoy muy contenta por ti. No voy arruinar este momento por mis pensamientos. Hay que celebrar esta noticia. Si eres feliz, yo soy feliz amiga!-

Zoë -Amiga hay algo que quieras contarme- Dijo con interés

Elizabeth -No es nada importante-

Zoë -Vamos Eli-

Elizabeth -Es que me hiciste acordar una cena que tendré con mis padres en la semana y...-

Zoë -Vamos cuenta! ¿y qué?

Elizabeth -Conoceré al inversor de mi padre-

Zoë -¿Y eso es malo? Me lo dices seria, pensé que eso te haría feliz amiga-

Elizabeth -¡Si! Sin duda me hace muy feliz pero me describieron una persona extraña y ayer cuando fui a ver a mis padres me cruce a una persona tal cual ellos describieron. Sin errar creo que era el mismo. Pero fue tan raro Zoë-

Zoë -Amiga, capaz tuvo un mal día. La gente normal no esta feliz y bailando siempre-

Elizabeth -¿Me estas diciendo anormal?-

Zoë -Yo solo digo que... (Nerviosa)

Elizabeth -¡Es broma Zoë!- Vociferó

Rieron. Luego de ese momento, terminaron su almuerzo para seguir trabajando. Su amiga sin decirlo quedo preocupada. Eli no era una persona que se quedaba seria por que si. Algo le preocupaba, aunque Zoë sabia que ni Eli sabia que era.

Después de ese día de arduo trabajo, cada una volvió a su casa. Elizabeth llamo a sus padres como era costumbre, ellos le confirmaron que la cena seria el miércoles, ella sintió nervios en ese momento, pero supo controlarlos.

Luego de la llamada, Elizabeth ceno, se baño, leyó un libro en compañía de sus gatos y un buen té de canela, su debilidad. Luego se dispuso a dormir. Ella no sabia que esa semana algo en ella cambiaria. En realidad algo en ella ya estaba cambiando...

Luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora