MEMORIES-kookmin-

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—Quería dormir en la mansión porque no quería invadir tu espacio—Jimin se metió a la cama después de darse una ducha
Tenía puesto un short que le quedaba por arriba de la rodillas y una remera a juego
—Ya tienes tu closet lleno de ropa mía

Jungkook estaba entrando a la habitación con una bandeja con galletas—Ya invadiste mi corazón Jiminnie, invadir mi espacio no es nada

El pelinegro le acerco la bandeja para para se sirva—Ten. Esta era la sorpresa. Estas galletas te encantaban cuando eras niño

Jimin tomó una galleta y la metió en su boca—Oh dios! Son deliciosas. Donde las compraste?

—Yo las prepare, es la receta secreta de mamá—exclamó con orgullo.

—Es en serio? Me encantan

—Que bueno que te encante... —dejo la bandeja en la mesa de noche—yo iré a bañarme y luego podemos ver una película o alguna serie. Puedes buscar algo para mirar?

Jimin asintió con la boca llena de galletas.
Jungkook sonrió con ternura y se dirigió a su closet a preparar su ropa de dormir. Tomó un pantalón de chándal negro y una remera blanca

Cuando abrió el cajón de la ropa interior se encontró con una botella de lubricante y muchos condones junto a una nota que decía "espero que no termines como puberto en el baño"
—Maldito taehyung—susurró y cerro rápido el cajón.

—Dijiste algo?—preguntó curioso el rubio

—Nada, este cajón esta defectuoso. Ya vengo—dijo para dirigirse a la ducha

Luego de unos minutos Jungkook salió del baño y se metió a la cama junto a Jimin, lo acurrucó en sobre su pecho y acaricio su espalda

—Te extrañé—Besó su cabello—que película elegiste?

—Shrek.

Junkook sonrio—Un clásico.

A la mitad de la película Jimin empezó a moverse inquieto, se giraba hacia un lado y hacia el otro. Se sentaba y se volvía a acostar.

—Oye, estas incómodo? Puedo traerte otra almohada si quieres

—Puedo besarte?—pregunto derepente Jimin sentándose en la cama y dejando a Jungkook sin palabras

—Jimin...—El pelinegro imitó la acción de jimin y también se sento—Claro

Y esas fueron palabras suficientes para que Jimin salte sobre sus labios.

Ellos se habían besado muchas veces pero esta vez fue diferente. Pues era un beso cargado de deseo y tensión sexual.

El pelinegro devoro los labios de Jimin con devoción, como si fueran el más rico manjar del planeta y una guerra de lenguas comenzó.

Jimin rodeo el cuello de jungkook y éste puso su mano en uno de sus muslos por debajo del short, acariciando la suave piel del rubio

Jimin se dejo llevar por el calor del momento y en el medio del húmedo beso se subió a horcajadas apoyando su trasero sobre la creciente ereccion de Jungkook.

—Jimin, lo siento, yo no puedo controlarlo—se excuso Jungkook

Jimin movió descaradamente sus caderas  restregando su trasero contra el semiduro miembro del contrario haciendo que un exquisito gemido se escape de los labios del pelinegro y a su vez friccionando su propio miembro contra el estómago de Jungkook