Capítulo I:

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- ¡Lárgate de una buena vez!

- ¿Ah? ¿Por qué debería lárgame? ¡es mi casa, yo la compre, ahora quitare de aquí!

El pequeño castaño despertó asustado al escuchar gritar a su madre desde la planta baja y esa voz reconocible de su progenitor hizo que los miedos del pequeño comenzaran apoderarse de él.

-No, no otra vez – susurro para sí mismo, sin pensarlo dos veces corrió a esconderse

- ¡Espera! no lo vayas... - Un golpe que retumbo toda la casa asustando al pequeño Han quien se encontraba escondido como la mayoría de veces en el armario, rogándole al cielo entero que su padre no lo hallara como de costumbre.

- ¿Dónde te escondes gusano? ¡Sal o te ira peor! – Grito el padre de Han quien se encontraba ebrio y molesto después de haber estado toda la madrugada jugando cartas con sus amigos ¿Pero el pequeño que culpa tenia si su padre perdía? ¿Por qué desquitarse con el castaño? No entendía, lo que si sabía era que no quería ser partícipe de esa forma tan absurda y brusca de desquitarse con él así que trato de aguantar la respiración.

- ¡Deja en p... - Una bofetada se escuchó en toda la habitación junto con un grito ahogado de su madre

-¡Si no sales Han Jisung, tu madre lo pagara más caro! – Las piernas de Jisung comenzaron a fallarle, su respiración comenzó poco a poco acelerarse, tenía miedo, pero no quiera que su madre pagara las consecuencias de absolutamente nada, él podría resistir los golpes de su padre, era un chico fuerte o eso era lo que su padre le decía, ese hombre que antes de convertirse en el monstruo que era ahora siempre le afirmaba que lo era, pero su madre... ¡No, esa mujer era una bendita que había soportado infinitas golpizas durante la última década, era tiempo de que Jisung ya casi con 17 años tuviera que afrontarlo, dando su último suspiro deslizo la puerta del armario con delicadeza, con la cabeza hacia abajo

-Aquí estoy padre – Trato de hablar lo más serio posible escondiendo todo su miedo.

-Maldito maricon, escondiéndote en los armarios como el un maldito miedoso ¡De rodillas! – Han casi se queda sordo al escuchar gritar a su padre muy cerca de su oído, pero sin poner ninguna resistencia hizo lo que su padre le había ordenado - ¡Ja! Ahora...Quitare la playera – Han sabía lo que pasaría en ese momento, mordió su labio inferior y asintió obediente sin ningún reproche, su madre quien se encontraba en una esquina aturdida aún por el golpe que había recibido trataba de levantarse y ayudar a su pequeño, pero no podía, todo a su alrededor le daba vueltas

- Mamá...no te levantes – Su madre quien como pudo dirigió su mirada hacia el pequeño castaño – Por favor, no te levantes – Le dijo con suplica en sus palabras, si ella interrumpía podría pagar peor las consecuencias y eso es lo que Han no quería

- ¿Quién mierda te dijo qué hablaras maldito malcriado? – Grito su padre quien con el cinturón en mano dio el primer azote en la espalda de Jisung, dos, tres, así continuo hasta que su padre se había cansado de hacerlo, el castaño reprimía sus gritos por el bien de su madre y el suyo, el pequeño casi inconsciente trato de levantarse como pudo, su madre que se encontraba aún en el suelo llorando mirando como las heridas que estaban casi por sanar volvían abrirse en la espalda de su niño, sentía una gran impotencia, pero ¿Qué podía hacer? Si pedía el divorcio antes de que Ji cumpliera 18, él podría solo quitarle a su pequeño, sabía que su marido tenía influencias y siendo un hombre con doble cara sería fácil persuadir a quien el quisiera con solo ser el "hombre honorable y correcto" que conocían en el gran bufete de abogados de la ciudad.

-Mamá – Hablo Han con una media sonrisa en los labios – No...No te sientas mal mami, yo... ¡Ah! – se quejó al tratar de enderezarse para ir hacia su madre – Yo soy un chico muy fuerte

Su madre solo lo miró con ternura y tristeza en sus ojos, sabía que ninguno de los dos debía soportar esos tratos y menos de ese modo, pero nada podía hacer y agradecía al cielo que Jisung fuera consciente del problema que agobiaba a ambos, sin respuesta solo asintió y beso su frente, se levantó, fue al baño y busco el botequín de primero auxilios para curar las heridas de su niño, el castaño tenía la mirada en blanco, y su madre sin más comenzó a curarlo, el castaño solo dio un saltito de dolor pero no se quejó en ningún momento, el silencio gobernó toda la habitación durante mucho rato hasta que su madre lo rompió

-Perdón – Fue lo que Jisung escucho de los labios de su madre quien tenía la cara mirando hacia el algodón lleno de sangre – Yo...

-Mamá, no tienes que pedir perdón de nada, es solo cuestión de tiempo... solo resistir un poco más y esto... - sonrió de lado mirando una foto de ellos dos sonriendo – Esto en un futuro solo será un mal recuerdo – Volteo a verla - ¿Si? – Beso la frente de su madre y antes de que ella pudiera articular alguna otra palabra Jisung continuo - ¡Rayos, si no me apresuro, llegare tarde a la escuela! – Tratando de aguantar el dolor, se vistió con mucho cuidado, tomo sus lentes, celular, llaves y cargo su mochila la cual agradecía tener solo unas cuantas cosas y se marchó no sin antes despedirse de su madre

Jisung se encontraba con la mirada en el suelo mientras caminaba, quería llorar, pero no debía, no podía, él no debía hacerlo "Los hombres no llorar Jisung" era lo que su padre decía, lo que la mayoría de sus compañeros decía, él era un hombre y como si fuera una regla general no lo hacía, así que con un suspiro cansado continuo su camino

- ¡Lino! – Jisung abrió los ojos al escuchar ese nombre y miro sin dudar hacia enfrente - ¡Maldito engreído espérame! – Gritaba el otro chico quien ahora se encontraba a su lado

-MinHo – susurro Jisung con un rubor en sus mejillas, acomodo sus lentes y como si lo de la mañana no hubiera pasado corrió con toda la adrenalina en su sangre gritando su nombre -¡MinHo! – Este al escuchar su nombre suspiro cansado e irritado

- ¡oh! Ahí viene tu loquito enamorado – sonrió con burla el bajito que estaba a su lado

- No es gracioso Changbin – Hablo aún más irritado sin siquiera voltear – Solo camina más rápido e ignóralo

- ¡MinHo, MinHo! – Corrió hacia este tratando de alcanzarlo y antes de poder saltar y abrazarlo como era costumbre fue tomado por alguien del cuello de su camisa

- ¡Vaya, vaya! ¿Qué tenemos por aquí? ¡El loquito fan de nuestro capitán del equipo! ¿Qué no te cansas de molestar?

-Suéltame de una vez Mark, quiero ir con MinHo así que quita tus malditas manos de mi

- ¡Ja! Maldito bastardo y tienes los huevos de contestar – sonrió de lado – Creo que el nerd no entiende aún debemos refrescarle la memoria ¿No Jackson? – pregunto a su amigo quien asintió

- ¿Qué? – Un golpe en el estómago hizo que al pequeño castaño se le cortara la respiración cayendo de rodillas al suelo, Mark solo sonrió con triunfo y volvió a cerrar el puño para dar su segundo golpe, pero de un momento a otro salto de la nada un pequeño y alargado animalito blanco quien no dudo en saltar y morder al agresor de Jisung quien grito por el dolor

- ¡Maldita rata! – Trato de tomarlo, pero este era más hábil y escurridizo que no pudo y salto hacia el otro tipo quien comenzó a gritar como una niña

- ¡Mark quítamelo, quítamelo! – Este sin más lo tomo y aventó hacia una pared

– Maldita y asquerosa rata

- ¡Mark tu mejilla!

– Maldita sea, vamos de aquí – Ambos caminaron hacia otra dirección y mientras un Jisung aun aturdido miraba hacia donde se encontraba el pequeño amiguito que le había salvado la vida

- ¡Ah! – Fue lo único que pronuncio Han y con lo poco de fuerza que tenía fue hacia él - ¡Hey pequeño! – Lo movió un poco y al no recibir alguna respuesta se acomodó hacia la pared y lo tomo entre sus manos con ternura y como por acto de magia al sentir el contacto de Han el pequeño animalito abrió un poco los ojos, el castaño al verle reaccionar le sonrió con mucha ternura – Gracias – Le susurro y le dio un beso, este solo se paralizo y comenzó a moverse inquieto para poder librarse - ¡Oh, espera pequeñín! 

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