Hace mucho tiempo atrás, un niño llamado Javier estaba dando un paseo en bicicleta por las afueras del pueblo. Era un día soleado y sin una nube, ideal para estar al aire libre. A medida que avanzaba su recorrido se iba adentrando más y más en el campo, cosa que no lo preocupaba en lo más mínimo, ya que él amaba la naturaleza.
Había pasado ya una hora de comenzado el paseo, por lo que decidió volver a su casa. Dio vuelta la bici para volver por el mismo camino, pero al hacerlo, algo lo dejo petrificado. Había un puma en el medio de la calle. El animal comenzó a acercarse al niño a paso lento y con una mirada intimidante. Javier sabía que debía quedarse quieto y sin hacer ruido, si no el puma lo atacaría. El animal se acercaba cada vez más y más, pero de repente algo extraño ocurrió. El puma comenzó a hablar.
-¿Qué hace un humano como vos en la naturaleza? ¿Acaso estás tratando de dañarla?- dijo el puma.
-No, le juro que no. Solo estoy dando un paseo en mi bicicleta, además, yo amo el medioambiente, no sería capaz de hacerle daño- respondió Javier.
- ¿Estás seguro de que amas al medioambiente? ¿Acaso haces algo para ayudarlo?
-No señor puma, no hago ninguna actividad para ayudarlo, pero estoy dispuesto a realizarla si usted me lo dice.
-Me gusta tu predisposición, por cierto, ¿Cuál es tu nombre?- pregunto el puma.
-Me llamo Javier, ¿y el tuyo cómo es?- le pregunto el niño.
-Eso no importa, tan solo dime puma. Ven, tengo que mostrarte algo, sígueme- lo invitó el puma.
Javier, decidido a ayudar a su nuevo amigo, subió a su bicicleta y lo siguió.
Al llegar al lugar donde el puma lo llevo, se quedó sin palabras al ver frente a él docenas de pumas que yacían muertos en la llanura pampeana.
-¿Ves Javier? Mi especie está muriendo, y eso es culpa de la caza furtiva. Necesito que me ayudes a detenerla- dijo el puma.
-¿Pero, como? Soy un simple niño, no me siento capaz- respondió Javier.
-Javier, tienes que saber que todos somos capaces si buscamos la fuerza en nuestro interior. Tienes que ser valiente, niño- respondió el puma.
Javier miro hacia el horizonte y reflexiono. Su amigo tenía razón, era momento de ayudar. Se dio vuelta para agradecerle pero ya no estaba. El puma había desaparecido. De repente, comienza a sentirse mareado y cae desmayado al piso.
Despierta sobresaltado en su cama, no puede creerlo. Todo fue un sueño, su amigo no era real pero entendió su mensaje. Lo que le había dicho era algo muy importante, y sin dudas era momento de actuar. Tenía que salvar a la especie de los pumas.
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Crónicas Ficticias de un Joven Escritor
Misteri / ThrillerCrónicas Ficticias de un Joven Escritor es un libro de relatos auto conclusivos que buscarán sorprenderte y entretenerte aunque sea por tan solo unos minutos. Actualizaciones todos los miércoles.