Circo Del Miedo Resident Evil 8

Parte 2 (Mia Winters)

He terminado quitando cada prenda de Mia, ella es maravillosa de pies a cabeza, todo su cuerpo es una verdadera obra de arte.

Estoy sobre ella, muy cerca, siento sus latidos.

Mia se a puesto tan sumisa que es imposible detenerme, ella estaba deseosa de ser tocada pues su cuerpo me lo dice al entregarse por completo a mí.

Yo haré que se olvide de Ethan Winters.

Comienzo a besarla, mimarla y acariciarla.

Acaricio todo su cuerpo sin dejar un solo espacio por recorrer.

Me encuentro con sus ojos... con su mirada...que mirada tan tierna.

Entonces me acerco lento a sus labios y la beso despacio... le doy un beso intenso, lleno de pasión y de esa excitación que nos desboca, me muerde el labio, son besos cargados de erotismo y furor, donde muestras lenguas se unen con delirio.

Mia se cuelga de mi cuello, poniendo sus piernas alrededor de mi cintura...continuamos besándonos apasionadamente...mi mano ya se ha perdido entre sus piernas...

Me siento como una zorra por como me estoy excitando al sentir a Mia bajo mi cuerpo. Esto es lo que le pasa al provocarme con sus gestos, con su mirada sensual, con sus deseos que han logrado encenderme.

Continuo besando su boca, mientras mi mano acaricia y penetra con dos dedos su zona íntima, poniéndola cada vez más mojada.

Abandono su boca y la beso suavemente en el cuello y voy bajando por sus pechos, acaricio con la lengua, chupo sus pezones que se endurecen, muerdo, esto hace que Mia suspire...sigo bajando por su vientre con suavidad... con besos y lamidas, que veo la encienden poniéndola muy caliente.

Poco a poco voy llegando a esa zona humeda, debilidad de toda mujer.

Beso su monte de venus, muy cerca, del clítoris, para ponerla más cachonda. La abro de piernas y le doy suaves besos en la parte interna de sus muslos.

Mia me sujeta de la cabeza, intentando dirigir mi rostro por completo a su centro.

- Cómeme el coño - es lo que ella intenta decirme de forma dominante y me seduce aún más cuando se pone ese plan mandón... me pone a mil por hora...

Entonces quiero provocarla, ponerla más caliente, más excitada. Vuelvo a subir para darle un beso... ahora soy yo quien muerde sus labios...que húmeda me estoy poniendo, tengo el coño inundado...

Mia me mira con lujuria y lascivia, me dice con esos ojos que ya no puede aguantar más.

Con una mano acaricio sus tetas y la otra se va hacia su coño para acariciarlo, ella gime.

Sinceramente siendo Mia una mujer hogareña y trabajadora y una exelente madre, nunca me hubiera imaginado tenerla de esta manera.

Le susurro que la voy a hacer tener el mejor orgasmo de su vida y ella vuelve a tomarme de la cabeza y dirigirme a su coño.

Entonces bajo hasta su sexo, le abro las piernas y le doy una suave lamida a el clítoris, para seguirle dando otras que la hacen enloquecer, atrayendo con sus manos mi cabeza dentro de su coño, siento su humedad en mi lengua, me pide que no pare, que siga. Ella hace un movimiento rítmico levantando y bajando las caderas, dándome con el coño en la cara... meto mi boca dentro de su coño, para continuar chupando y lamiendo... le doy pequeños mordiscos en los labios vaginales y en el clítoris provocando en Mia gemidos y chillidos.

Le pido que se corra en mi boca, quiero saborear lo que fluye de la flor de mi deseo y sigo aún más rápido, hasta llevarla al orgasmo, siento como su éxtasis y su orgasmo se derraman en mi boca sintiendo su calor... succiono... hago sonidos al sorber esos flujos y ella continúa gimiendo.