Carta 3

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Hay una nueva niña en la clase. Se llama Andrea. Es una niña idéntica a mí. Incluso la maestra dijo que somos casi gemelas, solo que ella tiene el cabello demasiado largo y mucho más oscuro que el mío.

Me senté junto a ella. Le pregunté de dónde era, pero no respondió. Supuse que tenía mucha pena porque tenía las mejillas amoratadas como una muñeca fea.

La maestra le pidió leer y todos se terminaron burlando. Creo que no todos los niños aprenden rápido. Y simplemente se recostó sobre los cuadernos. Tenía la misma cara que puse cuando me despedí de Botones.

En la hora del almuerzo la encontré sobre un columpio. Sus brazos estaban descubiertos y muy arañados. No quise preguntarle, sé que no me contestaría, así que solo me quedé a un lado. Le compartí mi emparedado de jamón y se lo comió de un solo jalón. Me enojé mucho por eso.

Le volví a preguntar de dónde venía Ella me respondió con una mueca cansada que su nuevo papá la trajo a vivir aquí, pero que no le gustaba estar con él porque es un hombre malo. Su mamá se la pasa trabajando todo el día y casi nunca pasa tiempo en casa. Pero estaba feliz de haber hecho una nueva amiga.

Le hablé de las cartas que enviaremos al otro lado del planeta. Y se sorprendió mucho, pues solo había visto a las personas por una pequeña televisión que su nuevo papá tenía en casa. Por lo que yo escribiré un poco de ella para que también la conozcas.

También te cuento que hoy antes de venir a la escuela, el hombre que estaba junto a Botones la noche que pareció colgado me regaló una pequeña flor morada. Le dije que no me gustaba así que se la devolví. Parecía muy molesto. Cuando mamá se acercó, el hombre se había ido, pero había dejado tirada una pequeña foto. Al mostrársela a mamá, tomó su teléfono y le llamó a papá.

Nuevamente llegó la policía a cargo de un hombre gordo, nariz larga y dientes amarillos. Papá le mostró la foto y llamaron a todos los vecinos. Mamá estaba gritando, no entendía el por qué. Pero creo que fue algo muy malo porque hasta mi nueva amiga estaba allí.
¿Sabes qué fue lo mejor?

Encontré un pequeño peluche. Era un conejito, solo que no tenía ojos. Pero a mí no me molestó, era muy bonito. Lo llamaré Bigotes. Extraño mucho a Botones, pero sé que no regresará.

Me despido de ti. Papá me está llamando.

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Poco a poco vamos formando la historia. Gracias a Uds. Un abrazo fortísimo.

Los conejos se suicidan en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora