So Sweet

Only love...

Draco 22 años/ Harry 21 años.

Cinco años había pasado enamorado de él. Cinco malditos años donde fingió ser su mejor amigo y que no sentía nada más por él. Cinco años. Y ahora el venia y le decía que se iba a ir a la universidad que quedaba a cinco horas de donde ellos vivían.

Estaba sentado en el sillón que estaba junto a la ventana por donde podía ver  las montañas a lo lejos, pensando que hacer.

Había vivido en esa casa con Draco por cuatros años, después de que a los diecisiete Harry había decidido irse de la casa de sus tíos y el rubio no lo había querido dejar solo. Y ahora Draco se iba ir a la universidad dejándolo solo con sus sentimientos.

–¿Harry? ¿Harry, me estás escuchando? –Draco se había sentado frente a el y le estaba hablando.

–¿Qué?

–¿No escuchaste nada de lo que te dije? –pregunto el rubio.

–No, lo siento, tenía la cabeza en las nubes. –su taza de café en sus manos se había enfriado.– ¿Qué decías?

–Decía que si algún día quieres ir a visitarme puedo pagarte los pasajes. –le dijo de nuevo.– Buscare una casa nueva donde vivir y poder quedarnos cuando vayas.

–Ah, esta.. está bien. –respondió y volvió su vista las montañas.

–¿Estás bien, Harry? –le pregunto preocupado Draco. Desde hace unos días lo había visto perdido, distraído.

–Si, lo estoy. –se le hizo un nudo en la garganta.– ¿Quieres ir mañana a desayunar a la cafetería que te gusta? Yo invito.

–¿Encerio?

–Claro, como... como una despedida. Quiero decir que ya te vas en dos días más y... –se cayó.

–Harry, ¿estás bien, de verdad? –le volvió a preguntar preocupado.

Harry asintió, cerró los ojos y esta vez negó con su cabeza. Draco se levantó y se fue a sentar a su lado para abrazarlo.

–Tranquilo... –dejo un besito en su frente.

–T-te voy a extrañar mucho. –dijo con la voz ahogada. A Draco se le partió el corazón.– ¿Q-qué tal si conoces a alguien y lo vuelves tu mejor amigo y te olvidas de mi?

–Shh... –metió sus dedos entremedio de su pelito.– Eso no va a pasar, siempre serás mi mejor amigo, la persona que más quiero en el mundo.

La tarde pasó con ellos en el sillón abrazados mientras Harry sollozaba en sus brazos.

|-/

Amaneció. El sol entraba por la ventana de su cuarto. Eran las siete de la mañana, Draco lo había llevado a su cama la noche anterior y el había despertado en la madrugada y no pudo seguir durmiendo.

Se dio una ducha y luego salió a la cocina. La casa estaba en silencio. Esperaría a Draco para que vayan a desayunar a la cafetería.

–Buenos días. –lo saludo Draco mientras bajaba las escaleras ya vestido y arreglado.

–Días. –dijo Harry.– ¿Estas listo para ir a desayunar?

–Por supuesto.

Caminaron por las calles de ese pueblo y llegaron a la cafetería que a Draco tanto le gustaba. Estuvieron en silencio hasta que llegó una chica a pedirle au orden. Mientras esperaban su desayuno por la pequeña radio sonaba una canción que Harry inconscientemente empezó a cantar en voz baja.

–Only love can hurt like this... your kisses burn into my skin.

Draco apoyó su mejilla en su mano y se le quedó mirando. Harry era tan bonito.