IV

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Estaba ordenando mi habitación  y  escuchando música. Movía las cosas, usaba lápices como micrófono mientras caminaba por la habitación... Pues era mi día libre y no me apetecía salir, así que aproveche para centrarme en mí misma.

Luego de ordenar mi cuarto, me dí un baño relajante mientras tenía una mascarilla en mi rostro, salí de ahí en una bata de baño y me dirigí a la cocina por algo para comer. Cuando estuve apunto de abrir el refrigerador alguien golpeó la puerta... Era Megumi.

Hola... - dijé olvidando que tenía una toalla en la cabeza y aún estaba con mi bata de baño.

Hola - saludó con un leve sonrojo y desvió su mirada - ¿Puedo pasar?

Le hice un gesto indicándole que podía entrar, entró y se sentó en una silla que tengo en mi escritorio y empezó a hablarme sobre un libro que había empezado a leer hace poco.

Esto ya era común, pues durante la última semana estuvimos hablando y nos dimos cuenta que teníamos cosas en común, esto hizo que nos acercaramos más, haciendo que pasáramos tiempo en la habitación del contrario y entrenaramos juntos. Además, me empezé a dar cuenta que podríamos ser buenos amigos.

¡El libro se ve interesante! - exclamé sentada en mi cama - Deberías recomendarme más libros así.

Sé que no va con el tema- empezó - Pero en casi un mes es el evento de intercambio.

¿Un evento de intercambio? - dijé totalmente confundida - ¿ Es un evento para intercambiar cosas? - esté negó con la cabeza.

Te explico, un evento de intercambio con la escuela de Kyoto, solo son batallas individuales y una campal - habló - Deberíamos participar el año que viene, pero los idiotas de 3ero fueron suspendidos y Okkotsu está en el extranjero, así que tenemos que participar - se levantó del asiento y caminó un poco mientras hablaba.

Oh... Bueno, eso es genial - dijé levantándome de la cama - Deja me visto y ahorita hablamos - esté tenía un notable sonrojo, entre al baño y unos minutos después salí.


                                 🌸🌸🌸

Salí y ví que estaba sentado viendo su celular a un costado de mi cama, así que me senté a su lado.

¿Te puedo llamar "Megumi"? - pregunté.

Si quieres - dijó.

¿Esa es tu novia? - dijé luego de ver la pantalla del celular de éste.

No, es mi hermana. - respondió.

¿Y tienes novia? - volví a preguntar.

No - contestó.

¿Te gusta alguien? - hice otra pregunta. Esté me miró, pero no contestó y tampoco quize insistir.

¿Alguna otra pregunta, señorita Hinata? - cambió el rumbo de la conversación.

No, pero ningún "señorita", es " señorita detective". - le corregí - Porque quiero saber más de la vida de este misterio chico - dijé mientras lo señalaba de forma acusadora.

Lo que digas - contestó.

¿Te apetece tomar algo? - pregunté.

Si. ¿Café? - contestó dudoso.

¿Te gusta el café? - pregunté sabiendo que la respuesta era afirmativa.

Si, supongo que por la manera en que lo dices a ti no, - insinuó - ¿verdad?

Tienes toda la razón. - le afirmé - ¿Quieres otra cosa que no sea café? Cómo por ejemplo: té.

No me quejo. - respondió esté.

¿Quieres algo para comer? - le pregunté.

Te diré que "no", porque obviamente lo único que tienes son dulces. - volvió a insinuar.

¿Odias los dulces? - dijé.

No los odio, solo no me gustan. - se encogió de hombros.

Con razón siempre andas amargado, te falta azúcar. - murmuré pero igual escuchó.

¡Sólo me gustan las galletas de jengibre! - defendió esté como si fueran a matarlo por sus gustos de comida.

Si, ya escuché. No hace falta ponerse a la defensiva, señor amargado. - le contesté.

Tú odias la bebida más amada del planeta - habló refiriéndose al café.

Si, lo sé. También odio las fresas y los duraznos. - confirmé.

Dejamos de discutir y procedí a hacer el té para chismear un poco, como buenas comadres. Al terminar de hacerlo lo puse en la mesa y ambos nos sentamos en el suelo.

¿Qué es lo más ridículo que has hecho? - pregunté.

Pues, ¿Apalear a todo los delicuentes de mi secundaria? - contestó - ¿Eso cuenta?

Eso creo. ¿Por qué? - le pregunté.

Por molestar sin razón a otras personas, pero en ese entonces me parecía genial, sin embargo luego de muchas cosas, ahora me parece patético. - explicó.

¡Oh! Ahora lo mío parece demasiado penoso más que ridículo. - reí un poco.

Ya veo pero, yo quiero saber eso tan penoso ahora. - expresó.

¿¡Enserio!? - me exalté al punto de casi ahogarme con el té.

Asintió con la cabeza en señal de afirmación.

Está bien, pero no te vayas a burlar - le advertí.

Hizo un sonido de afirmación con la garganta.

Bueno... Me corté el cabello a la altura de la barbilla y luego me hice unas mechas mal hechas de color azul. - solté avergonzada al contarle eso. - Lo tuve así durante la mitad de mi último año de secundaria.

¿Sólo eso? - cuestionó.

Si,me veía súper mal. - me encogí de hombros.

Quiero ver una foto. - dijó.

No tengo. - respondí a la defensiva.

Como digas. - me contestó.

En eso comenzó a sonar mi celular, era mi mejor amigo, Robert.

¡Hola, Rob-Rob-Robert! - atendí la llamada - Pensé que te habías olvidado de mí.

Eso nunca, Hinata. - dijó. Casi pude ver su sonrisa.

Robert es mi mejor amigo desde la infancia, siempre hemos sido inseparables. Él siempre ha estado junto a mí en los momentos difíciles, en pocas palabras es una persona muy importante en mi vida.

Durante toda la llamada, Megumi se me quedó viendo esperando a que colgará para seguir conversando tranquilamente.

Un beso, cuídate. Adiós. - me despedí y colgué la llamada.

¿Quién era? - interrogó mientras yo aún veía  mi teléfono con una pequeña sonrisa.

¿Acaso eres policía? - pregunté.

No... - negó con la cabeza. - Solo quiero saber con quién estaba hablando mi amiga.

¡Somos amigos! - alzé la voz y di un pequeño festejo.

Este volteó los ojos y continuó hablando de cualquier otra cosa, evitando aquella situación. Y yo sequía festejando mentalmente.

Primeras Veces [Megumi Fushiguro 🌛] [+18] [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora