Darcy 🎺

787 42 9
                                    

Me despierto algo tarde como siempre, y voy a la cocina en completo silencio. No quiero despertar a mi madre, por lo que preparo mi desayuno. Tomo un bowl morado, vierto leche y para terminar lo lleno de cereal froot loops.

Me alerta el sonido de una notificación en mi iphone. Seguramente sea un mensaje de Tara— sonrío atontada mientras dejo la caja de cereal al borde de la mesa con tan mala suerte que cae al suelo.

— ¡Darcy! — Grita mamá.
—  Mierda…
— ¿¡Acaso crees que somos ricas para andar desperdiciando la comida en el suelo!?
— No, lo siento. Ha sido un accidente. — lamento como si por primera vez me fuese a escuchar esa mujer.
— ¡Siempre es lo mismo contigo! — bufa.

Recojo la caja y me siento en el piso, contemplando como se hunden los cereales, mientras mamá continua con su listado de todas las cosas que hago mal.

Fui producto de dos adolescentes sin protección que no supieron medir riesgos. El embarazo adolescente no tiene nada de malo siempre y cuando tu mamá sienta algo de apego y cariño por ti, que evidentemente no era mi caso.
Mi padre se marchó y nunca supe quién era, solo conocí a la enorme lista idiotas que pretendieron a mi madre: con los que nunca acabó bien.

Antes de darme cuenta de mi orientación sexual, pensaba que esa situación había sido la causa de mi rechazo a hacia chicos.

La mayoría de las veces era muy difícil lidiar con mamá.
— ¿Porque no te vistes como una señorita?
— Hmm… — rodo la mirada.
— Necesito que vayas a la tienda antes de irte.
— ¡Pero mamá, voy tarde!
— Sólo es la escuela no es nada importante. — afirma.
— ¡Pero mamá!, ¡Yo...

El silencio envolvió la habitación tras el escándalo de una gran bofetada propinada por mi madre.
Bajé la cabeza.
No quería que me viera llorar.

— ¿Sí viste lo que me obligaste a hacer? Estos jóvenes de ahora ya no quieren hacer nada. Sólo viven perdidos en el teléfono. ¡Si tanto quieres ir a la escuela ya vete

Me levanto de la mesa sin terminar mi desayuno, después de todo ya no me queda apetito, solo me apetece desaparecer, salir de casa y no pensar más en lo que acaba de ocurrir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me levanto de la mesa sin terminar mi desayuno, después de todo ya no me queda apetito, solo me apetece desaparecer, salir de casa y no pensar más en lo que acaba de ocurrir.
Agarro mi mochila y me marcho a la escuela sin despedirme, cuando llegó el conserje me ve entrando a escondidas pero finge no hacerlo.

Entonces llegó al pasillo donde está situada mi aula y ahí al fondo a dos metros de la puerta de entrada está ella, Tara. Le hace mil preguntas a la señorita Moore, aún sostiene entre sus manos su maletín lo que me indica que aún no ha entrado al aula y que no ha notando mi ausencia.

 Le hace mil preguntas a la señorita Moore, aún sostiene entre sus manos su maletín lo que me indica que aún no ha entrado al aula y que no ha notando mi ausencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mini Heartstopper en EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora