Malditos Sentimientos

Lo que marco mi vida II

En el momento en que nos dirigímos a la casa con el señor Osvaldo, le pregunte si era posible que nos llevara al parque un rato, a lo que me respondió que no le veía ningún problema, así que nos llevó un rato a el parque. Al llegar a nuestro destino nos dirigimos hacia la casa abandonada del bosque para intentar arreglarla, pero al llegar recordé que aquella casa era muy oscura, solo había algo de iluminación cuando el día estaba soleado. 

-mierda- dije estresado

-¿Qué paso?- Dijo Kamila

-Es que se me olvido que esta casa es muy oscura por dentro

-Tranquilo yo tengo la solución-dijo sacando dos linternas de su maleta morada

-genial

Después de prepararnos, procedimos a entrar a la casa por las grandes puertas rojas, y al entrar recordé nuevamente lo hermosa que era esta casa, y mientras más explorábamos la casa guiados con las linternas me di cuenta de que era un sitio agradable y pacífico, hasta que llegue a una habitación que al parecer los antiguos dueños habían olvidado desocupar, era la única habitación de la casa amueblada, al entrar a la habitación  la primera impresión fue ver los muebles estaba muy polvorientos, pero a pesar del estado de abandono en el que se encontraba la casa los muebles estaban casi intactos y sobre todo por el mueble de cuero. Pero lo que más me llamo la atención fue una cajita de metal que posaba sobre el mueble de cuero, la cual procedí a abrir y encontré un libro y un colar junto a sus aretes de corazones.

-Kamila mira esto-

-.......

No escuche nada a si que me di la vuelta y alumbre con la linterna toda la habitación y note que Kamila no estaba, y para ser sinceros no avía escuchado nada desde las escaleras, a si que me di la vuelta y Sali de la habitación para buscar a Kamila

-KAMILA, KAMILA, KAMILA, DONDE ESTAS

Gritaba mientras corría por la casa, hasta que me golpee con algo que me callo encima, en ese momento la linterna callo al lado y sentía algo un poco pesado sorbe mi y algo tibio en mis labios. Cuando de repente la linterna rodo, logrando alumbrarme la cara para darme cuenta de que con lo que me golpee había sido Kamila, la cual estaba en sima mío con lágrimas en los ojos y dándome un beso por accidente. En el momento en el que Kamila abrió sus ojos lloros y vio que me estaba besando, se levantó inmediatamente para pedirme perdón y entre lágrimas explicarme que la linterna que tenia se había quedado sin batería haciendo que se perdiera en esa oscuridad.

-está bien dejémolo por hoy, y vengamos el domingo

Kamila movió la cabeza diciendo que sí, entonces decidimos dejar la exploración por ese día e irnos para la casa. Todo el camino del parque a la casa fue un recorrido un tanto silenciosos ya que no mencionamos nada de lo ocurrido. Al llegar a mi casa me despedí del señor Osvaldo y de Kamila, al entre a mi casa fui recibido por mi mama la cual me dijo que me tenía una buena noticia, me cogió de la mano y me sentó en la sala del comedor.

-espérame a qui, te voy a presentar a alguien- dijo con una cara de felicidad

Después de decirme eso me quedé esperando unos segundos hasta que volví a entra por la puerta de el comedor, entrando cogida de la mano con un señor, era un poco más alto que ella, también era un tipo acuerpado de pelo negro.

-Diux te presento a Miguel, Miguel te presento a Diux mi hijo

En ese mismo momento mi mente reacciono rápido mierda que, cuando, porque, por eso mi mama estaba tan de buen humor esta semana, voy a tener un nuevo papa, ¿qué mierda cuando paso? Tenia muchas preguntas en ese momento, y quería muchas respuestas, pero volteé a ver a mi mama y la vi tan feliz, lo cual me hizo recordar los momentos en lo que estaba papa.