DUSKWOOD - DETRAS DE LA MASCARA

NUEVO DIA

Seguimos mirando expectantes hacia MC y a Jake. Me fijo en su pelo en ella resalta un ligero castaño con dos mechones blancos a los lados. Por el contrario él lo tiene completamente negro, son como dos polos opuestos, pero que deslumbran con la misma intensidad. ¿Realmente me estoy poniendo poético ahora mismo? Debe de ser el exceso de alcohol. Dan murmura algo enfadado. Le ha sentado muy mal no enterarse del cotilleo. Empiezo a sentirme mareado, siento como si me cuerpo se debilitara. Doy un paso hacia atrás, y por un segundo pierdo el equilibrio. Thomas que sigue pegado a mi lo nota y por suerte reacciona rápido cogiéndome de un brazo impidiendo que caiga barranco abajo. Su mirada muestra preocupación. Niego con la cabeza, restándole importancia. Los oídos comienzan a pitarme y la vista de repente se vuelve borrosa, cierro los ojos y lo último que escucho es como gritan todos a la vez. Todo se vuelve negro.

***

— Thomas, Ayúdame.— No reconozco esa voz. Es de hombre. Grave un tanto rasgada.

No puedo abrir los ojos.

Puedo percibir como un par de brazos me envuelven por los hombros y otros dos por las piernas. Siento estar flotando en el aire, y luego, el silencio.

***

Al cabo de lo que parece una eternidad parecen dejarme en algo blandito. La cama. Ahora el ambiente es más cálido que antes. Oigo susurros.

—¿MC, Jake? ¿Podéis bajar al baño de abajo a por el botiquín y un cubo con agua, por favor? — Noto como un lado se hunde ligeramente, es Jessy. Puedo oler su delicioso perfume desde aquí.

—Os acompaño.— Está vez habla Hannah.

Escucho los pasos alejarse.

—¿Es necesario que vayan los tres? Con dos servía.— Thomas susurra.

***

Escucho un golpe que parece venir de la parte de abajo. Sonó lo suficientemente fuerte para escucharse desde aquí. Alguien sale corriendo pero sé que Jessy no se movió.

***

Pasan unos segundos hasta que noto a Jessy y alguien más, ajeno a todo el follón de fondo retirando mi sudadera, seguido de la venda.

La presión desaparece. Pero en su lugar se instala un dolor punzante del que no puedo quejarme. Sigo sin poder moverme. No puedo hablar. Quiero quejarme del dolor que me produce pero es imposible.

***

Solo escucho las voces y sonidos de fondo.

—¿Pensáis poner otra venda?— MC habla, más calmada. El ambiente no es tan tenso ahora.— No se cómo curar una herida de bala pero estoy segura de que con un vendaje compresivo no es suficiente, Jessy. Podríamos llamar a algún médico.

—¿Y cómo le explicamos esto? Seguramente dará parte a la policía y es lo último que necesitamos ahora.

—¿Y si lo intento yo? No sería la primera vez.— Se escuchan unos pasos.— Hace un tiempo tuve que hacerlo un par de veces. Estaba huyendo cuando me alcanzó una bala y bueno... Me las tenía que arreglar por mi cuenta.

—Jake...— La voz de MC es dulce.— Está bien. ¿Necesitas ayuda? Aún que no prometo ser la mejor ayudante, me mareo con la sangre.— Suelta una pequeña risita nerviosa.

—Bueno... de acuerdo, pero se cuidadoso.— Jessy sujeta mi brazo temblando.

Supongo que no se fía y yo maldigo internamente por no poder oponerme, porque ahora prefiero el médico o que me dejen morir.

— Necesitare, una aguja, un encendedor, alcohol e hilo...

—¿De qué color?

Quiero reírme por el comentario de MC pero solo consigo esbozar una pequeña sonrisa. Jessy parece haberlo notado y acaricia mi mano. Escucho que alguien más se contiene la risa.