XIII

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- Nobara sigues tú - .

Le llamé y se sentó en la cama, dónde me encontraba para tratar sus heridas.

Yuji estaba acostado en la otra cama, viendo su celular ; él fue el primero al que traté, pues no necesitaba tanto tiempo.

Y si, es ilógico que primero ayude al que tiene menos probabilidades de morir de morir. Lo sé.

Auch... - se quejó Nobara.

Ya casi acabo. - la calmé.

Pareces niña pequeña. - se burló el azabache.

Piricis niñi piquiñi . - repitió la pelicorta.

¡No te muevas! - le advertí. - y tú, deja que termine esto.

Pose una curita en la mejilla de la castaña y le avisé que ya estaba lista, me agradeció, pero se quedó sentada como si esperara otra cosa.

¿Un beso para  reforzar la amistad?

¿Te puedes levantar? - le pregunté.

Claro. - asintió - Fushiguro te toca. - sonrió con fastidio y se fue a otro lado de la habitación.

Me volteé hacía el pelinegro y le hice un gesto para que se acercará, cosa que hizo.

Siéntate. - le ordené. - ¿No ves que estoy enana?

Rió ante lo último dicho y se sentó.

Gracias. - .

¿No estás enojada conmigo? - preguntó, parecía nervioso.

No, claro que no.  - contesté, mientras pasaba un algodón con alcohol por su rostro. - Entiendo que todo esto es nuevo para ti , y claro, admito que también para mí. Así que... Estamos ambos en esto.

Bueno... Estos días pensé sobre eso y... - soltó al instante de que termine de hablar.

¿Y qué? - le interrumpí, ansiosa por lo que iba a decir.

¿Quieres salir conmigo? - se encogió de hombros.

¡Claro! - exclamé muy emocionada, soltando el algodón que tenía en la mano.

Busqué uno nuevo y seguí con mi labor.

¿Se durmieron? - habló en un susurro.

Asentí.

Los chicos dormían en la otra cama.

¿Te parece que salgamos mañana? - sugirió.

Si... Cómo quieras. - dijé con una inmensa sonrisa.

Terminé con el rostro del chico frente a mí y seguí con sus brazos.

Quítate la camisa. - ya se había quitado la chaqueta que cargaba.

Se la quitó.

Tremenda obra de arte.

Tenía frente a mí, su definido abdomen desnudo, su tez clara, y apesar de tener un cuerpo trabajado daba un aire delicado .

Visualize ese espectáculo un par de segundos. Pensé en tocar, pero no quise incomodarlo.

Volví a fijar mi mirada en su rostro y dijé:

Hablando de lo de mañana... - busqué un poco de algodón en el botiquín. - ¿Qué haremos?

Sorpresa. - pronunció.

Me senté a su lado para empezar con uno de sus brazos.

Hinata... - susurró .

¿Qué pasa? - puse una venda en su brazo.

Primeras Veces [Megumi Fushiguro 🌛] [+18] [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora