La mañana transcurría con normalidad... sí, la normalidad de un jueves en hora pico de desayunos.
Yuta había llegado a una de las mesas, atendería a tres señoritas.
—Bienvenidas. Como cortesía la casa tiene mini gelatinas de fresa y de vainilla. Aquí están las cartas. Mi nombre es Yuta, estaré a su disposición. ¿Qué gelatina pedirán?
Se pidieron tres de fresa.
—Bien. En un momento las traigo. Echen un vistazo al menú. Hay paquetes y desayunos especiales un poco más caros. Vuelvo para tomar la orden.
Corrió por todo el restaurante evadiendo el movimiento de sus compañeros, estaban bastante sincronizados. En una bandeja tomó tres platos y servilletas, sirvió con cuidado las pequeñas gelatinas, puso cucharas pequeñas y volvió a aquella mesa para tomar la orden.
—Les repito su orden. Serán tres paquetes siete. Omelettes con jamón y queso, ensalada de frutos secos, salsa primavera. Uno con panela otro con manchego y otro con philadelphia. En los dos primeros llevarán salsa primavera. Dos panes de orégano... lo siento aún no hay pan de orégano ¿gusta cambiar por ajo o miel y avena o miel y frutos rojos o uno blanco...? —tardaron en contestar pero se eligieron dos de ajo— Y jugo de naranja para las tres. En un momento.
Nanami estaba detrás de la barra recibía el pedido de parte de Yuta.
—Tres paquetes siete combinados con primavera y con excepción. Uno panela, uno manchego y otro philadelphia. Dos ajo y uno blanco. Naranja.
Nanami tomó la nota y la puso en el pequeño tendedero de notas.
—Para la mesa número nueve ¿quién toma? ¿Escucharon?
Choso fue el que contestó.
—¡Yo! Lo tengo, tres esponjosos con rebanadas. Uno normal otro refinado y el otro ultra refinado. Dos bautizados. ¿Te encargas del básico?
—Kiyotaka lo hará —con básico se refería al jugo de naranja—. Por favor encárgate de eso, haré una llamada.
Y mientras marcaba también hacía la cuenta de la mesa 3 a cargo de Nitta.
—Por fin contestas ¿dónde estás? Hmm... tienes retrazo se descontará.
Colgó algo enfadado.
—¿Qué sucede? —preguntó Ijichi con algo de miedo porque notaba que estaba molesto. Utahime interrumpió la plática.
—Quieren tu especial... —le dio la nota a Nanami. Quien aseo sus manos y se acercó para preparar uno de los cafés que eran su especialidad, mientras lo preparaba puso al tanto a Ijichi.
—Sukuna al parecer tiene un contratiempo. Ya le he dicho que debe apurarse necesitamos el tocino.
—¡No debiste mandarlo a él! —se quejó Utahime— No puede ni lavar los platos ¿cómo puedes mandarlo por las compras? Está bien que Yuuji te haya pedido que le des un trabajo pero... no puedes soportar que sea tan grosero e ineficaz.
Nanami le dio el café y le dedicó una mirada que le daba a entender que todo eso ya lo sabía y aún así... no iba a correrlo. Escuchó un poco de ruido en la cocina. Se asomó, era Jogo quien había llegado en compañía de Sukuna y venía gritando.
—¡A mí qué me importan, son tus deberes! Yo tengo los míos no tengo porque estar ayudándote. Quítate, fuera de mi espacio de trabajo... ¡No pongas allí el tocino llévalo a su lugar!
—Deja de estarme gritando pedazo de mierda o te voy a matar... —contestó Sukuna.
—¡Eh! —Choso les llamó la atención antes de que Nanami interviniera—. En mi cocina sólo yo grito, están alterando mi paz mental. A su lugar los dos no ven que estorban y tengo que preparar un ¡especial pomposo! No... ahora tengo que preparar dos pomposos porque yo quiero uno ya que se me antojó... maldición.
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Caminos Rosas - Jujutsu Kaisen
FanfictionKento Nanami es el dueño de un restaurante importante de la ciudad, se ve atareado por la pronta llegada de "los días rosas" un festival destinado para que las almas gemelas se encuentren. Él... no está nada interesado en ese absurdo cuento de la pr...