Hoy es uno de eso días que tanto te gusta, está nublado afuera, pero no llueve, hace frío pero no el suficiente para tener un abrigo de esos que odio. Por cierto, ¿aún te gustan los abrigos con collar de peluche? Esos que hacen que parezca que traes una rata muerta en el cuello.
El clima perfecto para una escapada al bosque, al café o para hundirme en mi miseria como hoy.
No había querido escribirte por varios motivos, pero el principal es que no me encuentro bien emocionalmente, me han dicho que Mikel habido a verte, te lleva flores, chocolates y libros.
Y yo aquí estoy como pendeja sin poder hacer nada como cuando comenzaste a ser novia de Mikel, a todos nos decías que no habían formalizado, pero tú mamá ya lo conocía y su familia a ti también.
Y yo, yo ya no era importante para ti o así me sentía, y es como ahora me siento, cómo si saliera sobrando, ya te arruine la vida ¿Quien quisiera leer o estar con alguien que le arruina la vida?
Aún recuerdo el día que estalle frente Julio, un día como hoy dónde siento que todo me puede, pero Julio no está aquí para contárselo y solo me queda escribirtelo. Aunque está carta no te la entregué y se quede guardada en una caja.
... Un martes 7 de Julio dejaste de hablarme, la verdad es que no me molestaba que lo hayas hecho, solo me sentía insuficiente porque todo ese mes cada uno de mis amiguitos se la pasaban en otras cosas y yo solo era yo, sin ganas de socializar acostada debajo de los árboles del bosque saliendo de la escuela y a veces entre clase, fumandome un cigarro o leyendo un libro con Leti.
No era nada de otro mundo, siempre entregaba mis tareas y con eso era más que suficiente.
Hasta que llegó el aclamado día, 7 de Julio.
No te sentaste conmigo en el bus, me veías en la escuela y solo apartabas la mirada, te hice una seña como diciendo "hola" y solo pasaste de largo.
No podía jugar voley por qué ni siquiera tenía ánimos, los chicos me preguntaban que pasaba y no supe que responder y me volé las últimas dos horas de clase.
Fui al árbol que está por el jagüey, con un cigarro y mi libro robado de biblioteca.
-¿No deberías estar en clases?- dijo una chica de la que solo reconocí el uniforme de la escuela.
-¿No deberías estar haciendo lo mismo?- dije y temerosa tome mi navaja con cautela.
-Bueno, no estás para saberlo pero no creo que dure mucho en esta escuela- dijo y saco su hierba -Asi que nada hará una diferencia ¿Tú?-
-Pues... Solamente no tengo los ánimos suficientes para entrar a clases-
-¿Quieres?- dijo encendiendo su pipa
-no, yo no consumo pero tampoco te voy a tirar a los puercos si fumas -
-Te juro que pensé que si fumabas, o que te metias algo aunque sea hierba- comenzó a reír - no te quiero incomodar así que lo apagué... ¿Eres Yali?-
Diablo esa chica me conocía de algún lugar y yo no tenía ánimos de hablar, aunque tu dijiste que debería de intentarlo.
-Supongo que si, al menos eso dice en mi acta de nacimiento - Reímos un poco las dos - Te ví en la paletería... Bueno, en vacaciones iba siempre por una paleta o un helado y te veía cont ya jdifonos disfrutando a toda madre de tus rolas y te me hiciste ¿interesante? Pero pues ajá, no se cómo hablarle a la gente y ahorita estoy drogada-
-Si bueno, yo solo hablo cuando estoy alcoholizada, mi yo peda lencae bien a las personas, la sobria a unas cuantas pero no es lo mismo- nos quedamos viendo un segundo- ¿Por qué dices que no duraras mucho en esta escuela?-
-Porque no me siento lista, no estoy bien emocionalmente, cómo podrás darte cuenta- señaladose a si misma - y creo que será mejor entrar despues o comenzar a tomar un curso de algo-
