Todavía no me he acostumbrado a este lugar. Todavía sueño con mi familia. Todavía me extraño cuando me despierto sin la voz de mi padre, en la habitación inmaculada del complejo. Todavía me sobresalto cuando hay una niña parecida a mi hermana corriendo por los pasillos.Todavía los echo de menos.
Ya llevo casi un mes en el complejo de los refugiados perseguidos por los Blood, que son cuatro hermanos. El otro día, cuando Cuatro, el chico que me rescató, les dijo a los médicos que ya estaba en buen estado, me hicieron la prueba de la clorofila. No es la sustancia de las plantas, sino un tipo de genes a los que los Blood no pueden hacerle nada, sólo matarlos. Muy pocos son así, pero, a mí me ha tocado. Por eso tengo que dar clases de armas, y, ahí mi problema: sostener un arma hace que sólo piense cómo raptaron a mi familia.
También doy clases sobre los hermanos Blood: Marcus, Harry, Max y Eric. Cada uno tiene un arma: Marcus, una espada que absorbe toda la luz que hay para sumirte en la oscuridad y mostrarte tus mayores miedos, de modo que no puedas hacer nada mientras te chupa la vida; Harry, puñales que te lanza, cada uno con poderes diferentes (miedo, dolor, picarte todos los huesos, explosivo, destruirte los nervios...); Max, el que me persigue, tiene una astilla de cristal que te chupa la sangre y que él se bebe luego; y Eric, un pistola con balas con cualidades parecidas a los puñales de Harry.
Lo único bueno que saco de esto es que paso más tiempo con Cuatro y con Christina, mi nueva amiga. Aunque todavía echo de menos a mi mejor amiga.
Ahora estoy en clase, aburrida, mirando el tatuaje de la espalda de Christina que se ve gracias al escote de su camiseta negra. Yo también visto de negro. Aquí cada uno se viste de un color según el hermano Blood que lo persiga. Cuatro va de gris, aunque no he visto a nadie más de ese color. No sé qué significa. El tatuaje de Christina representa el arma de Max. Yo tengo los nombres de mi familia en los dedos. Me hice el tatuaje ayer.
De repente suena una sirena. La maestra nos grita que la sigamos corriendo. Así que todos los deberes que he hecho no sirven para nada. En fin... Rallo las paredes blancas con las botas mientras miro a la nuca de Cuatro, que cada vez corre más. De repente, se separa del grupo. Yo soy la última, y le grito que vuelva, pero no lo hace, así que le sigo.
Me doy cuenta de se dirige al aula de tiro con pistola. Cuando llegamos, coge dos de calibre 186, y yo le imito, aunque no soy lo suficiente fuerte para llevar dos armas tan pesadas, por lo que cojo una del 182 y otra pequeña, ya que, si no, tendría que soltar una de las grandes al cabo del rato.
-¿Vienes o qué?-. Me pregunta Cuatro.
-¡Ya voy, ya voy!-. Le grito.
Cuando salimos nos encontramos a Christina en el pasillo, con algunos de nuestros bienes preciados (compartimos habitación). Ojalá haya cogido la foto de mi familia.
Cuatro le da una 186 y me pide la pequeña. Nos explica que, hace una semana, cuando estaba cazando, estalló una tormenta. Se refugió en el hueco de un árbol, y, a pesar de los rayos, vio como Marcus les inyectaba a cinco refugiados inconscientes un dispositivo en el cuello. Ahora cree que va a controlarlos para llevarnos a todos ante él.
-¿Cómo lo reconociste? -. Le pregunto.
- Yo ya he estado en cinco complejos de refugiados. Me hago llamar Cuatro porque soy perseguido por los cuatro hermanos Blood-. Me responde.
Christina y yo lo miramos boquiabiertas.
-¡Después lo asimilaréis! ¡No hay tiempo para bobadas!-. Nos grita.- ¡Seguidme!
Y lo hacemos. Corremos todo lo que podemos detrás de él, quemándonos los pulmones. De repente, se oye un disparo. Dos. Tres. Cuatro. Y justo a la vuelta de la esquina. Hago ademán de seguir corriendo para apuntar, pero Cuatro se me adelanta. Nos mira a las dos como para avisarnos de que no nos movamos, y dispara dos veces, pero no sé si le ha dado a alguien o no, o a quién le ha dado.
Sólo sé que ha recibido un disparo en el costado izquierdo, justo debajo del corazón, y que cae al suelo. Christina y yo nos miramos y asentimos, y un segundo después dos refugiados caen inertes al suelo. Uno alcanzado en el muslo por Christina y otro en el antebrazo por mí. Se oye una risa detrás de nosotras, y las dos nos sobresaltamos, reconocemos esa voz: es Max.
Nos volvemos muy despacio hacia él, y vemos que empuña su astilla de cristal.
-Pe... Pe... Pero si te quité la astilla- Balbuceo sin comprender cómo la vuelve a tener.
-Digamos que... Deberíais votar a favor de más seguridad. Fueron muy fáciles de matar. Demasiado-. Me responde con su sonrisa torcida a causa de la cicatriz que le cruza la cara.
Mira hacia Cuatro, le pega una patada y él gime; eso es buena señal, sigue vivo.
-Déjalo-. Le suelto.- Ha perdido mucha sangre. No te servirá.
-Algo es algo -. Responde mientras levanta el brazo para apuñalar a Cuatro.
Pero Christina y yo somos lo suficientemente rápidas para alcanzarle con una bala en la frente y otras dos en el pecho. Gime de dolor, pero no se muere, como cabría de esperar. Cojo su arma y le apuñalo una y otra vez, porque, en medio de la confusión y el caos, Cuatro apenas respira, porque toda la rabia contenida no es poca, porque sé que si no lo mato ahora, no tendré más oportunidades y él nos matará a los tres sólo para poder matar a sus hermanos. Muertes y muertes. No existe otra cosa en la cabeza de Max. Me salen lágrimas de la rabia, de la tristeza, de la emoción, no lo sé.
Aunque sí sé que su sangre negra me salpica la cara, las manos y el suelo. Y sí sé que Christina me aparta de Max.
Y sí sé que lo que he hecho no está muy bien, pero las lágrimas lo emborronan todo y me desmayo, aunque noto un dolor agudísimo en el hombro derecho, no sé de qué. Entonces pierdo el total conocimiento.
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Buenos/as días, tardes, noches... o lo que sea! :)
Bue... lo he cortado, para que quede más interesante... ¬¬) No sé si esta noche podré subir... Me voy de viaje, pero si pillo wifi subo, tranquilas;)
Eso y recomendar la historia de @alessandravaldes94 (si os gusta Castle, es la vuestra;) )
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Descubrimientos (LHB#1)
Ficción GeneralLos Hermanos Blood, es una saga que cuenta la historia de una chica, Marlene, que se despierta un día, sin su familia, y tiene que huir de uno de estos hermanos a un mundo fantástico, donde habitan sus nuevos amigos, pero también los otros tres herm...