Capítulo 8

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- Padre:hija...

- Claudia: responde, ¿que cojones haces aquí? ¡No tienes derecho a estar aquí! - grite con todas mis fuerzas -

- Padre: cariño, vengo a hablar contigo - intento explicarse -

- Claudia: no quiero hablar contigo, ni ahora, ni mañana, ni nunca. Te lo deje muy claro cuando era pequeña - lo mire seriamente a los ojos -

- Padre: cielo, se que, no hemos acabado muy bien, pero podemos solucionarlo, ¿si? - se acercaba a paso lento -

- Claudia: ni de coña, tu crees que esto es Disney o algo, pero no. Le hiciste daño a mamá, la maltrataste y por poco no me lo hiciste a mi. Y ahora vienes como si fueses el mejor padre del mundo, uh-uh. - negué repetidas veces con la cabeza y me aleje lo antes posible - Ni te me acerques y quiero que te larges ahora mismo de aquí o llamaré a la puta policía.

- Padre: Claudia, cuida ese vocabulario, yo no te eduque así para que me eches y me insultes como si nada - reprocho como si tuviese autoridad -

- Claudia: es que tu ni siquiera me educaste imbécil y tengo el derecho a insultarte si se me da la puta gana. Y créeme, tengo más autoridad que tú para echarte de aquí, porque no vives aquí, así que lárgate, ¡ya! - cogí un jarrón como si nada y lo tire al suelo, cerca de donde el estaba. -

Quería que viese que estoy realmente enfadada y tenía unas ganas intensas de coger su cabeza y estamparla varias veces contra la mesa del salón.

Intente calmarme, cogí aire varias veces e intentaba mirar a mi madre para calmarme, pero no puedo, no me puedo calmar, quiero que se large.

Al ver que no se movía, me acerqué para coger su brazo y a tirar de él para llevarlo a afuera.

Él no se movía, más bien, tiraba de mi muñeca hacia él. Yo forcejeaba, incluso mi madre se había metido para ayudarme, pero él la empujó contra la pared.

Grité lo más fuerte que pude, tanto que rompí una foto que tenía con mamá. Logre soltarme y me dirigí a la puerta, abrí la puerta y salí al exterior.

No podía ver bien, debido a que las lágrimas nublaban mi vista. Choque con algo, tarde un poco en darme cuenta de que era una persona.

- Jack: ¿todo bien? - preguntó abrazándome -

Negué con mi cabeza pegada en su pecho, dejando que mis lágrimas humedecieran su camiseta.

- Claudia: mi padre está en casa...

Eso fue lo único que se oyó, un silencio inundó la zona en la que estabamos, Jack me abrazó con más fuerza, dejando que me deshaga en sus brazos.

- Jack: ¿Quieres dormir en mi casa, peque? - preguntó con un tono dulce y bajo -

Ni siquiera emití un sonido, solo moví mi cabeza de forma afirmativa. Jack se agachó un poco y tiró de mis piernas hacia arriba suavemente, para que las enganchasé en su cintura.

Empezó a acariciar mi pelo lentamente, mientras empezaba a caminar, avanzando por la oscuridad de la noche. Tardamos un poco en llegar a su casa, yo seguía sin soltarme, solo lloraba como una niña pequeña.

- Jack: ¿Quieres comer algo? - fue lo único que dijo -

- Claudia: n...no, gracias

Oí un suspiro por su parte, vi como subimos a su habitación. Con un poco de esfuerzo, logró soltarse de mi agarre. Se acercó a una cómoda, o eso creo. Se volvió a acercar a mi para mostrarme unos pantalones cortos.

- Jack: póntelos, yo me saldré de la habitación. Te quedarás aquí esta noche, ¿vale?

Asentí ante su propuesta y cogí aquel trozo de tela y esperé a que saliese de la habitación, lo cual no tardo en hacer. Me levante, me deshice de mi falda, me quite su sudadera y me deshice de mi jersey.

Me puse el pantalón y me volví a poner la sudadera. Me acerqué al baño y me lave la cara y me quite el moño, cogí un peine y quite mis enrredones.

Volví a su cama y me tape con las sábanas, oí que la puerta se volvió a abrir, que varias cosas se caían al suelo, supongo que se habrá quitado la chaqueta y las botas.

Sentí un peso al lado mio y como unos brazos me rodeaban por debajo de las sábanas, me gire y me aferre a su cuerpo.

- Jack: tranquila, todo estará bien princesa. Ya verás como todo se soluciona - susurro en mi oido lentamente - duerme un poco, mañana lo solucionamos

Poco a poco mis ojos se fueron cerrando, quedándome completamente dormida

"Sollozos y llantos resonaban por la casa, golpes y gritos se hacían presentes. Claudia, quien estaba en su cuarto, se levantó lentamente de la cama.

Se acercó a la puerta y giro el pomo lentamente, caminaba por el pasillo, intentando que sus pasos no se oyeran ni lo más mínimo. Bajo un poco las escaleras, mirando a través de los barrotes de madera.

No había nadie, la menor no lo entendía, porque aún se oían aquellos ruidos espantosos. Continuo bajando hasta dar con el salón, el cual estaba deshabitado.

Recorrió el salón con la mirada, no había ni fotos, ni cuadros, ni decoración, solo un par de muebles viejos.

La expresión de su cara seguía siendo la misma, una cara confusa. Siguió buscando la razón de los ruidos, se movía lentamente, el miedo y la curiosidad invadía su alma.

Llegó a la cocina, pero obtuvo el mismo resultado que antes, vacío. Los gritos no cesaron y ya la estaban volviendo loca, de repente, una luz empezó a brillar por la rendija de una puerta.

Continuará

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Wuenaaaas, ¿que tal hermosuras? Yo bien, espero que vosotros mejor <3

Obviamente, después de este ahi otro capítulo para que podáis leer dos seguidos.

Unos besitos y ahora nos volvemos a ver ❤️

~𝔻𝕖𝕧𝕦𝕖𝕝𝕥𝕒 𝕒 𝔻𝕖𝕣𝕣𝕪~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora