capítulo XXIV:

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Ambos continuaban mirándose sin decir nada, la cercanía de Jisung era exquisita, solo que aún seguía esa pendiente respuesta que tanto ansiaba escuchar el castaño y Hyunjin sin dudarlo contesto sin dejar de mirarle

- Porque no me gusta

- Entonces yo también puedo hacer eso ¿No? ¿Puedo acercarme así contigo y hacer esos movimientos? – comenzó a tocar de nuevo su pecho sin embargo el alto tomo su mano deteniendo aquellos deliciosos movimientos tratando de controlar todo su ser hablo de una manera demandante sin sonar nervioso

- Tú no puedes

- ¿Por qué? ¿Por qué ella sí y yo no? – volvió a preguntar cada vez más molesto jalando su brazo para su pecho

- ¿Por qué tantos por qué?

- ¡Porque no me contestas nada y eso me enoja más, me hace poner celoso! ¿entiendes? Porque yo no entiendo que me está pasando, lo único que sé, es que no la quiero cerca de ti, no quiero que te hable con aquellos apodos lindos que solo yo quiero ponerte, no quiero que te toque de la manera en lo que lo hace, ni que te mire como lo hace, tu eres mío y a mí no me gusta que toquen lo que es...

Los gritos habían cesado, sido interrumpidos cuando los labios de Hyunjin estuvieron plantados en los labios del castaño, un casto y dulce beso corto, solo eso basto para dejar callado al pequeño

El silencio comenzó hacer presencia y el alto nervioso prefirió alejarse para mirar su reacción con miedo a que lo golpeara o incluso lo corriera de su casa

Cerro los ojos, pasando los segundo y el golpe ni los gritos llegaban, a punto de hacer algún movimiento extrañado al no recibir lo que tenía en mente, su sorpresa fue mayor cuando sintió como Jisung volvía a plantar sus labios en los suyos

Era completamente inexperto en este tema, pero eso no impedía que Hyunjin lo guiara de una manera tan tierna y lenta

Un beso, eso que tanto anhelaban ambos y ahora en ese momento, se estaba cumpliendo y lo disfrutaban al máximo, un pequeño gemido por parte del menor se hizo presente cuando Hyunjin mordió su labio para poder abrirse paso y explorar la boca ajena

Jisung poco a poco comenzaba a embriagarse con cada nueva experiencia que estaba sintiendo, su cuerpo comenzaba a sentir calor, un calor que gustaba, todo por las pequeñas caricias que de vez en cuando dejaba Hyunjin cuando se despegaban para tomar aire tomándolo de la nuca para volver a besarle, esa corriente electrizaba volvía y cada vez era más excitante

El sonido de la puerta principal cerrarse hizo que ambos se separaran de golpe, al parecer su padre ya había llegado, escuchando pasos sobre las escaleras para después ver una sombra y tocar la puerta de Jisung, casi se paralizan del miedo al pensar que su padre abriría la puerta, pero sintieron una gran paz cuando escucharon que solo avisaba de su llegada para después ver como la sombra se iba

- Creo que es mejor dormir ya bonito – Jisung se sonrojo aún más y asintió, acomodándose para dormir dejando un espacio entre ambos por comenzar a sentirse más nervioso hizo que el rubio frunciera el ceño con un pequeño puchero en su rostro para después atraerlo hacia su cuerpo y abrazarlo de la cintura – Por cierto, precioso, si soy tuyo – susurro para después plantar otro beso corto, pero lindo en esos preciosos labios del pequeño sonriéndole para después cerrar los ojos y caer en los brazos de Morfeo

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La mañana siguiente Hyunjin despertó antes de lo normal, estaba tan feliz de haber obtenido lo que tanto quería y anhelaba desde un inicio, pero quería más y eso era tener no solo al pequeño a sus pies, quería tenerlo para toda su vida y protegerle de todo lo malo, sus planes cambiaban continuamente al tenerlo a su lado y eso le era bastante fascinante, nadie le había hecho hacer cambiar de opinión tan seguido como lo hacía el pequeño que se encontraba entre sus brazos y le encantaba sentir aquello, sonrió ante tal pensamiento mirando cada detalle de su lindo rostro y como se removía con algún pequeño gesto de desagrado cuando el sol le daba por molestar sus lindos ojos

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