𝐄𝐧 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐯𝐨 /Michael Myers X Lectora

†7†

Cuál una estatua de mármol, la cara de la doctora estaba petrificada, sus ojos grandes cómo la luna y vacíos por el horror.
Yacía allí en frío silencio...
...
De todos los escenarios posibles imaginados por su atormentada psique, este jamás lo vio posible, ni siquiera por una fracción de segundo.
Aunque, muy en el fondo sabía que esos sentimientos por parte de Michael eran reales.
Solo quería alejarse, desconectarse de este mundo por un tiempo indefinido.

Bianca se enteró de lo sucedido, acto seguido, se dirigió a (T/N) tan rápido como pudo.
La rubia tomó a su amiga por los hombros con delicadeza e inspeccionó que no tuviese heridas de ningún tipo.
Miró a su compañera a los ojos, quien temblaba y acto seguido se desplomó en los brazos de Bianca en llanto.
No por lo sucedido en sí, sino que por la impotencia. El mundo se le venía encima, pues sentía preocupación por aquel hombre y cariño. Le dolió ver como lo lastimaron, pero era la única manera de sacarla de allí.
Como es de imaginar, el director del hospital se enteró.
"Dr. (T/N), me acabo de enterar de lo sucedido. " más la charla se extendió durante una hora, dirigida a culparla por lo sucedido y desmeritar el hecho.
Bianca había acompañado a la doctora, pues sabía que por sí sola se encontraba en un estado que le imposibilitaba mantenerse cuerda tras lo vivido.
Obviamente la conversación se centró en Bianca discutiendo con el director del hospital y exigiendo qué pesada poder castigar a Michael por lo sucedido, al menos indemnizara a (T/N).
El director del hospital cedió de mala gana.

La puerta de la habitación se abrió, revelando la figura de la doctora tal y como solía suceder, mas esta vez era diferente, era un día completamente diferente.
Michael yacía allí, esposado. Él solo miró hacia arriba, estaba emocionado por verla de nuevo y sabía que su situación actual él mismo lo causó por no saber cómo expresar sus sentimientos.
Sus ojos enfocaron la cara la doctora para solo ver vacío y tristeza en su ser pues venía a darle la noticia. "Me voy, Michael. Me voy por un tiempo y tal vez a otro lugar. Lo que hiciste estuvo muy, pero muy mal. Siento que todo lo que te enseñe se fue al caño en solo cuestión de segundos, sé que sientes sentimientos extraños hacia mí pero no es correcto, Mike, no es correcto de ninguna manera qué los expreses de la forma en la que lo hiciste, es decir no está mal sentirse así por alguien es completamente normal, pero simplemente..." el silencio incómodo se apoderó de la habitación.

"Soy tu doctora y tú, eres mi paciente".

 solo un débil adiós de la doctora y la habitación descendió, frio y azul, como los ojos de Michael.

Michael Myers, desde que llegó al Smith Grove nadie había podido compenetrar con él de esa manera. La doctora (T/N) había sido la única y es más, su primera, si es que así la podemos llamar, "amiga".

Ahora, solo era cenizas, ese fuego alarmante que fue la manera en que Michael dejó en claro sus sentimientos, consumió a la doctora y se trajo al suelo la confianza y progreso.

Mike, no sentía remordimiento alguno, sentía ira, desagrado. 

Acaso (T/N) lo estaba abandonando? no lo permitiría... Aunque tuviese que atarla de manos, Myers iba a tenerla a su lado.

Haría lo que sea... Lo que sea.