-Marlene. ¿Marlene? Despiértate vamos-. Dice Christina.-No... Si ya estaba despierta. Es que no puedo dormir-. Le contesto.
-Es por lo de Max, ¿verdad?
Sólo hace una semana desde que maté a Max, uno de los hermanos Blood. Aunque las pocas veces que salgo de mi habitación todos los que me ven me felicitan y son simpáticos conmigo, no me quito de la cabeza que he matado a una persona. Christina y Cuatro, que sigue en recuperación, intentan convencerme de que si yo no hubiese acabado con esto, Max habría matado a muchas más personas, y me hacen bromas del estilo "No te calientes más el coco" ó "No empieces a romperte la cabeza", pero eso no basta. También me duele la herida que tengo en el hombro. Llevo el brazo derecho en un cabestrillo, pero nadie sabe quién me disparó, supongo que algún infiltrado todavía controlado por algún Blood.
-¿Quieres ir a visitar a Cuatro? - Me pregunta. - Dice que tiene que hablar con nosotras. Supongo que será sobre su pasado. Lo de que todos los Blood le persiguen y eso...
- Sí, ya. Vamos.
Cuando llegamos al cuarto de Cuatro, nos lo encontramos levantándose.
-¡Eh! Pero Cuatro, ¿es que todavía no te has enterado de que hace siete días te dispararon? - Bromea Christina en un claro intento de hacerme reír, pero no lo consigue: sólo veo a Max. Sus cicatrices, su cuerpo alto y fornido, sus cejas pobladas... No me quito la imagen de la cabeza.
-Bueno -. Empieza Cuatro, frunciendo el ceño de nuevo. - Os he llamado para concluir la explicación que os di hace una semana sobre mi pasado. No os lo conté por el tema de los infiltrados en el complejo, lo siento.
-Da igual, explícanoslo ahora-. Le pide Christina.
- Empecemos por el principio -.Comienza.- Hace dos años, más o menos, me desperté en mi casa sin saber qué hora era. Yo participaba aquél día en un concurso de artes marciales con mucho gancho. Estaba muy emocionado. Pero al cabo de una hora mis padres no habían llegado, así que fui a la calle. Entonces, un hombre (Marcus) me cogió por el cuello y recuerdo que casi me estrangula. Le pegué una patada en el costado, me soltó y me fui corriendo. Pero, de repente, todo se convirtió en un túnel lleno de colores, no se veía fondo, pero al otro lado estaba Marcus, así que seguí por el túnel. No recuerdo haberme cansado más nunca. Al fin, llegué a una especie de campo. Y me desmayé. Me desperté en un complejo como este, sólo que ese era el que más cerca estaba de la residencia de los Blood. No es que vivan juntos, pero sí a unos cuantos kilómetros. Por eso están tan obsesionados con matar rápido, para atacar a sus hermanos antes de que les ataquen a ellos mismos. Cuando llevaba sólo dos meses allí, Eric atacó el complejo. Él acorraló a algunas personas, yo entre ellas. Eric fue matando a los primeros con su pistola, que almacenaba el poder que necesitaba para matar a sus hermanos en un compartimento, pero yo, conseguí escapar por una trampilla, dado que estaba el último. Aun así, Eric se dio cuenta, y empezó a perseguirme. Iba corriendo por el túnel mientras él intentaba acertarme con una bala. Y no sabía por qué había dejado a tanta gente por matar sólo para matarme a mí, hasta, claro, que llegué aquí y me enteré de que tenía una gran cantidad de genes tipo clorofila. El caso es que, por fin, el túnel se achicó y Eric ya no cabía por él, pero yo sí, y seguí avanzando, pero con una bala en el antebrazo izquierdo. Me hice un torniquete con la camiseta para parar la hemorragia, pero, aún así, cuando llegué al final del túnel, no podía más con la herida de la bala, y me quedé allí, en plena playa, dormido, no sé cómo. Me desperté en el Complejo de Refugiados de la Playa, el más visible, dado que, aunque estuviese bajo tierra, no había nada que lo ocultase. Cuando se me curó la herida de la bala, empecé a salir todas las noches a observar el mar. Me recordaba a mi antigua ciudad, ya que esta tenía playa. Entonces, se rumoreaba que Max y Harry se habían aliado para conseguir más poder. Una noche, mientras observaba las tranquilas y oscuras olas, estos dos últimos salieron de la linde del bosque. Me pidieron ayuda, como si fueran unos perseguidos por los Blood. Aún así, yo no fui en su ayuda, ya que me habían enseñado, tanto mis padres como el complejo a ir con pies de plomo en cuanto a desconocidos. En vez de eso, me fui corriendo hacia el punto más lejano, dentro de bosque, ya que los había reconocido y aquella noche me había alejado demasiado del complejo. Y, ya, llegué aquí, perseguido por los cuatro hermanos Blood, que ahora son tres.
Noto una punzada de dolor en el pecho, y una vocecita dentro de mí pregunta <<¿Sabes por qué son sólo tres? Porque tú mataste a uno.>> No puedo más.
-En realidad me llamo Alexander, aunque prefiero Alex.
-Guau-. Consigue decir Christina al fin.
-Bueno, con sólo doce años ya tenía a Marcus detrás de mí. Y ya tengo dieciséis -.Cambia la expresión de su cara.-Cambiando de tema, creo que la noticia de que Max ha muerto atraerá a los demás Blood. Tenemos que escapar de aquí. Si yo fuera uno de ellos, encontraría el lugar donde han matado a mi hermano con las fuentes que tenga. Además, por lo que sabemos, Marcus y Max controlaban a los infiltrados, pero puede que los otros dos también lo hagan. En ese caso, los tres estarán viniendo hacia aquí.
-Estoy de acuerdo -. Afirmo.
-Y yo -. Dice Christina.- Pero, espera. Marlene a lo mejor puede andar, pero, ¿tú?
- Venga, Christina, no saques los pies del tiesto. Me las apañaré-. Dice Cuatro, perdón, Alex, quitándole importancia con la mano.
- Vale, pero tendrás que dejar que te ayudemos ¿eh?-. Bromea Christina.
- A sus órdenes, mi capitana-. Responde Alex saludando como un soldado. Esbozo una sonrisita. - Sólo queda una pregunta: ¿cuándo nos vamos?
-Mañana por la madrugada -. Respondo convirtiendo mis labios en una línea recta otra vez.
-Perfecto -. Dice Alex. -¿Podéis ayudarme a preparar mi macuto?
-Claro -. Respondemos Christina y yo al unísono.
***
Por la noche no puedo dormir. Además de que no paro de pensar en Max, estoy emocionada por lo de mañana. Al final, me duermo con medio cuerpo fuera del colchón.
-No me creo que vayamos a hacer esto -. Dice Christina mientras se viste.
-No eres la única -. Le respondo.
-Ya... ¿cómo crees que se las apañará Alex?
-Ni idea. A saber lo que tiene en mente.
Y lo que tiene en mente es hacer un viaje de, quizás cuatro meses, en silla de ruedas.
-Estás loco -. Le suelto, sin apartar la vista del artefacto que hay al lado de su cama.- No va a funcionar.
-Lo sé, y... confía en mí -. Me responde.- Bueno, ¿nos vamos?
-Venga -. Dice Christina.
Llevamos ya cinco horas andando, y aunque Alex vaya con la silla de ruedas, a juzgar por su expresión le tienen que doler los brazos, así que dejo mi macuto en su regazo y empujo la silla de ruedas por el irregular suelo del bosque. De repente, una sombra se desliza a nuestra derecha. No le doy importancia, ya que no la he visto muy bien y puede que sea un animal. Sin embargo, Alex sí que se fija, y levanta una mano para que me detenga. Christina también lo hace. Otra vez la sombra. Esta vez sí que me fijo bien y veo que es una sombra humana. Nos encontramos en un claro de unos cuatro metros de diámetro, y, sin que nos dé tiempo a reaccionar, un puñal que desprende destellos azules pasa rozando la silla de ruedas de Alex y, entonces, lo reconocemos: es Harry.
-¡Sal y da la cara! -. Le grito.
-Entonces tendréis miedo-. Responde desde las sombras.
-¡Sal! -. Le repito.
-Pues vale. Tú lo has querido.
Y sale lanzando dos puñales, uno rojo y otro morado, que nos hacen un corte a mí y a Christina. Cuatro se levanta para coger un puñal, pero otro recién salido de la mano de Harry le acierta en el gemelo. Perfecto. Miro a Harry, después a Alex. Tengo un puñal (el que le acabo de sacar a Alex) en la mano, y pienso en lanzárselo a Harry. Pero entonces lo veo caer de rodillas, con el puñal azul clavado en el estómago. Miro hacia atrás, y, ante mí, se alza la imponente figura de Eric.
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Creo que no gustará como lo he dejado😌
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Descubrimientos (LHB#1)
Ficción GeneralLos Hermanos Blood, es una saga que cuenta la historia de una chica, Marlene, que se despierta un día, sin su familia, y tiene que huir de uno de estos hermanos a un mundo fantástico, donde habitan sus nuevos amigos, pero también los otros tres herm...