Espero que hayan tenido o estén teniendo un hermoso día.
¿Listas para el vigésimo primero capítulo?
✿Escritura subida de tono, puede que encuentres algo que no te guste, abstente de comentar o reportar por que me cuesta trabajo escribir, así loque chuchuchucontigo si no te gusta.
✿Smut del bueno y ligeras menciones de rape.
✿Si vez alguna falta de ortografía háganlo saber por privado.
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Al llegar a la mansión de Suri, los guardias las recibieron con cortesía, ellos ya sabían que la mejor amiga de la duquesa siempre era bien recibida, nadie podía tratarla mal si no es que querían vivir, Abigail sonrió al ver el jardín que arreglaron juntas hace años, siempre se tomaba el tiempo de ir al ducado y regarlas junto al jardinero para que no se marchiten.
- ¡Suri! - exclamó abriendo las puertas de su alcoba, el olor a comida recién preparada golpeó su nariz, pronto le volvió a dar hambre.
- ¿Abigail? ¿Qué haces aquí?, Hoseok me matara si se entera de que has venido - Suri se levantó, tenía su traje de duquesa impecable, como si no fuera el hecho de que solo tenía una muda de esas y ya llevaba usándolo hace una semana.
- no te preocupes, vine con Leejae, no creo que se enoje por ello - Abigail se acercó sacándose la capucha y la dejó a un lado - vine a ayudarte.
Suri asintió, a pesar de que Holidya y Namjoon estaban con ella para investigar, tener a Abigail junto con ella era tan bueno, de verdad necesitaba a su amiga.
- hasta ahora que tienes -
- declaraciones de las familias o amigos, "comenzó a frecuentar a un muchacho unos meses atrás" "siempre llegaba con regalos y con una sonrisa" "parecía contenta" "traía vestidos hermosos siempre" "siempre quería estar con ese desconocido", y así, la verdad es que parece que damos vueltas en círculos, todos dicen lo mismo, es como una grabadora rayada que no se detiene por nada - Suri aplasto todos los documentos.
- ¿Yoongi no tenía de esas bolas de cristal por todo el reino? - preguntó Abigail leyendo las hojas con cuidado - debe haber grabado algo.
- sí, revisamos eso primero, pero en cada que aparecían se iban por zonas donde no estaba el cristal, suponemos que sabía dónde estaban - Suri suspiró desordenando su cabello.
- ¿qué no los caballeros y magos son los únicos que saben sobre ello? - preguntó Abigail con simpleza, creyendo que Suri ya lo sabía, pero cuando vio su rostro sorprendido como si hubiera resuelto algo, se quedó muda - ¿no lo sabías?
- ¡acabas de achicar las búsquedas Abi! - inmediatamente se levantó buscando un dispositivo mágico y se comunicó con el palacio de Namjoon - esperó que le legue la luz guinda.
Abigail siguió leyendo, solo había dado a un clavo de cientos que tenían por descubrir. Lo que recordaba del libro es que lo sucedido pasa en un momento, no sabe si fue en el libro uno o en el dos, pero si había leído que uno de los personajes secundarios tenía una fijación con el maquillaje de muñeca, así como todas las mujeres encontradas muertas fuera del palacio de Dongyeon.
- eso es... - tenía que hablar con Dongyeon, no solía salir del palacio, así que tenía que saber si había visto algo anormal, además, en el libro dijeron que el amaba resolver casos, el descubrió los intentos de asesinato contra Hesook - tengo que irme ahora Suri.
- espera, ¿a dónde vas? Hoseok... -
- si él viene le dices que estuve aquí, igual estaré con Leejae, ¿bien? - apresurada sujetó su capa y se acercó a la puerta - no te olvides de cenar.
Escuchó a Suri maldecir cuando salió del lugar.
Dongyeon Agharta debía de estar en el palacio principal junto con Hoshi Kaleid, era el ala de invitados, si iba podía verlo, tenía que dejar su miedo, ya no había algo por la que el quisiera matarla, ya no.
Llegaron en cuestión de media hora al palacio, los guardias pidieron su identificación y ella se presentó para ver a Hoshi, porque si decía que iba por Dongyeon la votarían de inmediato.
- creo que no deberíamos ir con él - murmuró viendo el tiempo, la zona donde estaba Dongyeon siempre estaba fría, Abigail solo tenía un simple vestido, iba a morirse de frío - estás desabrigada.
- wey, ¿me ves como alguien débil?, no te preocupes por mí, quédate vigilando el pasadizo, si vez que alguien viene gritas pájaro y yo salgo en una, solo necesito preguntarle algo a Dongyeon - Abigail se sacó la capucha y se la entregó - te debo dos tortillas.
- ¿tortillas?, ¿qué es eso... ? -
- no, tres tortillas, te debo tres tortillas grandes - Abigail lo cacheteo cariñosamente y camino por el pasillo para llegar al despacho donde Dongyeon se encontraba, por cada paso que daba sentía más frío, ¿así era el imperio Agharta todos los días?, seguro soltaba su mana para que le recordara su casa.
Al pararse frente a la puerta, sintió como sus nervios salían a flor de piel, jamás se atrevió a tanto en toda su vida, ni a revelarse a su madre en su anterior vida, estar cerca de Dongyeon Agharta era una bomba de tiempo, aún recordaba como era de brutal en el libro, como mataba a sus enemigos, como mandó a decapitar a Suri, como asesino a todos sus enemigos y amenazas contra Hesook.
Tragando saliva, tocó la puerta.
Esperó unos segundos hasta que la puerta se abrió de par en par.
- ¡Will, vete a la mierda y déjame bañarme tranquilo, no estoy..! ! - el grito de Dongyeon abriendo la puerta la dejó fuera de sí, pero, no era nada parecido a lo que santificaron sus ojos.
Se quedó con la boca abierta al ver a Dongyeon Agharta como lo trajo el mundo, claro, con una toalla cubriendo sus caderas, pero, oh dios que la perdonara si sus ojos no se detuvieron en aquel perfecto estómago con cubitos de chocolate, las gotas se deslizaban por su piel hasta meterse por la ingle, los brazos musculosos y marcados por el trabajo arduo de prácticas y guerras contra otros continentes.
- santo -
- ¿qué haces aquí? - Dongyeon fijo su vista en Abigail y lo avergonzada que estuvo, él, de igual, se volvió a cerrar, pero sacando su cabeza - ¿quién te dejo entrar?
- oh, esto... ah... yo... - Abigail no sabía ni como hablar, sus ojos habían sido bendecidos - vengo... vengo a hablarle de los asesinatos, su majestad, pedir un poco de información y...
- ya le dije a los príncipes todo lo que sabía, no vi nada, así que vete - Dongyeon iba a cerrar la puerta, pero la mano de Abigail se interpuso, así que tuvo que detenerse antes de lastimarla.
- sé que me odias, y yo a ti... te tengo respeto y tan bien miedo - Abigail comenzó a hablas mientras forzaba la puerta - pero esto es urgente, de verdad, ¿no te gustaría descubrir esto?, digo, a cualquiera le gustaría resolver misterios, ¿no te leíste "La noche del descenso"?
Dongyeon abrió la puerta con la cara roja, la noche del descenso era una novela para señoritas que les gustaba el misterio y el romance, así como toda su biblioteca secreta con la misma temática.
- como... ¿A caso me espías? - con vergüenza miró a varias direcciones para ver que nadie hubiera escuchado - ¿quieres la horca?
- su majestad, hace 5 o seis años lo vi leerlo cuando visito el palacio, me quede en el palacio ayudando a Hesook en ese entonces, pude ver la portada del libro, ¡"La noche demhh! -
Dongyeon la jaló del brazo y la hizo pasar a su despacho, tenía la cara roja, no pensaba que alguien lo hubiera visto en esa ala del palacio, jamás veía a nadie cerca.
- si dices algo de eso, tú... -
- necesito que me ayude por favor - Abigail lo miró con una gran fortaleza en los ojos - sé que ya habló con los príncipes sobre eso, pero siempre hay algo que falta, usted sabe por qué leyó ese libro, la protagonista.
- la protagonista descubrió al asesino con su eficacia - completo Dongyeon, emocionado porque alguien también le gustara el libro.
- eso, usted sabe, sentir la emoción de descubrir eso - Abigail se paró firme - yo le daré todas las pistas que tenemos y podremos descubrirlo, ¿qué le parece?, es como en el libro.
Abigail sabía que Dongyeon Agharta era muy inteligente, no por nada en su País, nadie objetaba que él no fuera el próximo emperador.
- si le dices a alguien más de esto... -
- si, si, si, me matas - ignorando a Dongyeon se sentó a un lado de la mesa llena de documentos y sacó de su manga los documentos que cogió de Suri - ¿empezamos?
Dongyeon ahora sabía por qué Will la detestaba tanto, Abigail no tenía modales imperiales, incluso ignoró su amenaza. Esa tarde iba a ser muy larga.
Entre conversaciones largas y lecturas silenciosas, Dongyeon y Abigail se la pasaron durante horas y horas hasta que se hizo de noche, conversaban apuntando en hojas y dejándolas apiladas en un costado cuando descubrían algo, a veces incluso sonreían cuando hallaban algo parecido, era como si se hubiera olvidado que eran enemigos desde hace años.
- ¡lo tenemos! - gritó Dongyeon emocionado, acercándose a Abigail le puso un documento que había entre todos sobre la información deseada - lee esto.
Abigail lo agarró y comenzó a leer.
"27 del presente año del ciclo del Sol creciente
Los caballeros y magos de Solsio fueron a hacer una expedición de todos los artefactos mágicos instalados en las calles de Solio y demás países del imperio, cada uno fue administrado de más era impoluta, a excepción de unas que encontraron con fallas, se mandaron a arreglar al día siguiente, esperemos la instalación completa.
- no sé que... -
- lee lo que le sigue - Dongyeon le enseñó otro documento con las fechas de instalación.
"Instalaciones de cámaras programadas fueron rechazadas por el capitán de investigación, las cámaras fueron enviadas de nuevo a la torre con instrucciones completas"
- que... entonces el capitán - murmuró pensando - ¡él debe saber de esto!
- ¿por qué hizo que devolvieran las cámaras?, a menos que el... -
Dongyeon le siguió.
- al menos que esté ocultando algo que iba a ocurrir - Dongyeon volvió a sacar documentos - según esto no se volvieron a colocar cámaras en esa zona, además del encargado del área de investigación fue destituido.
- eso quiere decir que... -
- ¡fue él! - exclamó Dongyeon como si hubiera descubierto una mina de diamantes - ¡lo encontramos! -
Abigail saltó emocionada y dio vueltas mientras alzaba sus manos, Dongyeon creyó que brilló mientras lo hacía, su cabello se enredó un poco en sus aretes, pero a ella no le importó mucho, solo estuvo allí dando vueltas como si ganaron en un concurso.
- ¡lo hiciste Dongyeon, chócalas! - cuando la vio levantar sus manos en su dirección se quedó dudoso, no sabía que quería que hiciera - chócalas, cuando ganas algo o estás feliz por cumplir algo que hiciste con otra persona se hacen, es un signo de ¡lo logramos! ¡Victoria!
Dongyeon jamás había hecho eso, nunca, en la familia imperial de Agharta siempre tenían en cuenta el comportamiento, así que desde pequeños los tenían de manera correcta, sin juegos y destructivos, por eso jamás disfrutó de una amistad, así que hacer eso se le hacía extraño.
Pero en esa situación se le hizo lindo.
- chócalas - murmuró palmeando las manos de Abigail con las suyas, quien le brillaron los ojos al ver que él también lo hacía.
- ¡príncipe, por favor, no puede! -
- ¡DONDE ESTÁ! -
Abigail bajó sus manos cuando escuchó la voz de Hoseok, pensó que iba a venir más temprano, pero no fue así, emocionada vio como la puerta se abría, y antes de que el caos se desatara, ella se alejó de Dongyeon y corrió a los brazos del menor de los Solsio.
- ¡Hobi! - con un fuerte abrazó rodeo su cintura - ¡mira lo que descubrimos el príncipe y yo!
Hoseok se olvidó completamente de toda su ira y miró los brazos rechonchos de Abigail sujetarlo con fuerza.
- ¿qué cosa? - preguntó Hoseok colocando su mano como si nada en la cintura de Abigail y apegándolas más a él.
- es el ex capitán de la zona de investigación - habló Dongyeon mirando el suelo con un poco de vergüenza - la señorita Abigail vino a pedirme ayuda, por eso, sabe que...
Abigail vio que le era difícil hablar a Dongyeon, así que distrajo a Hoseok mientras besaba sus nudillos.
- estábamos leyendo esto, así que lo descubrimos, tenemos una pista exacta - Abigail comenzó a rastras a la salida a Hoseok, claramente alejándolos de una futura pelea - tenemos que ir con Suri y Namjoon, deben saber donde está ese maldito.
Dongyeon vio como se alejaban lentamente, esa mujer lo salvó de declarar que le gustaban las novelas de mujeres, lo salvó a pesar de que ella le tuviera miedo, pero sobre todo, lo dejó así como si nada cuando hizo que se diera cuenta, de que ella no era tan mala persona.
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