Capítulo 102. Conversación

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Cuando salieron del baño, el comedor estaba en silencio. Los camareros esperaron en silencio mientras ponían los platos sobre la mesa.

Ling Han y Zhu Beixian se acercaron y se sentaron. Los dos estaban en el mejor lugar del restaurante, justo al lado de la enorme pared de vidrio, con una vista de la ciudad de noche. Ahora eran alrededor de las 7 PM y el cielo ya estaba nublado. Las nubes se amontonaban en el cielo, por lo que era imposible ver las estrellas y la luna.

—¿Te gusta? —Zhu Beixian preguntó cuando lo vio mirando el paisaje nocturno.

—Oh, está bien —contestó Ling Han.

Zhu Beixian se rió y aplaudió. Un momento después, flotó una melodiosa pieza de piano. Ling Han se dio la vuelta y vio la plataforma del piano en el centro. Un pianista vestido con esmoquin estaba sentado detrás de un piano negro, tocando el piano. Sus dedos delgados bailaban como mariposas, y hermosas notas salían de sus dedos.

Era un restaurante espacioso y luminoso que pertenecía a sólo dos personas. Había buena comida, música melodiosa y hombres guapos... Ling Han sintió que si fuera una mujer, definitivamente se conmovería hasta las lágrimas. Era una pena que no fuera una mujer, y mucho menos alguien que pudiera ser tentado. Ling Han sabía que estaba sospechando su propia reacción, por lo que fingió estar enojado y dijo:

—¿Me tomas por una mujer?

Zhu Beixian se sorprendió y dijo:

—¿Por qué piensas eso?

Ling Han señaló el piano, luego señaló el bistec frente a él.

—¿No lo parece?

—Si te importa, puedo dejar ir al pianista.

Ling Han decidió seguir con su obstinación hasta el final, arruinando el enfoque de Zhu Beixian.

—¿Entonces admites que me persigues con el método de perseguir a una mujer?

Zhu Beixian negó con la cabeza con una sonrisa amarga.

—No seas así, sabes que no es lo que quiero decir.

—Odio cuando la gente me trata como a una mujer —Ling Han se puso de pie con el rostro lleno de ira.

Zhu Beixian todavía no estaba enojado. Después de evaluarlo por un momento, se cruzó de brazos y entrecerró los ojos.

—Estás actuando un poco raro hoy.

El corazón de Ling Han dio un vuelco, pero entendió que no podía retroceder ahora. Era hora de competir en actuación.

—Hoy no tengo curiosidad, pero siempre la he tenido —Ling Han se burló—. ¿Crees que te creeré solo porque hiciste eso?

Zhu Beixian frunció el ceño. Probablemente no esperaba que Ling Han tuviera una reacción tan grande.

Ling Han sabía que tenía que dar una razón para estar enojado, de lo contrario, Zhu Beixian definitivamente sospecharía, por lo que dijo:

—He estado bajo tu mando durante tanto tiempo y nunca has estado interesado en mí. Incluso tuvimos una pelea, ¿por qué de repente quieres perseguirme? Si fueras yo, ¿qué pensarías?

—Así es como es —la expresión de Zhu Beixian se relajó un poco—. De hecho, si yo fuera tú, sospecharía mi propósito. Pero quiero decir, lo digo en serio.

Ling Han lo miró con recelo.

Zhu Beixian vio que no podía engañarlo y lo admitió con un suspiro.

—Está bien, te diré la verdad. Me gustas porque eres como una persona.

Mis vergonzosos días con el Emperador del CineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora