Mini Heartstopper en Español

Serendepia 🌼

Sarah

Crié a Nick prácticamente sola, cuando su padre y yo nos separamos intenté con todos mis esfuerzos que todo fuera lo más normal y natural para él y David.
Nick y su hermano eran la noche y el día, David tenía un temperamento fuerte e independiente, Nick sin embargo era dulce, cariñoso y apegado.
Amaba a todos los animales pero tenía devoción por los perros, así que las primeras navidades sin su padre en casa adoptamos a Nellie, fue amor a primera vista, se convirtieron en amigos inseparables.

A medida que Nick fue creciendo, en casa seguía siendo el aquel niño tierno y dulce con el que tenía una complicidad absoluta, pero poco a poco vi como su luz iba menguando lentamente. Se volvió más serio, más ambiguo.
Cuando Charlie vino a casa por primera vez pude ver como brillaban sus ojos al mirarse, recuperé a aquel niño juguetón e inquieto que había desaparecido, los admire en silencio sin perturbar su complicidad.

Ví como se enamoraban el uno del otro, era casi un espectáculo mágico de la naturaleza , el aura que había al su alrededor con cada carcajada, con cada juego de manos inocente en los que sin querer sus dedos quedaban entrelazados por minutos hasta que ruborizados se soltaban , observarlos era como tomar un chocolate caliente en el más frío invierno al calor de la chimenea.

Fuí espectadora de sus primeros abrazos donde ninguno se atrevió a expresar sus sentimientos con palabras, pero sus miradas lo decían todo.
Si en lo extenso de tiempo y del universo hubiera realidades alternativas o existieran otras vidas y la reencarnación, estoy completamente segura de que Nick y Charlie se las arreglarían para encontrarse en todas y envejecer juntos.

Supe casi desde el primer momento que Nick se había enamorado profunda e irremediablemente de Charlie, pero no quise intervenir, sabía con seguridad que mi hijo tenía la suficiente confianza en contármelo y que cuando por fín se decidiera ahí estaría yo para rodearlo con mis brazos, que habían sido su refugio hasta ahora.
Así que aquel día que llegó de la playa, con el rostro radiante, el corazón lleno de amor y los ojos brillando como el destello de las estrellas en el firmamento, supe me confesaría que había encontrado a su alma gemela.
Y yo solo siento algo de tristeza de que por su mente hubiera pasado la idea, aunque solo fuera fugazmente, de que no podía contarmelo.
Su felicidad era la mía y sí había algo de lo que estaba orgullosa es de haber criado a Nick en un entorno de amor respeto y tolerancia. Y tuve fe en que con su amor eterno inspiraría a muchas personas y llenarían los corazones de amor y valentía, y sanarían miles de almas rotas.