-En algún lugar del mundo, debajo un árbol viejo y con un libro en mano, se encontraba una joven cuyo nombre era lía- comenté ....
Lía amaba la lectura.
Sus abuelos tenían una linda granja con una hermosa pradera donde Lía se perdía en busca de una buena sombra. Ha veces apreciaba el sol que acariciaba su piel cada mañana acostada en su lugar favorito. . Olvidarse del fastidió de la ciudad, le ayudaba a despejar su mente y desintoxicar su cuerpo con aire puro y limpio. Amaba el ambiente natural, donde la brisa olía a pino o yerbas frescas y no a gasolina o tabaco. Por ella, amaría vivir el resto de su vida en un lugar así pero su madre piensa lo contrario a ella.
El viejo perro del abuelo, se le acercó con un pedazo de corteza de árbol, Lía al ver, lo acarició.
-¿Quieres que te lo lance Poncho?-
Soltó el trozo y se preparó para su lanzamiento, sus ojos canosos y cansados atentos a sus manos.
Lanzo el trozo y Poncho se hecho a correr de tras de ella, perdiéndose en la pradera. Solo podía ver la cola del perro, la milpa de su abuelo estaba demasiado alto que tapo a poncho.
A lo lejos, precato una persona dirigiéndose hacia ella. Por la ropa gastada, el sombrero de paja y la pala que llevaba como un bastón, Lia podía ver que era su abuelo quien ahora estaba más visible para distinguir. Poncho caminaba a su lado sosteniendo el trozo que Lía había arrojado.
Una brillante sonrisa apareció en su rostro cuando lo vio. Su abuelo la saludó con una inclinación de cabeza sosteniendo la punta de su sombrero.
-Ah, señorita maíz. Por fin te he encontrado- Dijo su abuelo mientras se sentaba a su lado.
- ¿Qué pasa contigo y los lugares escondidos con sombra?
Lia cerró su libro y le dedicó una cálida sonrisa. -Es mi secreto para la literatura- dijo ella.
-Ah, ya veo- dijo -eso es bastante inteligente para una dama que desgrana maíz con una cuchara.
Lía soltó una risita y le dio un ligero empujón con el brazo. La forma en que su abuelo se burlaba de ella también era una forma de darle afecto. Lía amaba la relación cercana con su abuelo, era más como una amistad dulce y leal además de la gran diferencia de edad entre ellos. Sintió que él era el único en este mundo que la entendía sin enloquecer.
¿Quizás porque eran tan parecidos?
-Este es mi lugar favorito para leer- dijo Lía mientras observaba su entorno- Es como si hubiera una conexión delgada y única con el sol, el aire y la tierra debajo de nosotros, ¿sabes?-
-La mescla perfecta- Su abuelo comprendió.
-¡Exactamente! Mientras leo, recibo la cantidad perfecta de aire entre mi cabello, la cantidad exacta de sol para iluminar mi vista y la temperatura perfecta de la tierra debajo de mí mientras me siento!- le explicó.
Su abuelo sonrió mientras asentía con la cabeza, entendiéndola como ella esperaba. Apoyó las manos en el mango de la pala, usándolo como bastón. Poncho recostado en sus pies, escuchando todo mientras quedaba dormido.
-Es difícil encontrar este tipo de lugares. Especialmente en casa- dijo Lia.
-Conociendo cómo eres, apuesto a que ya encontraste un lugar decente para esconderte en casa-
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Eclesiastés 4:12
Romance(Te agradezco por votar en los capítulos ♡ ) Al saber que mi hija enfrentaba una situación sobre chicos, le conté una historia de amor sin decir que yo y su padre eran los protagonistas ♡ -Padre Santo, aquí postrado ante tu presencia, te pido por ta...