Capítulo 80

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Ling Xu no tenía Poder Espiritual ahora, y estaba atrapado en el encantamiento de Xu Shu. No sería capaz de despertar durante un tiempo. Si Xu Shu quería ocuparse de Ling Xu, podía hacerlo en cualquier momento. Sin embargo, si Xu Shu quería enfrentarse a Fang Huo, no sería fácil.

Xu Shu asintió y retiró la espada que presionaba el pecho de Ling Xu, "De acuerdo."

Shen Jiayan caminó unos pasos en su dirección, pero entonces, recordó de repente lo que Ling Xu le había dicho. Se detuvo y miró a Xu Shu con desconfianza: "Mi marido dijo que, excepto él, ya no se puede confiar en las palabras de otras personas. Si me acerco, ¿qué pasa si todavía le haces daño a mi marido?"

Xu Shu no pudo evitar sentirse secretamente molesto por la intención detrás de las palabras de Fang Huo: Parece que Ling Xu ha enseñado, más o menos, esta doble cara del mundo del Cultivo a Fang Huo.

Pero no había ninguna incomodidad en la cara de Xu Shu. Incluso sonrió y preguntó: "Entonces, ¿qué quieres?"

"Con la sangre de tu corazón, haz un Juramento Celestial— si te atreves a herir a mi marido, tu Poder Espiritual se dispersará y te convertirás en un inútil, sufriendo mil formas de tortura. Sufrirás innumerables intimidaciones, humillaciones y morirás." Los ojos inyectados en sangre de Shen Jiayan miraron a Xu Shu. Su mirada era dura y cada palabra pronunciada era firme.

Sólo entonces Xu Shu determinó finalmente que a Fang Huo realmente no le quedaba ni el más mínimo afecto por él.

Los Juramentos Celestiales no podían hacerse en vano, y mucho menos utilizando la sangre del corazón para hacer un juramento. Si Xu Shu hacía un juramento y luego lo rompía, el Dao Celestial respondería al juramento. Cuando Fang Huo dijo 'sufrir mil formas de tortura, innumerables intimidaciones, humillaciones y la muerte', se podía ver cuánto odio tenía hacia Xu Shu en su corazón.

Xu Shu bajó la mirada para ocultar el odio abrumador de sus ojos: La persona que amabas era yo, ¿cómo has podido cambiar de opinión tan rápidamente? Incluso por el bien de Ling Xu, me obligaste a hacer un juramento tan vicioso.

Ya que lo amas tanto, como sigues llamándolo repetidamente tu marido una y otra vez, está bien entonces. No lo mataré. Cuando te despiertes, quiero que Ling Xu vea cómo lo mataste tú mismo.

"De acuerdo, haré un juramento." Xu Shu forzó una gota de sangre del corazón, "Yo, Xu Shu, estoy haciendo un juramento a los Cielos hoy: Si le hago daño a Ling Xu con mis propias manos, que mi Poder Espiritual se disipe y me convierta en una persona inútil en el futuro. Deberé sufrir mil formas de tortura, innumerables intimidaciones y humillaciones, y finalmente la muerte. Entonces, ¿estás satisfecho ahora?"

Heh, Si "le hago daño yo mismo", habría roto el juramento, pero si no hago daño a Ling Xu con mis propias manos, el Juramento Celestial no tendría que castigarme.

"Satisfecho." Shen Jiayan escuchó las palabras y no tuvo más preocupaciones. Se acercó a Xu Shu sin dudarlo.

Ese par de ojos rojos como la sangre estaban llenos de intención asesina. Xu Shu no pudo evitar sentir un poco de frío con sólo mirarlos. Xu Shu inconscientemente dio un paso atrás, pero la espada que sostenía seguía firmemente fijada contra el cuello de Ling Xu.

Sin embargo, Shen Jiayan no fue hacia Xu Shu.

Xu Shu sólo vio a Shen Jiayan de pie frente a Ling Xu. Entonces, sin decir una palabra, colocó su oreja contra el pecho de Ling Xu, escuchando tranquilamente los latidos del corazón de Ling Xu durante un rato.

Después de un largo rato, Shen Jiayan murmuró: "Esposo, después de convertirnos en compañeros de Dao, parece que sólo me has enseñado las mismas cosas. Hay muchas otras que aún no me has enseñado."

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