Flores y chocolates.

623 99 16
                                    

"–¿Y si te llevo rosas?... –Como quiera se me van a marchitar."

Hanma había tomado una decisión.

Haría que Ken Ryuguji cayera directo a sus pies.

Pero para ello debía pensar seriamente en el cómo haría aquello.

Siendo sinceros el chico no tenia la menor idea de como cortejar a alguien, y para hacer que Draken se enamorará, debía cortejarlo, debía enamorarlo poco a poco, después de todo con aquel:

Entonces haz que lo olvide; tenía todos los permisos posibles para hacer aquello, ¿verdad?

Bueno, él había asumido que sí, que los tenía, así que como los tenía llevaría a cabo su plan.

Bueno, primero debía planear aquello.

Para ello necesitaría ayuda, pues en realidad el tema del amor no era para nada de él, nunca se había esmerado en conquistar a alguien, ni siquiera a Kisaki, pues apenas había conocido al de lentes, el chico le había dejado en claro que se mantuviera a raya. Si bien sus acciones se mantenían a raya, sus sentimientos eran un tema distinto.

–Por favooor –Hanma junto sus manos viendo con ojos suplicantes al rubio frente a él.

No era amigo de Matsuno, bueno, en realidad casi no hablaba con él, si bien habían hecho equipo una vez, había terminado por traicionarlo, y a pesar de que habían hecho las pases, aquello no significaba que se llevarán bien. Pero ahí estaba, en un restaurante de hamburguesas, frente a frente, pidiéndole ayuda.

–No.

–Vamos, haré lo que quieras –aquello pareció surgir efecto en el rubio, pues a pesar de que se había negado, ahora pudo ver un ápice de interés en sus ojos– ¿por favor?

–Quiero el combo con juguete –ante aquello Hanma asintió de inmediato– y... Harás las entregas de mi tienda durante un mes en tus tiempos libres.

–Trato –ambos se dieron un apretón y cuando se soltaron Shuji no dudo un segundo en ir a pedir el dichoso combo con juguete. Al volver Chifuyu comía de sus papas y veía algo con sumo interés en su celular– aquí esta, el juguete de Sailor moon que querías.

–Gracias –el chico sonrió al tener entre sus manos la figura de sailor mars– ahora sí, tenemos un trato. ¿Para qué necesitas mi ayuda?

Hanma le explicó cosa por cosa, desde que inicio a trabajar con Draken -cosa que Matsuno ya sabía- hasta como poco a poco se había dado cuenta de los sentimientos que tenía por el rubio. Chifuyu simplemente escuchaba con atención mientras comía su segunda hamburguesa.

–Quién lo diría, solo tienes la cara de pendejo –ante el insulto Hanma se guardo cualquier comentario, lo que menos quería era un enfrentamiento– pero bueno. Tienes suerte, soy un experto en el amor.

–¿Has tenido muchas parejas?

–No, pero he leído muchos mangas, además, después de Mikey, soy el único que tiene novio.

–Te escucho.

Ambos chicos se encontraban en el pequeño apartamento de la pareja, Kazutora simplemente veía desde el sofá como Hanma y Chifuyu leían un montón de mangas Shojo, tomaban notas, colocaban post-its, intercambiaban ideas, y en algunas ocasiones fangirleban debido a ciertas escenas románticas.

Un par de tarados si le preguntasen.

A veces se preguntaba por qué salía con aquel rubio sumamente otaku.

–Ahora toca el segundo paso –dijo una vez terminaron de hacer apuntes y leyeron al menos veinte tomos de un manga– ver comedias románticas.

–Hanma, ¿estás seguro de...?

Forget  him.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora