Carta 2

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La maestra es muy linda, pero su nombre es muy gracioso. Mamá me dice que nunca debo burlarme del nombre de los demás, pero no puedo aguantar la risa cuando los demás profesores le dicen "Maestra 'Glorieta'".

El día de ayer nos invitó a escribir cartas. Sí, cartas. Para personas del otro lado del mundo. Chinos, españoles y oaxaqueños. Si te habrás dado cuenta, jamás me presenté. Me llamo Victoria, aunque mamá y Botones me dicen Vicky. Me decían, porque apareció Botones. Estaba colgado bajo un árbol. Lo habían pintado de rojo. De seguro fueron los niños de la otra calle. Mamá cuando lo vio habló con papá. Yo ya lo había visto. Un hombre lo puso en la noche. Y por más que grité hacia la ventana, Botones nunca me escuchó. Creo que fue culpa de la lluvia.

Mamá me cerró los ojos y me susurró que Botones se iría por un tiempo. Papá llamó a la policía. No sé por qué. Pero después descolgaron a mi conejito. Y desde la ventana me despedí de él.

No quise decirle nada a papá sobre la persona quien dejó a Botones. Tenía miedo que lo castigaran por escaparse. Es por eso que te los cuento a ti.

La maestra también dijo que nuestras cartas serán enviadas dentro de un mes, así que, estoy tratando de escribir lo más rápido posible. No tengo muchas cosas por contarte hoy, bueno, solo una cosa más. Encontré una flor morada en mi mochila. Me encantan las flores rosas, no moradas, así que la tiré.

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Sé que, una pequeña niña no escribiría comillas, pero, es una forma en la que puedo re-redactar un escrito. Espero les guste. Sé que es muy, pero muy corto, pero apenas estamos comenzando. Les agradezco mucho.

Los conejos se suicidan en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora