⁶'⁶

1.1K 107 11
                                    

La espalda de Felix chocó contra la puerta del apartamento apenas ingresaron. Changbin lo mantenía alzado sobre su regazo y su boca devoraba de la suya.

Olvidándose completamente del café, aunque en realidad nunca se supo si tan siquiera esa era la intención de ambos.

Felix no podía evitar gemir cuando el pelinegro hacía embestidas en falso sólo para provocarle, causando que sus manos que estaban sobre las mechas azabaches, lo jalasen con algo de fuerza.

Changbin jadeaba sobre la boca del contrario, sus labios se movían ferozmente y de vez en cuando se despegaba para retomar aire. Sus brazos sostenían al menor por debajo de sus muslos, apretándolo contra la pared para evitar que se cayese.

—C-cama.. —dijo el menor entre suspiros, pues Changbin bajó el rostro hasta su cuello dejando besos y mordidas en la zona.

Impulsó su pelvis una vez más hacia arriba creando fricción contra el trasero del rubio, a lo que en respuesta recibió otro sonido de satisfacción.

Se encaminó hasta su habitación con el cuerpo del menor en brazos y con los suaves labios del mismo sobre los de él; cuando llegó, arrojó con algo de rudeza al rubio en el colchón y comenzó a quitarse la camisa.

Felix, aún con la respiración agitada, recordó un pequeño detalle, por lo que sacó su celular del bolso trasero de su pantalón y tecleó un rápido mensaje para Seungmin.

Cuando Changbin se puso entre sus piernas una vez estando arriba de él, y regresó de nueva cuenta a devorarle la boca, no le importó enviar el mensaje donde avisaba que no llegaría esa noche a dormir con faltas de ortografía y una dislexia terrible.

Arrojó su celular a un lado de la cama y trató de seguir el ritmo del ansioso beso por parte del pelinegro.

—A-ah... quítamelo —Se refirió a sus prendas cuando al fin Changbin se entretuvo a besarle el cuello. Sus labios estaban hinchados y toda la zona alrededor de su boca estaba en tonalidades rojizas, prueba de que el mayor no se había puesto a cuestionar sobre la intensidad de sus besos y mordidas.

Changbin, acatando la orden, procedió a deslizar la ropa de Felix fuera de su cuerpo y arrojarla al mismo lugar donde el mencionado había tirado su celular.

Una vez hecho esto, su boca se desplazó hasta llegar al rosado botón izquierdo, enviando numerosas corrientes por todas las áreas cercanas.

—Esta es una de las partes que más extrañé de tu cuerpo —Murmuró el pelinegro sobre él, dejando que la saliva se escurriera a ambos lados del pezón. Felix soltó un jadeo —Dios, eres tan sensible, amor.

Prosiguió al otro botón haciendo lo mismo, succionó y dejó un dulce beso sobre el pecho del rubio.

—V-vamos, Lix —se arqueaba y sus manos rasguñaban lo que era la caliente espalda de Changbin. Lo estaba disfrutando; sin lugar a dudas el pelinegro recordaba exactamente donde tocarle para tenerlo así, tan dispuesto para él.

Changbin procedió a sacarle las prendas de abajo, recorrió con la mirada todo el precioso y sudoroso cuerpo desnudo del rubio, observaba cómo respiraba entrecortadamente y su lechosa piel pedía por más de sus caricias.

Sonrió de lado cuando se sacó sus propias prendas faltantes y Felix lo recibía en sus labios nuevamente.

Cuando se apartó ligeramente de la adictiva boca del menor con una queja por parte del mismo, quitó el flequillo que tapaba los hermosos ojitos que lo traían encantado.

Tres dedos abrieron paso entre los mordidos labios del menor, quería prepararlo correctamente y no tenía lubricante a mano.
Felix entendió y movió su cabeza de arriba hacia abajo con intensidad, tratando de ensalivarlos todo lo que podía.

NO KIDDING, I MISS YOU ♡︎ ᶜʰᵃⁿᵍˡⁱˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora