Carta 3.

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Hoy me viniste a la mente mientras estaba en casa, ahora me la paso encerrada aquí en vez de estar aplanando las calles, con suerte y de tanto caminar en ellas se hicieron más baches en lugar de hacerlas más bonitas.

Termine de ver la película que me habías dicho ¡Por fin! La verdad es que, ya la había visto como treinta veces sin exagerar, porque es muy buena y no... No quería devolverte el VHS, al menos no hasta que la viéramos juntas, con palomitas y agua de Jamaica.

Pero supongo que me faltó tiempo para decirte que vinieras a casa a verla, pero, en casa nunca me he sentido a gusto, tu lo sabes, tú me ayudabas a estar lejos de aquí.

Ahora mismo, papá sigue sin volver, no creo que haya esperanza de saber de el, hasta que se acuerde que tiene una hija más, solo un poco diferente.

La casa está vacía, mamá está trabajando como siempre y mis hermanos en quien sabe dónde estudiando algo que los hará mejores personas.

Para mí es una tontería, ellos no son mejores que nadie solo por tener un estúpido papel.

Recuerdo cuando tu padre te regaló una cámara, estabas tan emocionada que saliste corriendo de tu casa y tomaste la bicicleta de tu hermano y cuando menos lo esperaba ya estabas fuera de la mía, casi tirabas la puerta de tantos golpes.

-¿Quien es?- dije extrañada porque recuerda que yo me la pasaba sola la mayor parte del tiempo y sinceramente a papá no lo quería (y no quiero) verlo ni en pintura.

-¡Soy el amor de tu vida, abreme las puertas a tu corazón!- dijiste muy emocionada y así lo hice, pásaste enseguida. -Mi papá volvió de viaje y me ha traído esto- dijiste ya que ni siquiera habías abierto la caja

-¿Y por qué no lo haz abierto?- dije

-Porque si no es lo que creo que es tu me abrazaras cuando llore y si es lo que creo que es igual me abrazaras y bailaras conmigo para celebrar-

Abriste la caja con muchísimo cuidado, como si se tratara de algo muy frágil, aunque yo sabía que era la cámara que tanto querías. Tu papá me preguntaba en muchas ocasiones si era ese modelo y marca, así que los gritos, el bailecito y tus lagrimitas de felicidad, fué mi escenario favorito durante mucho tiempo. Ahorita está en el Top 3 pero mi favorito seguirá siendo otro.

-Vamos a tomar fotos al lago- dijiste una vez que teminaste de desbaratar mis oídos

-al lago?- dije ya que agua y electrónicos no convinan muy bien que digamos

-O al bosque, o al parque, o a tu habitación, o a la escuela, no la escuela no, hoy no hay clases sería estupido-

-Vamos a donde quieras va? Solo déjame cambiarme estás fachas-

-Cierto... ¿Me prestas ropa?-

-solo haré una pregunta ¿Quieres las Vans o los converse o quedarte con tus pantuflas de conejo?- rei desde mi cuarto.

-¿Puedo pasar?- dijiste

-Pero prométeme algo-

-No te voy a sacar fotos en paños menores sin tu consentimiento- dijiste .

-Promete que no le dirás a nadie sobre mis costillas-

-¿Tus costillas?- dijiste sacada de onda al entrar al cuarto. -¡NO MAMES YALI! ¡UN TATUAJE! Dime qué le puedo sacar foto, porfavor!!!!!!!!-

-pero que no salga mi rostro- dije

-Claro, voltea hacia tu poster de Coca cola-

Y así relizaste tu primer fotografía, creo que nadie más que tú y yo supo de la existencia de esa fotografía.

Fue lindo porque éramos dos adolecentes buscando el atuendo perfecto para una sesión de fotos casera.

Todo el día estuvimos viajando en la bicliera de tu hermano, con una mochila llena de chuches y en otra tu cámara rodeada de ropa para que no se golpeara.

Creo que iba más segura la cámara que yo en los diablos y sin casco, pero después de todo las fotos que aún conservo son de ese día.

¿Recuerdas que nos refugiamos en el jagüey?

-Gracias por hoy- dijiste al recostarnos en el pasto

-Gracias a ti por distraerme de mi soledad un ratito-

-¿No ha vuelto tu papá?- dijiste más seria

-No creo que vuelva y sinceramente no quiero que vuelva-

-creo que yo tampoco quiero que vuelva tu papá y eso suena raro, pero cuando tu papá estaba aquí tu y yo casi no nos veíamos, solo en la escuela-

-Eso no volverá a suceder, nadie nos va a separar... A menos que ya no quieras seguir a mi lado, ahí si podrías irte sin dar explicaciones-

-Pero esonno sería ¿Ético? No sé cómo llamarlo-

-¿Por qué?- y ahí te sentaste para verme de una manera entre juzgona y sería

-Porque si un día tú ya no quieres seguir a mi lado quisiera que me lo dijeras, porque si no me lo dices pensaré que hice algo malo y que por eso ya no quisiste seguir-

-Bueno... Si un día ya no queremos seguir la una con la otra, daremos la explicación aunque duela para saber el motivo de nuestra partida, pero mientras tanto no dejaré que nada ni nadie nos separe-

-Bueno, pero si te quieres ir te recomiendo que sea después de que me haga famosa por mis películas y fotografías-

- ¿Y entonces quien te escribirá los libretos?-

-Podria apañarmelas-

-¿Y quién será tu mejor actriz?- dije alzando la ceja

-Ok, tu ganas-

-Yo seré una gran escritora y tú una gran directora de películas o una fabulosa fotógrafa, verás que así será-

Después de esa pequeña promesa, nos quedamos viendo el atardecer y nos tomamos una foto juntas, bueno varias fotos, pero mi preferida siempre será la del beso en el cachete y claro el casi desnudo que tomaste de mi tatuaje, cuando logré sacarte de ahí, nos iremos a Hollywood, o de perdida a la capital para poder hacer nuestros sueños realidad.

PD. Te quiero más que hace un segundo.

Cartas a Julieta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora