Another Love [Hyunlix] [✓]

XIV

Quedaba cosa de 20 minutos para mi escapada con Hyunjin, quería hacerlo, quería escaparme con el para desahogarme después de la noticia de mis padres. Ya no podía más, tenía que desobedecerlos para así yo sentirme bien. Tantos años siendo movido por unos hilos indestructibles empezaban a hacer que me doliera el cuerpo entero, así que no echaría marcha atrás. 

Los 20 minutos más largos de mi vida pasaron, y yo fui al balcón a contemplar las estrellas mientras esperaba a que Hyunjin pusiera la escalera en mi balcón para yo poder bajar. Finalmente, escuché un leve golpe en la barandilla, era la escalera. Hyunjin estaba aquí. 

Bajé con mucho cuidado de no hacer ruido y de no caerme, no había mucha altura, creo que unos dos metros y medio, pero una caída así era muy peligrosa. 

- ¿Listo para empezar a vivir la vida pecas? - dijo Hyunjin ofreciendome su mano cuando estaba a dos esglaones de la escalera para bajar y que no me caiera.

- ¿Pecas? ¿No era que me llamarias Lix? - le dije en respuesta riendo - ¿cuantos apodos vas a tener para mi he Jinnie?

- Los que hagan falta, Lixie - dijo poniendo su mano derecha en la barriga y la izquierda en la espalda mientras se inclinaba hacía delante haciendo una reverencia 

Salimos de mi casa y me sentí libre, pero al mismo tiempo angustiado. Sabía que no estaba haciendo bien, y que si mis padres me descubrian se acababa todo para mi.

En frente mio vi una motocicleta, no muy grande, con dos cascos. Hyunjin me hizo un gesto con la cabeza para que me subiera, a duras penas acepté. No mentiré cuando digo que tenía miedo, miedo de subir a uno de estos bichos de dos ruedas a los que nunca me había subido, y miedo de que mis padres me descubriesen, pero cuando estaba allí arriba, sentado detrás de Hyunjin este agarró mis manos sin ningún tipo de permiso y se las puso alrededor de su cintura. Mi estomago estaba lleno de fuegos artificiales, mi respiración se cortó y mi corazón se aceleró. No sabía como reaccionar, Hyunjin parecía de lo más tranquilo pero yo, yo estaba en otro mundo, estaba en un mundo perfecto.

Cuando la motocicleta arranco y el viento se colaba por la visera de caso y me llegaba directo a los ojos era como si estubiera volando. Hyunjin me daba esas alas que necesitaba para salir de mi caparazón, esas alas rodeadas de un escudo que hacían que nada ni nadie me pudiera hacer daño.

Fue un largo camino, aunque a mi no me lo pareció al lado de Hyunjin. Llegamos a una montaña en una zona alta de la ciudad, nunca había estado allí. Sin previo aviso Hyunjin me ató una venda a los ojos y me cogió del brazo.

- No te quites la venda - dijo empezando a correr. No entendía el motivo, pero por alguna razón no tenía miedo de caerme, me sentía seguro y sabía que si era con Hyunjin con quien corría aunque no viera el amplio camino que tenía delante, estaba bien, no me caería.

- ¿Esto no será un tipo de broma y me dejarás tirado aqui verdad? - dije en tono de boroma

- Como quieres que te haga eso pecas - al acabar su pequeña frase paró en seco y me quitó la venda de los ojos haciendo que un montón de luces en la oscuridad impactaran en mis azules ojos. Era precioso. Se veía toda la ciudad.

- Descubrí este sitio hace relativamente poco, como nunca sales de casa he pensado que sería un buen sitio para que empezaras a vivir la vida - dijo Hyunjin con los ojos iluminados. Se sentó en el suelo cogiendo sus rodillas y alzando la cabeza - la vida nos trae muchas sorpresas y nunca sabes cuando se te va a acabar, quiero que aprendas a vivir la vida y a ver la belleza de esta. Ya has visto suficientes monstruos bajo tu cama, ahora es hora de cerrar los ojos y perderte en ese mundo de hermosos sueños que aún no te han dado el placer de conocer, y quiero ser yo, Felix, quiero ser yo el que te de ese placer. 

Hyunjin era realmente increible. Sus palabras siempre me hacían sentir fuegos artificiales en mi estomago, sabía como hacerme sentir bien, y sabía como animarme. Mi cuerpo actuó solo y de golpe me vi rodeando a Hyunjin con mis brazos como había hecho anteriormente en varias ocasiones cuando Hyunjin me decia algo así. Realmente en este poco tiempo que llevaba de conocer a Hyunjin me había dado cuenta de que era el la pieza del puzzle que necesitaba mi vida, era el la gota de agua que acababa de llenar el vacío baso que llevaba dentro. Era el el que me transportaba a universos desconocidos que me hacían perderme en su hermosura. Era el, solamente el, y yo quería ser lo mismo para el, quería ser esa pieza del puzzle, esa gota, esa pequeña estrella que le transportase a diversos universos. 

Y es por todo eso por lo que creo que me estaba enamorando de el.