Sus ojos se entreabrieron más de una vez, un parpadeo bastaba para captar una nueva imagen que no conseguía procesar: estrellas, follaje; todo acompañado por el sonido de animales nocturnos ocultos entre los matorrales. De repente todo se desvaneció y al medio enfocar la visión, una vez más, consiguió captar un tejado artesanal antes de volver a perderse en la penumbra.
Un momento después dejó de sentir frío y percibió cerca de su cuerpo alguna fuente de calor; luego, sus labios rozaron la dureza de un cuenco que vertió en su boca algún líquido, tosió cuando bajó por la garganta mientras se sumergía en recuerdos.:
Su cuerpo reposaba inerte en el suelo cuando el agua comenzó a sobrepasarle. Sin poder respirar, brazos y piernas empezaron a mlverse con vehemencia en un vago intento por salir a flote, sus cansinos ojos presenciaron el momento en que una enorme mano le sacó antes de ahogarse y luego todo se hizo negro.
Se incorporó de golpe por el susto y volvió a toser. Delante de sí contempló al misterioso hombre: su piel morena iba decorada por marcas tribales y algunos símbolos que no supo interpretar. Una pequeña fogata había en el centro de la choza donde se encontraban, el batir del fuego hacía temblar a las sombras proyectadas en las paredes de apariencia barrosa al igual que bailaba su propio reflejo y el de las flamas sobre los grisáceos ojos del sujeto que a la vez le veían con preocupación.
—Pólux, mi luz —expresó el hombre, sosteniendo la mano de Chandler que apenas recuperaba la consciencia.
Por un instante deseó que su compañera de vida tomase el control pues estar en aquella situación le obligaba a trepidar, el miedo le consumía, pero el extraño sentimiento de soledad era mucho peor. Charlotte no emitía el más mínimo sonido.
—Te he buscado —añadió el sujeto y Chandler seguía sin comprender.
—A-amigo —le dijo en bajo, entre temblores que no consiguió controlar.
El hombre le tomó por los hombros y sobó sus brazos en un intento quizás por calmarle, fue entonces cuando notó la ausencia de las hombreras y capa, quizás perdieron esa parte del traje en el...
—Agua —balbuceó Chandler ante el recuerdo, el hombre dejó de tocarle y se giró para alcanzar desde la fogata, una jarra de barro desde la que vertió un cálido líquido al cuenco, luego le dio de beber. Solo después de tragar pudo seguir—: N-no, no, me refería a esto, p-pero gracias...
—Draco, mi luz, ese es mi nombre; pareces haberlo olvidado.
—Bien, Draco, y-yo n-no soy P-pólux. Ni siquiera sé quién es o de qué hablas.
—Antes de la creación... —dijo el hombre, el gris de sus ojos no abandonaba los de Chandler. Le tomó una mano y sonrió para después añadir—: Viene la destrucción. —Se señaló a sí mismo y asintió despacio con la cabeza, el chico continuaba perdido—. Tú eres la luz de la vida y la creación, mi amada, Pólux.
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La Luz de Géminis
FantasyUn cuerpo, dos almas distintas y un pacto para vivir media vida. De día, un joven universitario; de noche, una desenfrenada drag queen; cada uno posee habilidades secretas y tendrán que debatirse entre seguir ocultos o enfrentar el mal que amenaza a...