Perfecto Caos ✔ (En librerías)

Capítulo cuarenta y tres

43 | MUERTE.

♪ You can't force the stars to align, when they've alredy died ♪
(No puedes forzar a las estrellas para que se alineen, cuando ellas ya han muerto) -Astronomy. Conan Grey.

NATHANIEL.

La frase de "obtienes lo que mereces" es una de las mentiras más grandes dichas jamás. Nunca ha sido así, y probablemente nunca será.

La realidad es que hay gente mala a la que le va increíble, ellos están completamente tranquilos y felices.

Y existe gente buena que lo único que recibe de la vida es golpe tras golpe. A veces es tan constante que un día simplemente se cansan... Ya no pueden más, y en ese momento es cuando reciben el último golpe. El más certero, irónicamente, es dado por ellos mismos.

—Está bien... —Susurra Jace, mientras acurruca el cuerpo inerte de su hermana contra el suyo. No se supone que debía llegar tan tarde, pero su vuelo se retrasó—. Estarás bien —murmura quitando el cabello mojado de la cara de Judith, sus manos tiemblan sin control, parece que quiere tocarla, pero no sabe si hacerlo—. Necesito algo para abrigarla —susurra tan bajo que a penas puedo escucharlo—, traigan algo para abrigarla ¡Ya!, Debe tener frío, sus labios están muy azules y ella, ella nunca soporta el frío, por eso usa esos pijamas tan ridículos que... —Intenta tomar aire, pero no puede hacerlo—. Por favor... no quiero que despierte y lo primero que sienta es frío, por favor —El aire se le entrecorta y la vuelve a dejar en el piso mientras se quita su abrigo y la cubre con él.

Empujo el maldito plástico que no ha hecho más que dificultar todo el proceso y ayudándome por el borde, salgo de la alberca de un salto, me quito el saco con rapidez, y tomo a Jace por los hombros quitándolo de encima.

—Déjala —No sé de donde está sacando tanta fuerza, pero me empuja y hace el amago de abrazarla de nuevo. Para mi suerte, Tyler quien es uno de los que -en secreto- me ha estado ayudando todo este tiempo, corre hacia nosotros. Sostiene a Jace por detrás y a pesar de que se encuentra en medio de una llamada telefónica, logra detenerlo e inmovilizarlo—. Qué está bien. No la toquen.

—¡Está muerta! —grita Tyler obligándolo a que lo vea—, y estás haciendo esto más difícil.

Ignorando totalmente el temblor de mi propio cuerpo me arrodillo a su lado y comienzo el protocolo para hacer una reanimación cardio pulmonar. Es imposible no sentir una ola de escalofríos al verla así de pálida, su piel tiene un tono azul, especialmente sus labios, está completamente rígida y fría.

He hecho muchas reanimaciones a lo largo de mi vida, y jamás había sentido una desesperación tan agobiante.

Extiendo la mano que tengo sobre su esternón y entrelazo la otra por encima. Mantengo mi espalda y mis brazos rectos para poder usar el peso de mi cuerpo. Empujo el talón de mi mano comenzando las compresiones progresivas para que su corazón inicie a bombear la sangre y a generar una presión arterial.

En cuanto he hecho treinta compresiones me detengo y elevo mis manos a su rostro, coloco una mano en su frente mientras la otra la llevo a su barbilla, inclino con cuidado su cuello hacia atrás y con ayuda de la mano que tengo en su frente utilizo un par de dedos para pellizcar su nariz. Rápidamente coloco mi boca sobre la suya dándole dos profundas ventilaciones.

Giro levemente mi cabeza hacia su pecho para asegurarme de que este se levante, así puedo saber que el aire está entrando como debe ser.

—Vamos, Jude, no puedes hacernos esto —gimo repitiendo las compresiones—. No te voy a perdonar si nos dejas así —Intento controlar el temblor de mi boca antes de volver a unirla a la suya—, por favor... —susurro sintiéndome sin voz.