So Sweet

Et tu es à moi 2/2

..Y tú eres mío.

Había pasado una semana, y en todos esos días Harry y Draco se habían juntado, ya sea para hacer la tarea de herbologia o solo para conversar.

Pero, había algo que a Draco le estaba dando miedo, y era entregar su corazón de nuevo a alguien y que se lo vuelvan a romper. Pero el confiaba en Harry, confiaba en que él no sería como esa chica, él sabía que sí le entregaba su corazoncito a Harry, el lo cuidaría, pero ahí venia otra pregunta ¿Harry gustaba de él?

Era tarde y se habían escapado hacia la torre de astronomía, ya que ese día habían ido a Hogsmade y pasaron a comprar muchos dulces y los querían compartir entre los dos.

-Este de aquí esta demasiado picante. -dijo Harry mientras terminaba de mascar un dulce de color rojo intenso.

-Ajá, y tienes que probar este, hace que te de frío. -le respondió Draco apuntando uno celeste.

Mientras seguían conversando, a lo lejos se escucharon truenos y pronto comenzó a llover. Harry se levantó rápidamente del piso.

-Ven, acompáñame a hacer algo que he querido hacer por mucho tiempo. -le dijo Harry mientras daba pequeños saltitos.

-Esta bien, ya voy. -dijo Draco mientras guardaba los dulces restantes en sus bolsillos. Se levantó del piso y Harry rápidamente lo agarró de la mano y se lo llevó corriendo escaleras abajo.

Llegaron entre risas a la entrada, donde se podía ver el patio mojado mientras la lluvia caía.

-Bien ya estamos aquí, ¿qué querías hacer?

Harry se sacó su poleron, quedando en pura polera, tiro su poleron al piso y corrió hacia el patio donde la lluvia lo empapó en unos segundos. Draco lo miro como si estuviera loco, mientras el azabache daba vueltas con los brazos alzados, mirando hacia el cielo.

-¡Te vas a enfermar! -le grito Draco, ya que con la fuerza que caía la lluvia no se escuchaba casi nada.

Harry le hizo señas para que se acercara.

-¡Vamos Draco, ven! -Draco negó.

-¡Estas loco! -le grito de regreso.

Harry siguió dando vueltas hasta que corrió a donde Draco y lo tomó de las dos manos firme, para que vaya a mojarse. De primera se resistió pero luego vio que Harry no lo podía mover, se dejó hacer y dejó que el moreno se lo llevara bajo la lluvia.

Agarrados de las manos comenzaron a dar vueltas mientras reían. Quizás mañana estarían en la enfermería pero valdría la pena enfermarse para ver feliz al hufflepuff.

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Y bien, como dijo ayer, se enfermó y no había salido de su habitación ni de su cama, se había pasado toda la mañana estornudando y no había visto a Harry en todo el día. Tampoco quería ir a la enfermería ya que no le gustaba tomar remedios.

Se acomodó bajo sus mantas mientras temblaba de frío, lo más probable es que tuviera fiebre. De pronto la puerta de su habitación se abrió y por ella no entro nadie. Se sentó en su cama para mirar bien y de la nada apareció Harry.

Claro, su capa de invisibilidad.

Éste se acercó a Draco y puso su mano en su frente.

-Por dios Draco, estás hirviendo. -el rubio se sorbio la nariz.