"Una canción para el rey"

"Nuevos aliados"

— La villa sufrió grandes pérdidas, la mayoría de las casas no pudieron ser salvadas, campos, ganado, el fuego acabó con todo y aun cuando logramos apagarlo ya era tarde para gran parte de la población.

— ¿Por qué atacar un lugar en donde solo se encontraban granjeros? La mayoría de los pobladores solo se dedicaban a la agricultura.

Un debate entre dos jóvenes, el primero quién compartía un inusual color de cabello, como si la nieve misma y el fuego se combinasen, el calor y el frío, tan diferentes, pero ahora compartían el ser una sola persona.

El segundo, el joven con distintivas pecas que parecían un cielo estrellado, cabello verde, muy lejos de parecer parte de la guardia su apariencia fácilmente podría confundirse con un civil, aun así, estaba de más decir que era uno de los caballeros más confiables del Rey Toshinori y ¿Quién sabe? Al ser un Rey sin heredero directo, muchos creían que elegiría a ese mismo chico como próximo gobernante, una decisión apresurada y rumores que tan solo se esparcían en el reino.

Delante de ellos, en el gran trono, descansaba el soberano, Toshinori Yagi era el Rey de esas tierras, un hombre justo y querido por todos sus hombres, amable y dulce, sin importar su puesto era un ser que no le molestaba manchar sus manos con un poco de tierra para ayudar a su pueblo cuando era necesario, terco, en realidad, a veces solía escaparse del mismo castillo para ayudar a labrar o sembrar con los aldeanos, simplemente la humildad en persona, normalmente la nobleza jamás se rebajaría a ello, por lo menos en otras tierras.

El reciente ataque había sido informado por sus caballeros más confiables, determinar la causa era y a su vez no tan complicada ¿Pero por qué? Iniciar una guerra era un movimiento que muchas veces había recibido por parte del Reino oscuro, tierras lejanas que se abrían paso más allá de las montañas y el desierto mismo. El reino de Toshinori era el más grande entre todos, lleno de riquezas, vida, recursos, así mismo mantenía las fuerzas más poderosas entre todos, a pesar de no haber predicho el ataque, recuperarse no sería complicado, más el aviso estaba dado.

— La aldea era una de nuestras más grandes fuentes de recursos y alimentos, aun si podremos recuperarnos con el tiempo, eso tardaría meses. Si quieres acabar con tus enemigos, debes terminar con la comida, agua, armas... así evitarás que se levanten más adelante.

Las palabras del hombre eran sabías, por no decir que, ese lugar también había sido una de las principales aldeas que comerciaba con los países vecinos, un contrato de paz que habían establecido, el crear el caos también había sido parte de un plan maestro.

— Joven Midoriya, Joven Todoroki debemos reunir a los países vecinos pronto, los rumores corren rápido y muchos países han cancelado su participación, necesito que vayan a convencerlos, enviar a mis más leales soldados, estoy seguro que sus corazones lograrán entrar en razón a sus gobernantes, por favor avísenles a los demás, el Joven Bakugou ya se encuentra en camino.

— Sí, su majestad.

Ambos chicos mencionaron en unísono, cada uno partiría a distintas tierras, reinos aliados a kilómetros de distancia.

— Midoriya...

— ¿Sucede algo Todoroki'kun?

— El país donde te envían...

— ¡No te preocupes, no diré nada sobre ti, además tendré compañía!

— Gracias.

...

— ¡Oye canario, se supone que no deberías estar haciendo eso! Aun te estás recuperando.

La voz de la morena se escuchó, sus pies pisoteaban el suelo por la misma molestia de ver lo que el alado hacía, uno, dos tres, aleteaba sin parar como si intentase hacer algo importante y aun cuando lograba el elevarse un poco el sonido de su caída se escuchaba después de segundos; era inútil.

Desde que logró moverse Hawks había estado dedicado a volar, uno tras otros sus intentos habían sido fallidos, no entendía el porqué antes en ese pantano lo había logrado y ahora parecía la tarea más complicada que había realizado en toda su vida.

— ¡Comida de emergencia! ¿Tu vuelas?