Power (Final Alternativo Duskwood)

Esperanza (Good ending).

Ver a Jessy tan destruida me hizo cerrar los ojos por un momento tras haber finalizado su videollamada con Richy. Me sentía mareada y asqueada. Todo estuvo siempre delante de nuestros ojos.

Las veces que desaparecía y volvía a las horas sin dar explicación alguna, cómo nos guiaba en todo momento, el hecho de quedarse en nuestro grupo de las leyendas de Duskwood a pesar de, aparentemente, no querer, el por qué no escuché gritos durante su salida al bosque... Siempre estuvo delante de nosotros, presente en cada momento, intentando culpar a un alma muerta de algo que él mismo había cometido.

Una vez se lo comenté a Jake. Le dije que no podía ser Michael Hanson, que era demasiado fácil, que todo encajaba demasiado correctamente a pesar de no tener toda la información. Fue en ese momento cuando recapitulé sobre todo lo que había pasado. Las amenazas por teléfono, la llamada mostrando a Cleo, la marca en el garaje de Richy, el ataque a Jessy, la encarcelación de Phil, de nuevo la marca pero esta vez a Jessy, Dan y su accidente, el ataque a Richy...
El ataque a Richy fue lo que terminó por confirmar las mínimas sospechas que tenía sobre él. Al principio me asusté, grité, lloré y el enfado que sentía hacia Jake era inmensurable, sentía que estábamos yendo demasiado lejos, sentía que estaba dejando a mis amigos morir por culpa de mi enamoramiento y mi confianza en las palabras de Jake, pero entonces mi lado racional comenzó a hablarme de nuevo.

No había escuchado los gritos que Richy dijo escuchar cuando me llamó, él afirmó que eran gritos de mujer, que podía ser Hannah, ¿Pero por qué dejaría el hombre sin cara a Hannah libre? ¿Solo para atraer a Richy? Posible, pero improbable. Cuando Richy dijo haber visto a alguien mis alarmas despertaron y en el momento no lo pensé, pero de nuevo, tras pensarlo fríamente, me di cuenta de que yo no escuché ni vi nada. No vi a nadie, aunque eso pudo ser porque Richy ya estaba corriendo, ¿Pero y los pasos? ¿Por qué no escuché los pasos del hombre sin cara? Más adelante vuelve a haber un fallo, un fallo que el hombre sin cara no cometería nunca, y eso es, irónicamente, no enseñar su cara. Cuando Richy estaba en el suelo el atacante no se mostró, ni una sola vez. De nuevo, sus pasos no se escucharon. ¿No se mostró porque algo había fallado? ¿Algo no había ido acorde a su plan? Jake y yo hablamos de esto más tarde, pero en mi cabeza nada tenía sentido, estaba segura de que era Richy, lo supe desde ese momento, pero algo dentro de mí no quiso aceptarlo, y por ende tampoco le comenté nada a nadie sobre mis sospechas.

Hoy me arrepiento de esa decisión. Sé que Richy planea algo, sé que me mostró su cara porque va a darle un final a todo, y ese final trae consigo su muerte, estoy segura.
Una llamada me saca de mi nube de pensamientos, observo el nombre que brilla en mi pantalla y respondo tan rápido como mis músculos me lo permiten, mi cabeza aún sigue aturdida tras todo lo que acabo de descubrir.

– ¿Airelle? –Escucho cómo Alan pronuncia mi nombre. –Sí, estoy aquí, ¿Ocurre algo? –Pregunto con preocupación, y escucho un ligero suspiro antes de que el policía responda. –El FBI está aquí buscando a tu amigo hacker, lo han localizado mediante las cámaras de la mina, pero volvieron a perderlo de vista de nuevo. –Mi pulso se detiene al escuchar sus palabras susurradas, debería sentir calma tras escucharle pero había más, sabía que Alan tenía algo más para decir. Después de algunos segundos en silencio, por fin vuelve a hablar. –Lo perdieron de vista porque la mina estalló en llamas. –Mi respiración se corta por unos segundos y mis manos comienzan a temblar mientras observo el escritorio que tengo delante. –Los bomberos están aquí, estamos tratando de controlar la situación, pero pensé que... –Su voz se vuelve eco en mis oídos. Mi cabeza deja de responder y todo en lo que puedo pensar es en Jake. Soy incapaz de procesar lo que Alan me dijo. No me lo creo. No quiero creerlo. Es imposible. Él me había prometido que no se dejaría pillar, me prometió que llegaría conmigo hasta el final, ¡Mierda, me lo prometió! –¿Airelle? –La voz de Alan vuelve a escucharse a través del teléfono. –Sácalo de ahí. –Respondo sin pensar, con la mirada perdida sobre la mesa, y siento mi respiración volverse errática.