Como prometió Urogi a su hermano Karaku, después de los exámenes invitó a su novio, el chico de las olimpiadas, Oliver, ese era su nombre, él tenía siempre una buena actitud, es un romántico, buen cuerpo, fuerte, una virilidad de primera, respetuosos, de buen corazón y proveniente de una buena familia adinerada.
A Urogi le gustaba todo de él, jamás pensó que podía existir alguien así de bueno en su vida, su relación había pasado a ser seria, es decir, comenzaron a planear su futuro juntos.
Cuando Urogi le presentó la idea de llevarlo a su casa y almorzar junto a su familia, Oliver solo pudo besarlo y abrazarlo de la felicidad que sentía al poder ser presentado ante el padre de su amado.
El dia prometido llegó, después de clases la pareja hiba de camino al hogar de los Habtengu.
Oliver: Gracias por invitarme a comer a tu casa – Dijo alegre dándole un beso – Me siento muy feliz de que quieras presentarme a tu padre.
Urogi: Si, si queremos seguir juntos, tenemos que hacer bien las cosa – devolviéndole el beso-
Ambos llegaron a la casa, pero Urogi se apresuró a entra a esta.
Urogi: Pasa, voy a cambiarme asi que espera en la sala ¿Ok?
Oliver: Ok
Entró y se sentó en el sillón que se encontraba frente a una mesita y ¡frente al padre de Urami y su tío!
GLUP
El chico estaba nervioso, pero en ese mismo momento, fue abordado por Karaku le hermano mayor de Urami por unos segundos.
Karaku: Que tal amigo – Dijo con una gran sonrisa mientras rodeaba con el brazo el cuello de Oliver-
Oliver: U-Un gusto señor Hantengu, Don Urami y Karaku...que tal – Dijo nervioso-
Karaku: Jajajá, mis felicitaciones, nadie había llegado más lejos de la tercera cita – expreso aún más alegre –
Sekido: ¡KARAKU, VEN Y AYÚDAME CON EL ALMUERZO!
Karaku: Ahg, ya voy – desganado fue a la cocina, dejando solo al novio con Hantengu y Urami.
En la cocina, se encontraba el cuarteto emocional y el joven Zohakuten alias el dragón de madera.
Sekido: Que haces se supone que tienes que ayudarme con la preparación – gritó vajito – se supone que es una sorpresa para...-mira a Urogi - ¿Cómo dijiste que se llamaba?
Urogi: Oliver
Sekido: Ah si, Oliver
Aizetsu: Estaba bien Sekido, que triste, si a Karaku lo hubieras dejado continuar se habría llevado lejos a Oliver de papá y tío, aunque de papá no, pero si... del tío, él ahora se ha quedado solo con él tío Urami.
Todos: Pobre alma
En la sala
Urami: Asi que... - Lo mira de pies a cabeza – tu eres el noviecito de mi sobrino – lo mira con desprecio –
Oliver: Disculpe – Un poco ofendido –
Hantengu: Cálmate Urami – llamó la atención a su hermano mayor, mira a Oliver – Lo siento, joven es solo que mi hermano es un poco desconfiado – Se disculpó temblando ligeramente de miedo de que el chico se fuera de la casa molesto-
Urami: Tsk – Chasqueó los labios resentido por la acción de su hermano menor-
Oloiver: No hay problema señor, pero muchas gracias – Dijo con una sincera sonrisa – No parece su padre - pensando en el padre de su novio – más parece su abuelo
Urami: Dime – llamó la atención de Oliver – Que piensas de mi sobrino
Oliver: Es el ser más perfecto del mundo – contestó rápido – Además de hermoso, tiene un gran corazón, es amable, no tiene celos enfermizos, no es infiel, su sonrisa ilumina mi día, lo mejor que me ha pasado en mi vida... y lo amo, con todo mi corazón- Dijo con decisión y lleno de amor por Urogi-
Urami: -Asintiendo con aprobación-
Hantengu: -Llorando de la emoción-
Urogi: ¿Enserio? – Dijo ruborizado y emocionado
Urogi en realidad había estado espiando la entrevista.
Oliver: ¡¿Estuviste escuchando?! – Dijo ruborizado y avergonzado-
Urogi; Si – Se acerca y lo abraza – Yo también te amo
Ambos tortolos se abrazaron y Urami con Hantengu se retiraron para darles privacidad.
Ambos comenzaron una serie de besos que empezaron a subir de tono, Oliver pasó su mano por debajo de la camisa de Urogi y este gimió el sentir el toque de su amado, pero.
La sala no es el lugar para hacer el acto... ya saben.
Sekido: UROGI, CARAJO VEN Y AYÚDAME EN LA COCINA, ESTOS PAR DE INÚTILES NO PUEDEN SI CORTAR UNA VERDURA.
Y, apresurado ante el grito de su hermano no le quedó de otra que correr a la cocina, no sin darle un último beso a su novio, en resumen, la visita fue un éxito, el pobre Urogi de la prisa casi se le caen los platos.
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