Todo pasa por una razón

Capítulo 3-Juego de Sam

-Acelérele chofer, Acelérele chofer, que lo viene persiguiendo la mama de su mujer- Lila y yo cantábamos al unisonó, mientras que mi papa tenia una cara de felicidad absoluta.

Mi mama solo se estaba aguantando las ganas de reír por la cara de mi papa que a de a ver sido un monumento al desprecio humano.
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Al llegar solo pudimos sentir el calor y el sol quemándonos la piel, como es que el sol pude estar tan fuerte toda vía en agosto.

-Donde esta Sam, no lo veo- dijo Lila y si es cierto quien sabe en donde estará 

-Ahorita Sam ha de estar en los cambiadores o algo parecido ahorita aparece.- contesto mi papá

-Okay- respondí restándole importancia.

- ¿Entonces... que vas a hacer en todo un año, tienes algo planeado? - dijo Lila centrándose en mi 

Iba a responder, pero una voz me interrumpió 

-Hola chicas- dijo la chica que estaba delante de nosotros 

Ay no por favor no

-Hola Karla- dije mas que nada por educación, porque, si de por mi fuera la hubiera ignorado, pero en si mi forma de ser con los demás no me lo permite.

Y empezó a contar sobre su asombrosa semana en las Bahamas, sinceramente en algunos momentos de su conmovedora historia no entendí nada.

Ella es la hermana del mejor amigo de mi hermano. Sam y Chris se conocieron en la escuela y juntos decidieron entrar a beisbol, así que nada más por Samy trato bien a Karla.

Después de terminar la historia se tomo la libertad de sentarse en medio de nosotras y se formo un denso silencio que ella misma interrumpió.

-Y que vas a hacer esta semana Sayita 

-. Amm tengo un poco llena mi agenda. ¿Y tú Lila?

Creo que Karla me podría a llegar a caer bien pero el propio hecho que excluya a Lila cada vez que vengo con ella me enoja 

-Yo igual. - contesto 

Creo que se dio cuenta mi intento de meter a Lila a la conversación, o tal vez se dio cuenta de que no quiero hablar con ella porque ya empezó a hablar con Lila.

El juego de Sam ya empezó, así que todos estamos muy emocionados viendo como hace un swing perfecto.

El juego de Sam es uno de rutina, todos los sábados en las mañanas tiene un juego de rutina, que es un juego con los mismos del equipo, y los juegos reales son cada último sábado de mes, hay viene otro equipo.

Y por lo mismo de que es un juego de rutina hay más equipos de beisbol de diferentes edades entrenando.

Todo el público presente aquí somos las familias de los jugadores, así que el ambiente esta genial.

Pero el día de hoy no es genial porque Karla sigue hablando y presumiendo mientras que espera una respuesta de mi parte mientras que lo único que quiero es disfrutar el juego de Sam.

Gracias a Dios, silencio por parte de Karla.....

Hable demasiado rápido, te preguntas si me arrepiento... pues claro que si 

-Ya vieron a los chicos que están entrenando? -dijo inclinándose para adelante 

-Hay muchos chicos entrenando-dije perdiendo la paciencia 

-Si, pero los que están corriendo en circulo los que están como calentando.

Yo nada más por curiosidad empecé a buscar con la mirada 

-Oh por Dios, oh por Dios-dijo Karla en una voz que ya se podría considerar como alta- me vio, me acaba de ver a mi

-Baja la voz- dijo Lila divertida por ver mi frustración en mi cara- aparte no eres la única persona aquí, que tal si está viendo a Saya o a otra persona.

-Es que yo lo vi, hicimos contacto visual- eh hizo un ademan-Mira ahorita va a volver a pasar vamos a ver a quien ve, porque te acepto que te vea a ti, lila, pero a Saya, disculpa Sayita- me dijo directamente a mi- pero sinceramente no creo que te este viendo a ti 

Le iba a contestar algo enserio le iba a contestar, pero mejor me quede viendo a los chicos y efectivamente un chico castaño, alto, de ojos claros, voltea para con nosotras, y sonrió, tiene la cara toda roja por el sol que le da, aparte con el calor, como alguien no va a estar rojo.

-Vieron?!- dijo Karla- ahora hasta me sonrió 

-Si, ya está seguramente enamorado de ti-dije sarcástica 

-Pues ya ves, ahora voy a coquetear de más cerca- y se fue entre las gradas a sentarse lo más cerca.

-Algún día le agradeceré a ese chico que por su belleza nos quito a una barrera parlante entre nosotras-Dije dándole un trago a mi agua mineral, Lila río

-Si podríamos ir juntas-dijo divertida- yo solo asentí con la cabeza 
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-Estuviste genial Samy- le dije a Sam mientras le daba un abrazo, yo también estaba sudando por el calor, qué más da abrazarlo, aunque me separé de el rápido 

-Yo se que lo estuve-dijo el orgulloso 

-Estuvieron geniales-dijo mama 

-Gracias Señora Vallëz- dijo Chris todo penoso 

Sam es cinco años menor que yo.

Varios chicos compañeros de Sam lo fueron a felicitar y a decir lo bueno que estuvo el juego, acompañado de algunos padres de los compañeros.
Y a lo lejos vi al chico que según estaba coqueteándole a Karla, vi que se estaba acercando 

-Hey Samy, te fue genial, muchas felicidades 

-Gracias Sáez- sonrió 

El chico, el tal Sáez, levanto la mirada y se topó con la mía, duro solo unos segundos, se despidió de mi mama y papa, me volvió a ver a los ojos, sonrió y se fue.

Dios por que me puse tan nerviosa, siento dolor de panza, aunque lo que me relaja es que creo que nadie se ah percatado sobre lo que hizo Sáez.

Mientras caminábamos para la camioneta me armé de valor y decidí preguntar.

-Samy. ¿De dónde conoces a Sáez? - lo dije con una normalidad, como si fuera un tema cualquiera, y para que me engaño si es un tema normal.

-El va en uno de los equipos de los grandes, va en el equipo de 18-23 años, aparte de que es uno de los mejores. - dijo con naturalidad 

- ¿Ah, okay… y como sabes eso? - le pregunte curiosa 

-Bueno aquí conozco a la mayoría de los chicos que juegan, pero cuándo el entrenador no puede asistir él nos da el entrenamiento, ¿me atrevo a decir que a veces las da mejor que nuestro propio entrenador sabes? - al final se quedo como un momento en silencio extrañado 

-Por qué preguntas? - me pregunto al final

-Curiosidad.

Y nos fuimos a casa.

No eh vuelto a pensar en el chico, pero el sentimiento se quedó, de cómo sentía mariposas en el estómago, de cómo me puse nerviosa al instante que nuestras miradas se encontraron, lo único que puedo decir es que bonito sentimiento.