Taehyung estaba acostumbrado a una vida tranquila en la ciudad, hacía lo que sus padres le decían que tenía que hacer y no tenía mucha libertad, pero las cosas cambiarían cuando viajó a un pequeño pueblo de Florencia, Italia.
Mientras tanto, la vida...
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Había iniciado un verano más y Jungkook estaba emocionado por eso, no tenía ninguna razón en específico, simplemente le gustaba, era su época favorita del año. Podía estar más tiempo con su hermana y disfrutar de los largos días bajo el bello sol que alumbraba su pueblo.
Las tareas de la granja no le molestaba puesto que era algo que siempre hacía, y al no tener escuela, una vez que acabará su parte del trabajo podría hacer lo que quisiera con su tiempo, el cual ocuparía recorriendo el pueblo, como hacía cada verano, también iría a pasar su tiempo al río, jugar en el cuando el agua estuviera un poco calmada, sin duda alguna iría al mar, contemplaría las bellas olas y nadaría entre la blanca espuma de este, probablemente luego iría a su lugar favorito, el ático de su granja.
Había adornado el lugar con muchas plantas y aromatizantes para que el olor de los animales no fuera muy fuerte ahí arriba, también tenía una repisa llena de libros pues a veces le gustaba leer con la tranquilidad del lugar; tenía una guitarra que había aprendido a tocar con la ayuda de su abuelo cuando era más pequeño y tenía fotos de su familia, incluyendo a su padres a quienes casi no conoció pues habían fallecido en un accidente cuando él era aún bebé, por eso quedó al cuidado de su hermana y ahora difunto abuelo, quien murió de manera natural hace un par de años atrás.
Ese lugar le traía muchos recuerdos, en especial de su abuelo, la persona a la que más ha amado en toda su vida, ambos construyeron ese lugar juntos y era como su segundo hogar, incluso tenía un par de almohadas y colchones para poder dormir ahí.
Otro lugar al cual le gustaba ir era al campo de flores. Ese lugar lo conoció por accidente con su hermana alguna vez que estaban jugando, el campo fue formado por una familia hacía muchos años, ellos ya ni siquiera vivían ahí, sin embargo ese bello lugar permaneció intacto gracias al cuidado que le daban todos los habitantes del lugar, a pesar de que fuera un poco difícil de llegar. A todo el mundo le parecía hermosa la vista que tenía, y no había razón para que no fuera así, el contraste de todas las flores lo hacía maravilloso.
—Kook, ¿puedes poner la radio? —dijo su hermana, quien estaba en la cocina.
Jungkook acató la orden y lo primero que salió de esa caja metálica fue "The ruins of etna"
—Que buena canción —dijo el menor y subió el volumen para después volver a la cocina y seguir preparando las manzanas que utilizarían en su pay.
—El horno está listo, ¿quieres ir a comer esto a la orilla del río? Tengo ganas de salir.
—Me encantaría, hace un rato que no vamos juntos —afirmó Jungkook luego de probar la fruta para comprobar que el sabor era delicioso, como siempre.
Tardaron una hora entre risas y canciones esperando a que su postre se terminará de cocinar, luego, como habían mencionado antes, hicieron su picnic y disfrutaron de la tranquila tarde en el río con una bella vista del lugar y una calma que hace mucho no sentían. Por algo amaban el verano y una de esas razones era esta, tener la fresca brisa pegando en sus rostros mientras compartían un postre juntos y hablaban de cosas sin sentido, sin importarles el tiempo que pasaran ahí, pues solo estaban ellos dos disfrutando de un momento tan placentero como aquel.