Sectumsempra

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Hechizos iban y venían en ese baño. Un lavabo se había roto y el lugar se estaba llenando de agua.

–¡Sectumsempra! –grito el rubio y vio caer al azabache.

Tenia miedo de acercarse. Escuchaba los gemidos de dolor del azabache. Se asomó y lo vio en el piso, cubierto de sangre mientras el agua se teñía con esta.

–No... –su voz salió ahogada.– Harry, Harry..

Se arrodilló a su lado y puso sus manos sobre su pecho tratando de que ya no saliera, que parara la sangre.

–Perdoname.. Harry, perdóname..

–D-draco..

El azabache levantó su mano y la puso sobre la mejilla del rubio dejándola manchada de sangre.

–Perdóname... por favor.. –sollozo.

–Draco.

–Harry...

Cerró los ojos.

–Draco, estoy aquí. Abre los ojos por favor.

Abrio los ojos y vio a Harry al lado de él mirándolo con una mirada preocupada. Miro a su alrededor y estaba en una habitación.

–Estoy aquí, Draco. –le dijo Harry a su lado.

Se sentó en la cama, abrazó a Harry y sollozo.

–Perdoname, Draco. –le dijo el azabache. Metió su mano por debajo de la polera del rubio y acarició sus cicatrices.– Por mi culpa ahora tienes pesadillas con eso.

–Esta vez era yo el que te lanzaba el hechizo y-y te veía en el suelo..

–Tranquilo. No pasa nada.

–No te quiero perder, Harry. –lo abrazó más fuerte.

–Estoy aquí, Draco. No me voy a ir a ningún lado.

Se acomodaron en la cama, mientras seguían abrazados. Y allí en ese habitación de Slytherin se durmieron.

|-/

Se despertó con los brazos de Draco alrededor de su cintura. Habían pasado cuatro meses desde que paso el incidente en el baño. En esos meses se había vuelto amigos y Harry comenzó a irse a dormir con Draco ya que este tenia pesadillas por las noches.

También había pasado que le había empezado a gustar Draco y ya no sabía que hacer. Un día lo vio salir de la ducha con solo una toalla cubriendole la parte de abajo; ese día tuvo que salir corriendo de allí para que Draco no notara el pequeño problema que se le estaba formando.

Sintio a Draco moverse detrás de el y lo apego más a el. Un gran problema.

El trasero de Harry quedó contra su entrepierna.

Draco aún sigue dormido, aún podía escapar de allí sin que el rubio se de cuenta del problema que por su culpa estaba creciendo.

Intento con cuidado salir de allí, de sacar las manos de Draco que lo abrazaban fuertemente.

–¿Harry? –Draco había despertado.

–¿Si?

–¿Ya te vas?

–Si, es que tenía hambre y quería ir a desayunar. –se excusó.

–Pero son recién las seis de la mañana. El gran comedor debe estar cerrado.

–Oh, pensé que era más tarde. –tenía sus mejillas rojas.

–Quedate un rato más a dormir conmigo. –de un momento a otro, Draco lo había dado vuelta quedando frente a frente.– ¿Estás bien?

So SweetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora