capitulo 3

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Mi hija fue la primera que bajo a desayunar.

Vestida con su uniforme de secundaria, una coleta alta y su mochila en un hombro. Me sonrió al verme sostenido su plato de desayuno.

Dos hotcakes, pan con aguacate y su líquado de fresa. Tal y como siempre me lo pide.

-Veo que el pan está extra tostado hoy- me dijo al sentarse en la mesa.

Le sonreí al estar pegada a la estufa, asegurando me que los hotcakes no se me quemaron. Terminando de cocinar, puse el último plato de desayuno en la mesa y miré las escaleras. No había señales de mi esposo o mi hijo aún, así que me dirigí al último escalón para presionar los.

-¡El desayuno se va enfriar!- Grité.

-¡Ya vamos!- Grito mi esposo.

-¡Danos 5minutos mamá!-.

-¡Se apuran! O comen comida fría!-.

Mi esposo asomo la cabeza desde arriba del escalon y me sonrió.

-¿Porque tan gruñona?- Me pregunto.

Puse mi manos en mi cintura, le lanze una mirada para que supiera que hablaba encerio.

-¿Que tanto hacen? Se les va ser tarde-.

-Tarea-"

"¡Cosas de hombres!- Jeremy grito -nterrumpiendo a su papá.

Sonrió mi esposo y bajo hasta donde estaba, dándome un beso en la mejilla.

-Ya vamos-.

El siempre siendo encantador, pero un beso no detendría el reloj. Preferí irme a sentar con mi hija, quien comía tranquilamente como toda una dama.

-No entiendo porque los apuras mamá- me dijo -Jeremy se adueña de papá por cual quiere problema que tiene para que él se lo resuelva-.

-Pues es normal, admira mucho a tu papa-.

-Es un niño mimado- Aylen gruñó.

-Vamos hija, solo tiene 10 años-.

-Si pero, también debería de aprender de papá. Yo a su edad hacia todo por mí sola. A los 2 años aprendí a ponerme los zapatos y a los 3 ya sabía cómo lavarme los dientes-.

-Lo sé, tu fuiste muy independiente en casi todo. Entiende que tú y el no son iguales-. Le aclare.

-Almenos yo si se defenderme-.

Pause por un momento y la mire.

-¿Porque lo dices?-.

Tomó un sorbo de su bebida y asintió con la cabeza. Traté de entenderla, claramente sabe algo de lo que yo no estaba al tanto.

-¿Pasó algo que yo no sé?- Le volví a preguntar.

De repente me sentí intrigado por lo que dijo. Aylen se puso nerviosa, trato de disimular su comentario pero me aferre a saber la verdad. Fue como si ella dijo algo que no debía y eso me empezó a frustrar ya que significaba que entre hermanos tienen secretos prohibidos.

-Vamos Aylen, dime a qué te refieres- le volví a preguntar.

Se encogió de hombros mientras cortaba sus panqueque al ver que no tenía ninguna salida.

-Mamá, ¿No notaste como Jeremy tiene su quijada llena de raspones y heridas pequeñas?-.

¿Heridas?

Levanté las cejas con sorpresa, pasándome el sorbo de café y tratando de no atragantarme con él. 

-No me digas que se peleó- Le dije un poco preocupada.

Eclesiastés 4:12Donde viven las historias. Descúbrelo ahora