Capítulo 10- Refugio

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Todo la mañana había estado en clases.

Yo estoy en “homeschool” “escuela en casa”, gracias a esto me pude enfocar en lo que gustaba, bailar.

Mi cuarto en sencillo, tiene un escritorio con una lampara y alado de ella una ventana que daba vista a la calle, tenía una vista hermosa, una cama individual, una televisión y un vestidor con un baño.

Mi papá me regaño por imprudente, tiene razón, y ambos acordamos que nada de salidas por el momento, y por eso mismo decidí no estar todo el día en mi cuarto e ir a despejarme.

Me quedé sentada en la cochera haciendo algunos apuntes retrasados.

Mis papas habían salido temprano así que tenía casa sola.

La brisa chocaba en rostro mientras estaba sentada en unas pequeñas escaleras que conducian hacia la puerta de entrada, mi cabello estaba un poco desordenado.

Seguía haciendo mis apuntes hasta que vi que se estaba estacionando enfrente de mi casa un carro muy parecido al mio.

Al que había dejado estacionado en las calles de la fiesta de ayer .

Pero sentí que no era ese, por que?, por que estaba limpio, y el mio podría estar muy limpio por por dentro pero por fuera era un desastre.

Me quede viendo el carro limpio, pero vaya sorpresas, si era mi carro, me di cuenta al ver que en el espejo colgaba unas zapatillas de ballet aparte que vi que Saez se estaba bajando del asiento del piloto con dos caja de pizzas en las manos.
-Mi carrito- chille de emoción y me levante hasta donde estaba la reja
Inconscientemente me pase el cabello por las manos .

-Hola Saya

-Hola Saez!!, gracias por traer mi carro…  esta limpio.- dije sonriente.

-Espero que no te moleste.-dijo con su sonrisa tan peculiar.

Al parecer lo había llevado a lavar

En un día hizo lo que tu no hiciste en bastante tiempo

-Quieres?- Dijo señalando más pizzas en sus manos

-Me gustaría, peroo , no hay nadie en casa, no tengo llaves, aparte de que no me dejan abrirle la puerta a desconocidos- dije juguetona

-Desconocidos!- dijo dramáticamente llevándose una mano al pecho.

Consiguiente me paso las pizzas por una de las rendijas y se fue a dirección a mi carro, como si fuera de el, abrió la puerta del copiloto y se adentro en ella. 

Estaba apunto de gritarle que que era lo que hacía pero me detuve al ver que sacaba su mochila y se regresaba para conmigo.

Y se sentó afuera lo único que nos separaba era la reja, de su mochila sacó de ella cocas de lata bien frías.

-Que haces?- pregunté

Prefiero preguntar las cosas aunque sean muy obvias, porque si no luego imagino cosas que no son

-Comer contigo?

-Comeras desde afuera?

-No le veo ningún problema

-Muy bien

Sonreí y le pase un pedazo de pizza

-Escuela?-dijo señalando con la cabeza mis libretas hojas y el regadero que tenía en el piso.

-Escuela- afirmé

Asintió mientras le daba un mordizco a su pedazo de pizza.

-Desde cuando estas en baseball?-

Todo pasa por una razón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora