Muzan no tiene hogar.
Literalmente, se lo acaban de embargar. ¿Quién diría que no pagar sus impuestos le causaría esto?
＃ 𝗪𝗵𝗮𝘁 𝗶𝘀 𝘁𝗵𝗶𝘀 ?
Muzan 𝗦𝗧𝗢𝗥𝗬
En su mayoría 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗱𝗶𝗮
Actualizaciones 𝗽𝗮𝘂𝗹𝗮𝘁𝗶𝗻𝗮𝘀
Posible mención o a...
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La vida lo odia.
No hay duda de que la maldita vida lo odia.
¿Que hizo para merecer esto?
Muzan se tambaleó sobre la acera al tropezar con una saliente que no vio por andar quejándose y que casi lo manda a comer suelo.
La maleta en su brazo izquierdo se le resbaló y al querer atraparla en el aire no se fijó en otra saliente en el pavimento.
Muzan se cayó.
Al final, si comió suelo.
Y algo en su bolsillo trasero crujió. En donde se suponía estaba su teléfono.
Increíble.
¿Ya se mencionó que ni era el medio día?
⸺¡Me lleva la...! ⸺Levantándose con prisa, buscó en su bolsillo su preciado teléfono y le rezó a una linea de diferentes Dioses de occidente a oriente en espera de que nada, por lo menos muy grave, hubiese pasado.
Por si acaso también le dió un resito a satanás.
"Y por favor, don cuernudo, que mi teléfono no se haya roto, amen".
Sacó su teléfono y observó de lentito su teléfono con un ojo cerrado.
Y en efecto.
La pantalla se partió, estaba más rota que las ventanas de la casa del oficial que vandalizó por ser el que lo sacó a patadas su casa.
Pero el teléfono aún funcionaba correctamente por lo que veía, se prendía, se movía como pedía, aún tenía sonido. Así que aún habían esperanzas para él.
¡No todo estaba perdido!
⸺"Batería baja, cargue el teléfono." ⸺Habló robotico el aparato, encendiendo la pantalla y mostrando esos abundantes 15% de batería que le quedaban para morir de verdad.
Hijo de...
Muzan se arrepentía de pocas (casi ningunas) cosas en su vida, la gran mayoría de decisiones tomadas por él fueron fríamente calculadas con el fin de obtener la máxima ganancia, para él claro.
De entre las decisiones de las que se arrepentía de haber tomado, reiterando que las mencionadas son casi nulas, estaban la de no haberle sacado un ojo a Nakime cuando pudo, la vez que prestó dinero a su primo de Suecia que jamas volvió a ver, de toparse con los Kamado engendros y de casi toda su maldita línea de parientes... Y por su puesto, no haber puesto a cargar su teléfono en su embargada casa cuando se fué a darse la mala vida afuera. También dejó su cargador allí, así que en verdad estaba jodido.
Muzan rebusnó cual toro y cuando iba a apagar su teléfono para ahorrar su realmente abundante cantidad de pila, se detuvo a mirar sus quinientas ventanas de notificaciones, tanto la que tenían alerta como las silenciosas. No eran quinientas, pero eran tantas que ni se molestaría en contar la cantidad.
