Narra Rosseanne
Mientras él se restregaba en mí, caminábamos hacia atrás, haciendo que quedáramos en medio de mi cuarto. Fue así como me di cuenta de que el que se restregaba en mis nalgas era Chucky (el que tiene alma de asesino), mientras que Chuck (el buddi) se acercaba a mí, para después agarrarme con sus manos las mejillas y plantarme un beso apasionado, metiendo su lengua en mi boca sin esperar alguna reacción de mi parte.
Yo estaba un poco en shock, ya que no esperaba que hicieran esto, pero me olvidé de eso cuando noté que Chuck me empezó a apretar los pechos.
Rosseanne: Ha⁓ ha⁓, chicos, esperen un poco "dije cuando por fin Chuck me dejó de besar"
Chucky: ¿Por qué deberíamos parar, nena? Estamos bastante a gusto y parece que tú también lo disfrutas "dijo mientras me daba besos en el cuello"
Cuando estaba por responder, Chucky me dio vuelta para besarme y ahora era Chuck el que se restregaba en mis nalgas. Chucky, aparte de besarme, también se empezó a restregar en mi vagina. Yo, sin poder hacer nada más que rendirme al placer, empecé a acariciar los penes de ambos, haciendo que ellos gruñeran gustosos por mis toques.
Narra Chucky
Cuando Rosseanne me empezó a acariciar el pene, gruñí sin poder evitarlo. Me di cuenta de que ya había aceptado tener sexo con nosotros, por lo que me separé un poco de ella que gruñó enojada de que no siguiera, pero se calmó cuando yo empecé a quitarle la parte de arriba del pijama. Ella levantó los brazos para ayudarme a sacarle la parte de arriba, comencé a chuparle los pechos mientras le pasaba 3 dedos para que los chupara.
Cuando me aseguré de que estaban bien mojados, le hice una señal a Chuck para que le sacara la única prenda de ropa que le quedaba. Apenas terminó de sacársela, le metí uno de los dedos para empezar a moverlo; seguí así hasta llegar a meter los 3 dedos. Ella, por otra parte, solo gemía gustosa por esto.
Narra Chuck
Cuando Chucky me hizo una seña para sacarle la última prenda a Rosseanne, lo hice sin dudarlo. Me detuve a mirar su trasero; era tan grande que me daban ganas de morderlo. Como Chucky le estaba metiendo los dedos por la vagina, yo decidí hacer lo mismo, pero yo no le metería los dedos.
Me agaché y le empecé a lamer el culo mientras metía un dedo. Ella aumentó sus gemidos al punto de que parecían gritos de placer. Cuando noté que se iba a correr, tanto yo como Chucky paramos de hacer lo que estábamos haciendo, escuchando sus quejas porque habíamos parado. Él y yo nos dimos una mirada.
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Nuestra muñequita (buddi chucky y chucky x tu)
Novela JuvenilRosseanne una chica que vive en un departamento con su padre y sus dos hermanitos, fanática de los muñecos tanto antiguos como nuevos se encontraba navegando en Internet cuando encontró dos muñecos, uno de la marca buddi que era popular y el otro er...