Sevilla en la década de los 2000, 8 de la mañana, se percibe en el aire un leve pero fresco aire capaz de hacer estornudar a una farola, eso pensó en un primer instante Hik, nuestro protagonista. a Hik le encantaban las mañanas frescas como las del día de hoy, estaba bastante entusiasmado y nervioso debido a que ese día era su primer día de instituto, el sudor frío marcaba cada átomo de su piel, cada paso, cada suspiro era cada vez más intenso.
Por la zona se llegaban a percibir maullidos de gato, sollozos de bebés queriendo volver a la cuna, ruidos de camiones, Hik quería desaparecer de allí cuanto antes. Aceleró su paso a tal nivel que ni él sabía lo que hacia, solo quería llegar a su destino lo antes posible.
Llegando a su destino pudo comprobar con sus ojos brillantes, un edificio de color rojo fuego, a su lado, grandes acumulaciones de gente, no quiero estar aquí -Pensó Hik- que tras un duro y cansado viaje, se esperaba otra cosa algo mejor. Las puertas de su centro de estudios estaban al borde de la congelación debido a las bajas temperaturas de ese entonces, el balbuceo de los estudiantes era irritante para nuestro protagonista, calzando zapatos azules al borde de la descomposición, pantalones y camiseta negra, acompañado de una mascarilla a juego con su ropa y collar negro, se dispone con poca seguridad a entrar al centro.
Gente entrando y saliendo, comentarios sin sentido y profesores algo angustiados. Esas fueron las primeras impresiones de Hik al acceder a aquella cárcel de estudios. Con paso distorsionado y algo de mareo fue caminando hasta su aula, donde se sentó en su sitio asignado por la tutora de aquella clase. Cuando llega a clase se percata de algo inesperado para él, una chica bella de cabello largo, ojos marrones y grandes rasgos encantadores se situaba a apenas unos palmos de Hik, su nombre acompañaba la hermosura de su rostro, Billy.
Hik no se lo podía creer, estaba extasiado de la emoción y entró en shock. No se atrevió a hablarle ya que al lado suya estaba quien podría ser perfectamente su pareja, Will. "Te ves preciosa, cielo." -Exclamó el chico gótico, alto y rudo mientras la abrazaba por detrás- A nuestro protagonista se le caía la cara de vergüenza así que soltó bruscamente su maleta y tomó asiento hasta agachar la cabeza sobre la mesa. Al ser el primer día de clases estuvieron apenas 2 o 3 horas así que no hubo tiempo para mucho contacto, apenas un par de miradas de tristeza.
Pasaban los días y los días, uno tras otro hasta que Hik se diese cuenta de que estaba perdiendo el tiempo al no decirle ni un simple "Hola", con un claro estado de furia y confusión fue a contarle todo a un amigo que le tenía suficiente confianza para ello, Utah. Un chico de estatura baja, pelo rojo, uñas pintadas, maquillaje semejante al color de su pelo y auriculares rodeando su cuello. Le pidió consejo y por lógica, Utah le dijo que empezara aunque sea con un simple "hola" e intentar mantener una conversación para ver sus movimientos, la forma de expresarse, etc. El chico de cabello rojo le dió la suficiente energía y confianza a Hik para hacerlo.
Una semana después con un pleno estado de nerviosismo habló con Utah para que en el recreo, su descanso de 30 min, vaya con él para sentirse seguro de sí mismo y estar lo suficientemente preparado para ello. A los segundos de salir de la clase, Utah agarra de la mano a Hik y juntos van en busca de Billy, al que encuentran en una esquina tonteando y charlando con su novio. Hola, ¿cómo estas? -Preguntó tartamudeando- Estoy bien, gracias -Respondió Billy- Toma, aquí tienes mi cuenta de Instagram, por si quieres que hablemos en un entorno más privado, esas fueron las palabras de Billy Evans ante el claro y notorio temblor de Hik, le entregó un papel con su cuenta y desapareció entre la gente. Él no se lo podía creer, decidió intentar hacer lo que le quedaba del dia con total normalidad hasta llegar a su casa.
Corriendo como un loco entró en su casa y rápidamente encendió su teléfono para hablar con aquella chica estupenda. Ambos mantuvieron una conversación durante horas, al principio era algo incómodo el ambiente hasta que poco a poco la cosa se fue soltando hasta reírse a carcajadas. Billy con total confianza le dice a Hik de quedar a lo que este acepta y concuerdan en verse ese mismo dia a las 18:30 en el centro comercial. Al ser bastante inteligente, Hik se presenta 30 minutos antes para ser puntual, decide ir al supermercado a por algo para comer y beber y a por preservativos, nunca vienen mal. Billy llega a la hora indicada y al ver que él llegó antes, se puso bastante contenta debido a su puntualidad.
Ellos salen de aquel centro comercial enorme y moderno rumbo a un parque que se había estrenado recientemente. Hik al estar muy feliz se pone a da vueltas y a correr sin tener en cuenta de que Billy está detrás, al parar y darse la vuelta bruscamente y reírse, se percata de que esa chica hermosa con la que había quedado había desaparecido de la nada, no había rastro de ella por ninguna parte, de repente esa alegría se transformó en una angustia inminente. ¿A dónde habrá ido?
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Sin prejuicios
Non-FictionSevilla en la década de los 2000, solo se escucha las risas de la gente y Estopa por todos sitios, o al menos eso creía Hik, quien deberá enfrentarse a los fantasmas del pasado para liberarse de la maldicion.