EFECTO ELIPSIS ||SasuSaku||

"Nuevo"

"Se llaman Sakura-Anuncia el general al percatarse del deslumbramiento del niño.-Y tienen un significado bastante interesante [...]"

CAPITULO UNO. 

"NUEVO"

Parécele que todos aquellos arboles que dejaba atrás, debido a la velocidad constante que mantenía el tren, eran similares a los manchones de tinta que alguna vez, por mero accidente, habían terminado con la pureza del vestido favorito de su madre; se mortifico terriblemente al pensar en todos los castigos que la peli azabache mayor pudiese imponer pero (como solía pasar a menudo) Itachi apareció y arreglo todo en un parpadeo (si echarse la culpa se puede llamar una medida rápida de escapar de al menos un buen regaño), y entonces recordó con un gran dolor en el pecho que su hermano ya no estaba ni estaría mas.

El pequeño oji ónix, aun con las manos en su regazo y la vista perdida en la ventanilla, suelta un suspiro demasiado grande para alguien de su edad, no ha podido dejar de pensar en Itachi, bien embobinado en su pequeño cuerpo el uniforme militar, parado en la estación con la palma de la mano extendida articulando un "nos veremos pronto hermano" desde mas o menos empezó el viaje, ya no habría nadie quien se echase la culpa por sus travesuras o quien jugara con el al escondite, peor, ya nadie le leería cuentos y su madre seguramente contrataría a una institutriz obesa y mal humorada como la que tuvo antes de que Itachi se ofreciera a enseñarle el mismo francés y a practicar piano; por si fuese poco los escasos amigos que tenia se habían quedado en Londres junto con su hermano. Y aunque era muy inteligente no podía figurar una vida nueva apartado de todo lo que conocía, tan solo su padre había dicho que el campo no era muy diferente a la ciudad,  que la aminoración sonora ayudaría bastante a que la enfermedad en el corazón de su madre no empeorara y a final de cuentas por eso, como todo un hombre, ayudo empacando sus juguetes y sus libros, y claro, se había perjurado cuidar de Mikoto cuanto durara su estadía en la granja, porque no era medico pero era lo suficientemente consiente de que una enfermedad en el corazón no era nada para aligerarse.

-¿Es que estas pensando Sasuke?- pregunta la pálida mujer en el asiento frente al pequeño, Sasuke le dirige la mirada, ella luce lívida y, además de unas facciones extremadamente delicadas bastante semejantes a las de él, nota que en sus pupilas hay una chispa de emoción, él sonríe.

-En nada importante.

Mikoto asiente satisfecha, pero no de la respuesta sino de su hijo en general, de sus dos hijos mas bien, ambos siempre mas maduros a lo que dicta su edad, y lamenta alejar a Sasuke de esa sociedad para la que tanto lo educo y siente dejar a su primogénito en el colegio militar pero el teniente lo había ordenado y si el teniente Uchiha ordenaba algo, toda la familia debía asentir, el sabia bien como educar a sus hijos y cuidar a su familia, bien lo había demostrado llegando a ese rango en el ejercito.

Arribaron mas o menos a las doce del día. Sasuke, bien cogido de la mano de su madre, apenas bajo del tren sintió como un peculiar aroma a abeto inundaba sus fosas nasales, y mientras se dirigían a la salida con Takashi tras ellos (quien cargaba con su pertenencias mas indispensables) , seguía con la mirada a un puñado de mujeres vestidas con extraños trajes largos y elegantes, que de alguna manera les encontró parecido con las batas de dormir de Mikoto pues creyó que eran de seda y muy coloridas solo que estas terminaban en un moño gigante en la cintura de las chicas funcionando como corsé, pero lo que mas llamo su atención fue su peculiar rostro blanco y esos labios rojo carmín.

-Mamá-Llamo curioso- ¿Por qué están pintadas así?

La mujer aparta la vista hasta encontrarse con las mujeres que tanto le llaman la atención a su pequeño hijo, sonríe.