Capítulo 7: Fantasmas del pasado - Parte 2

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Tras acomodar todos los utensilios y haber puesto la disposición de su nuevo hogar a gusto, todo parecía ir sobre ruedas, "parecía".

La madre empieza a conocer a un chaval que le parecía muy atractivo, llamado Tim, 43 años, midiendo 1.93 metros y estando más fuerte que el vinagre, cualquiera se enamoraría. Aquella humilde y sexy madre al tener demasiadas ganas de arreglar su vida, al poco tiempo de conocerse lo mete en su casa en busca de una nueva normalidad, recibió todo lo contrario.

Todo parecía ir bien hasta que de la nada son notorios comportamientos extraños en aquel ser nuevo en la convivencia, rara vez aparecía por casa, apenas hablaba con Hik ni con nadie de aquel hogar, se empezaba a sospechar algo...

Un día Hik se encontraba jugando con una pelota de tenis en plena mudanza cuando de repente sin querer, la pelota rebotó en varias cajas cayendo dentro de una donde se encontraba una lámpara de un gran valor, su mamá no le dió importancia ya que fue un error y no fue con malas intenciones, pero Tim se molestó muchísimo, al oír aquel ruido, fue corriendo sin pensarlo hacia el salón para ver que sucedía. Al ver aquella lámpara esparcida en trozos por todo el suelo, aquel hombre se pilló tal rebote que agarró a Hik con fuerza y sin pensarlo dos veces lo lanzó contra la pared haciéndole daño y dejando un rastro de sangre a su alrededor. Tim fue contra Hik y empezó a golpearle mientras le gritaba múltiples insultos y sin tener en cuenta aquellos terribles llantos de sufrimiento por parte de aquel chavalín de apenas 10 años recién cumplidos.

Hik intenta explicarle de mil maneras posibles a su madre todo lo ocurrido pero ella al estar cegada por el poder del amor, ni caso le hizo...

Lo has hecho muy bien Hik, has logrado abrir tu mente y enfrentarte al pasado, ese pasado nublado por tus múltiples problemas, te has enfrentado a aquellos terribles fantasmas del pasado, eres muy fuerte. -Exclamó la psicóloga- Gracias por tener la suficiente confianza en mí como para contarme todo desde el principio, desde que entraste a aquel instituto hasta tus secretos más oscuros. Hay que tener en cuenta que ya no eres ese chaval al que maltrataron, pero Hik... Debes seguir tomando la medicación ya que tu esquizofrenia es demasiado grave y hay que tratarla cuanto antes, la mayoría de cosas que han ocurrido pues, no son ciertas, debes de hacerte a la idea de ello.

Lo sé -Añadió Hik- Soy consciente de que no ha existido ningún mundo paralelo, ni Billy Evans, ni nada de ese lado oscuro, no se si es por la medicación más fuerte que me recetaste la última vez o algo... Estoy notando cambios.

Así me gusta, esa es la actitud... Bueno, ya es domingo y supongo que como te noto mejoría, te daremos el alta con la condición de que te sigas tomando la medicación, te veré la semana que viene para seguir progresando, este es el principio del final, ya queda poco. -Dijo la psicóloga, quien con una sonrisa, se va de la habitación para seguir con su aburrido y monótono trabajo.

3 meses después...

Por fin soy libre, con este nuevo tratamiento estoy viendo las cosas con otro color y puedo sentir cosas que nunca pude experimentar, estoy muy contento de haber avanzado como persona, ahora puedo hacer vida normal con mis amigos, mi familia, lo eché mucho de menos... Mi nombre es Hik, y esta ha sido mi historia.




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