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CAPÍTULO DOS
• DIBUJO •

CAPÍTULO DOS• DIBUJO •

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𝟸𝟻 𝚍𝚎 𝚏𝚎𝚋𝚛𝚎𝚛𝚘 𝚍𝚎 𝟷𝟿𝟽𝟾

Y ahí estaba Remus una vez más observándole a Lynette desde lejos, como siempre estaba muy concentrada dibujando algo, uno de sus pasatiempos favoritos por lo que ha notado, incluyendo el pintar en lienzos.
No había día en el que él no le busque con la mirada, al menos necesitaba verla una vez en todo un día, a veces tenía la suerte de verla más tiempo y en reiteradas ocasiones, esos eran sus días favoritos, o mejor aún cuando ella lo miraba sin querer.

— Ya no sé quién está más obsesionado entre los dos, si James por Lily o Remus por Lynette — habló el pelinegro al verle a sus respectivos amigos mirándole a las chicas que les gusta.

— Nadie le supera a James que lleva muchos años más — dijo Peter.

Sirius suspiró fastidiado y le dio un zape a cada uno para que dejen de mirarlas y claramente funcionó, los dos se giraron al mismo tiempo como si estuvieran coordinados mirándolo mal.

— No hacia falta que me golpees, ya te escuché y por si no te diste cuenta te estaba ignorando — dijo Remus sobándose la cabeza.

— Yo si no te escuché nada, es que le miro a mi Lily-flor y se me olvida de todo — soltó un suspiro enamorado.

— Uno peor que otro — rodó los ojos.

Sirius ama a sus amigos pero en cierto punto ya le cansa como actúan, más bien le estresa en ocasiones, especialmente Remus quien no hace ni un mínimo intento por conquistarla y prefiere mantenerse en la sombra admirándola día a día, James por su parte al menos lo intenta todos los días y apenas ve la oportunidad, lo malo es que Lily sigue sin hacerle caso, aunque ni eso no le detiene.

— Ahora que lo pienso las dos sus nombres empiezan con L — comentó de la nada Peter.

— Eso es porque están destinadas a ser nuestras esposas ¿verdad lunático? — sonrió de lado pasando un brazo por sus hombros.

El susodicho hizo una mueca inseguro, y es que no cree para nada que llegue a ser siquiera su novia, esposa suena aún más imposible, pero si dice eso en voz alta James volverá a darle toda una charla sobre como conquistarla que durará mucho tiempo, definitivamente no volverá a cometer el mismo error.

— Quién sabe..— se limitó a decir para luego deshacerse de su agarre no gustándole tantas muestras de afecto.

— Ya cállense y mejor hablemos de otra cosa — interrumpió Sirius.

𝐄𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎  ⋆  Remus LupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora